Chomsky alude a artículo de Aluf Abenn en Haaretz, "que escribió acerca de cómo los israelíes van a la playa, disfrutan y se congratulan de ser una "ciudad en la jungla" mientras las bestias salvajes de afuera se desgarran entre sí". Alude también a las contradicciones que hay entre los distintos sectores políticos de EEUU sobre la política exterior, pero en la que prima la estrategia de la "responsabilidad de proteger", que es la que llevó a este país a intervenir en Iraq, Afganistán o Libia. No obstante, añade que "los EE.UU. tampoco parecen muy descontentos" con la posición de Israel.
Alba Rico es más rotundo cuando se refiere a la nula intención que tiene EEUU de intervenir en Siria. Llega incluso a decir -lo que resulta altamente controvertido- que no se encuentra detrás de lo ocurrido en Egipto y Siria. No obstante, su interpretación se basa en distintas razones. Además de lo dicho por Chomsky, considera que EEUU es una potencia en crisis, que está cosechando reveses internacionales tanto bélicos como diplomáticos, además de la competencia creciente que tiene de las llamadas potencias emergente y especialmente China. A ello hay que unir el avispero que supone la región del Oriente Próximos, donde convergen y divergen, dependiendo del país que se analice, potencias exteriores y fuerzas internas muy diversas, cuando no antagónicas. De hecho habla del sentido que tiene la actual propuesta rusa de desarme químico dentro de las conversaciones que llevan desarrollando desde tiempo atrás EEUU y la propia Rusia de cara a dar una salida al conflicto.
¿Cómo se resolverá? Puede que Siria acabe dividida entre un territorio controlado por el régimen actual; otro más impreciso disputado a su vez por los diferentes grupos de oposición; e incluso la aparición de un estado kurdo unido al iraquí y, quién sabe, si con cierta aquiescencia turca.