La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, casi tocaya mía, pues se llama Mª Jesús Montero, anunció el otro día la puesta en marcha de una medida con el fin de que la gente tome conciencia del valor de la sanidad pública. Consiste en recordarnos mediante un documento al fin de una hospitalización y/o intervención su coste en euros. Ha recalcado que no es una factura ni tiene como finalidad cobrarnos por el servicio, sino sólo ayudar a que tomemos conciencia de lo que cuesta la salud.
Cuando escuché por la radio la noticia, no pude por menos que sentirme perplejo. A partir de ahora, cuando nos ingresen en un hospital debemos ir pensando en lo que "le costamos" a la Junta, de manera que al padecimiento con que ingresamos, debemos unirle el que se derive de pensar cuánto ha valido en euros nuestra estancia. ¿No es también una forma de privatización moral de la sanidad?
Más ridículo, imposible.