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miércoles, 11 de septiembre de 2013
Pruebas que desaparecen...
Ordenadores que se formatean, discos duros que se destruyen, libros de visitas que desaparecen, agendas que se tiran... Pruebas muy valiosas que ya no existen o quizás -menos probable- que puedan estar ocultas. Es lo que se está haciendo en el PP, el partido que, según sus dirigentes, mejor colabora con la justicia. El mismo al que pertenece el jefe de gobierno, que ha mentido públicamente en el Congreso. Resulta evidente que intentan ocultar algo. O mejor, muchas cosas. El otro día un conocido juez, Javier Gómez Bermúdez, dijo en un programa de televisión que él no hubiera pedido los ordenadores, sino que los hubiera cogido. Claro y rotundo. ¿Está siendo Pablo Ruz un juez indulgente con el PP? Los abogados de la acusación popular le criticaron en agosto que rechazara determinadas preguntas dirigidas a María Dolores de Cospedal por considerarlas impertinentes. El malestar en el seno del electorado conservador aumenta. Son conscientes de la gravedad de lo que está ocurriendo. Hay quien habla de abstenerse. Esto último no me lo creo: en la derecha nunca hay inhibición. El fascismo fue en su día la forma que tuvo de recomponerse. ¿Cómo acabará esto?