Salió el otro día a la luz un nuevo escándalo de la corrupción existente en el mundo
del deporte. El diario alemán Der Spiegel dio a conocer el entramado societario
relacionado con el futbolista Cristiano Ronaldo, que ha ocultado desde 2009 al
fisco español la cantidad de 150 millones de euros. Sólo dos diarios españoles,
El Confidencial y El Mundo, se hicieron eco al principio con la noticia, que la
acompañaron, entre otros, de artículos donde han profundizado en los métodos
utilizados para escaquearse del fisco y han recordado otros casos de
deportistas investigados e incluso condenados por haber cometido delitos
fiscales.
En El Confidencial, por ejemplo, se ha escrito que "los deportistas a menudo ceden sus derechos de imagen a una sociedad que los gestiona, (...) en ocasiones es solo una sociedad intermediaria, no una empresa con actividad", que vende después dichos derechos a los clubes a los que pertenecen o las marcas que promocionan. Como es una forma de pagar menos, fue un sistema muy extendido por los clubes para pagar preferentemente como derechos de imagen en vez de hacerlo como sueldo. Resulta evidente que de lo que se trataba era de no pagar impuestos o hacerlo al mínimo, por lo que se han ido creando unos entramados de ingeniería fiscal que están llevando buena parte de los ingresos a paraísos fiscales o a países donde la tributación es bastante menor.
En España la legislación establecida recientemente sitúa en un 15% el tope de ingresos provenientes de los derechos de imagen, dado que las sociedades sólo tributan un 28%, mientras que a través del IRPF puede llegarse al 47%. Y eso es lo que ha hecho que poco a poco vayan saliendo casos de fraudes y delitos con millones de por medio. El último, el de Ronaldo, que por lo informado actuaba desde Irlanda, un país de la UE famoso por su "singularidad" fiscal.
En España la legislación establecida recientemente sitúa en un 15% el tope de ingresos provenientes de los derechos de imagen, dado que las sociedades sólo tributan un 28%, mientras que a través del IRPF puede llegarse al 47%. Y eso es lo que ha hecho que poco a poco vayan saliendo casos de fraudes y delitos con millones de por medio. El último, el de Ronaldo, que por lo informado actuaba desde Irlanda, un país de la UE famoso por su "singularidad" fiscal.