Acabo de leer una noticia en Público sobre el logo de la candidatura de Madrid para los juegos olímpicos del año 2020 (ya sabemos, lo hace por tercera vez y de una forma seguida), cuyo autor, inicialmente, es el estudiante de Bellas Artes Luis Peiret. El muchacho ha colocado cinco rectángulos irregulares de coloración degradada y mezclada en las zonas de intersección, sobre los que ha superpuesto en blanco la inscripción m20. Según su autor, alude a la vez a la Puerta de Alcalá, por su forma, y a los cinco continentes. En la nueva versión se han cambiado los colores originales, que además han pasado a ser planos, y se han estilizado las letras de la inscripción, que se hace ahora más complicada de leer. Es algo que se puede ver observando un poco cada logo.
La profesora María Maza ha denunciado que el resultado "es horroroso" y que "han destrozado" el trabajo de su alumno. En las redes sociales hay quien se pregunta si lo que realmente se ve es 20020, en vez de m20. Creo que tienen razón, pero me atrevo a ir más allá. Lo que ahora se percibe es la figura de una corona. Y una corona alude a la monarquía. ¿No será, pues, que lo que realmente se ha buscado ha sido visibilizar el símbolo de esa institución? Visibilizarla para popularizarla, claro. Por cierto, una institución que está sufriendo en estos días un fuerte desgaste. Una modificación que suena a manipulación.