La semana pasada Gerry Adams, líder del Sinn Fein, estuvo arrestado por la policía norirlandesa durante cuatro días. Finalmente quedó libre sin cargos. El motivo del arresto está relacionado con una denuncia de la familia de una víctima mortal del IRA de 1972 (cuyo cuerpo, además, estuvo un tiempo desaparecido), que ha aprovechado la acusación que años atrás hizo un antiguo dirigente de ese grupo contra Adams, al que responsabilizó de dicha muerte. Desde el Sinn Fein se ha denunciado desde el primer momento la intencionalidad política del arresto, habiendo advertido del riesgo que eso supone para la buena marcha del proceso de paz en Irlanda del Norte. Tras la puesta en libertad de Adams tanto éste como la dirigencia de su partido han reiterado su apoyo al proceso, desde la convicción de que la acusación no tiene fundamento. De hecho fue el propio Adams quien se presentó voluntariamente a la policía, lo que puede considerarse como una muestra de su voluntad de aclarar la situación.
El Sinn Fein es un partido que opera a la vez en la república de Irlanda e Irlanda del Norte, ésta como una región autónoma del Reino Unido. Tiene un carácter socialista y está adscrito en el Parlamento Europeo dentro del grupo de Izquierda Unitaria, formado por comunistas, socialistas radicales y algunos grupos verdes. Su presencia institucional está en aumento. En Irlanda del Norte es la segunda fuerza política en número de votos y la primera dentro de la comunidad católica. Y en Irlanda, con una representación menor, en torno al 10%, tiende al aumento. De cara a las próximas elecciones europeas las previsiones son bastante diferentes, pudiendo alcanzar el 20% de los votos y 3 escaños en Irlanda y manteniendo sus apoyos en Irlanda del Norte, incluyendo un escaño.
Teniendo en cuenta estas perspectivas políticas, tengo la impresión que detrás de otro lo que está ocurriendo en torno a Adams y el Sinn Fein puede haber gato encerrado. Podría ser una forma de horadar sus apoyos electorales, fundamentalmente por el carácter político que tiene, y siendo una excusa el episodio de un caso dramático ocurrido hace años, del que el IRA hizo en su día una autocrítica. Negar a estas alturas el papel jugado por Adams y su partido en el proceso de paz sería injusto. El problema es que esa fuerza política representa una forma de entender la sociedad muy diferente a lo establecido. Aunque es previsible que el Parlamento Europeo pueda volver a ser dominado por los grupos del sistema, no debemos olvidar que en algunos países es altamente probable que la izquierda radical suba en votos. E Irlanda, uno de los países intervenidos por la troika, es uno de ellos, teniendo al Sinn Fein como protagonista.