La invasión alienígena de Chile
Sí, eso es lo que dijo hace unos días Cecilia Morel, la esposa del presidente de Chile, cuando se refirió a las masivas movilizaciones de protesta que está conociendo su país. No le faltaron otras lindezas, como eso de "vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás". Todo un credo de su forma de entender la vida. Antes, el ministro del gobierno responsable de la subida de los precios del transporte urbano, se le ocurrió recomendar que para evitar las tarifas más altas, lo mejor sería madrugar antes. Expresiones que pueden sonar a chiste, si nos atenemos a las que el propio presidente del país, Sebastián Piñera, soltó acerca de que "estamos en una guerra", con un jefe militar a su izquierda y haciendo desplegar junto a los carabineros a soldados del ejército para reprimir violentamente las protestas. "No son 30 pesos, son 30 años" es lo que la gente grita entre otras cosas más. Es una sociedad movilizada, que ha dejado de tener miedo. Y quizás también vergüenza. Una sociedad atrapada por lo que fueron 17 años de dictadura y han sido los siguientes 29. Casi medio siglo, eso sí, de neoliberalismo. De más desigualdades sociales, de aumento de los privilegios para una minoría, de privatizaciones a doquier, de endeudamiento para la mayoría para poder adquirir una vivienda o realizar estudios universitarios, de pérdida de derechos... Puede que se estén abriendo "las grandes alamedas por las que camine el hombre libre", como dijo Salvador Allende, pero algo se está moviendo. Y lo importante es que se haga, siguiendo con él, "para construir una sociedad mejor".
(Imagen: publicada en Resumen Latinoamericano)