El estado de Israel se merece la condena más severa. Su genocidio contra el pueblo palestino resulta repugnante. Y su acción de esta madrugada contra la "Flota de la Libertad", que ha ocasionado al menos veinte muertes y numerosas personas heridas, no es más que una muestra de la elevada brutalidad con que actúa. Un ataque criminal contra una flota formada por barcos que llevaban ayuda humanitaria a Gaza, pero que el gobierno israelí se ha encargado de desactivar por las bravas. ¿Es que no pasa nada?