"No tardé en llegar a la conclusión de que los tan cacareados 'encantos femeninos' no son femeninos en absoluto, sino sólo un reflejo de la masculinidad, y que ellas los han desarrollado para darnos gusto, porque no tienen más remedio, sin que sean en absoluto esenciales para la auténtica plenitud de su gran función existencial". Así se expresa Jeff Margrave, uno de los protagonistas de la novela Dellas. Un mundo femenino, una obra de la escritora estadounidense Charlotte Perkins Gilman, publicada en 1915. Pudiendo ilustrar tantas cosas, viene como anillo al dedo sobre espectáculo que Silvio Berlusconi está protagonizando desde hace tiempo y que cuenta con la complicidad de quienes le protegen, imitan y justifican. Menos mal que los movimientos ciudadanos contrarios a ese modelo de masculinidad tradicional, la de "los hombres de verdad", van tomando más cuerpo y se van extendiendo. Pero que conste que nada de lo que hace, dice y defiende con orgullo sería posible si no fuera porque se siente respaldado social y políticamente.