El ministro Sebastián acaba de soltar una perla informativa. No sé si pensada o improvisada, pero ha dicho que temer a la energía nuclear "es como tener miedo a los eclipses de luna o de sol". Cuando era niño en mi casa se decía mucho lo de "confundir el culo con las témporas" y más todavía otro dicho parecido, el de "confundir la velocidad con el tocino". Era algo así como decir que no se pueden mezclar cosas que no tienen nada que ver entre sí. Creo que el ministro Sebastián ha hecho lo mismo. Y además al hombre no se le ha ocurrido otra cosa que añadir, para fortalecer su símil, que la energías renovables nos cuestan mucho porque las pagamos en las facturas de la luz. Vamos, ministro, lo del célebre canon energético. ¿Y cómo pagamos en los años 70 y 80 las centrales nucleares que se construyeron? ¿Y cómo se financiarían las que habla que hay que construir? Lo único que sé es que prosigue el bombardeo sobre la energía nuclear (lo siento, Tuja). El lobby nuclear. Hace dos años tuvieron que hacer un receso en la campaña, porque los incidentes en las centrales (¿qué pasó en Ascó?) no concordaban con lo que nos estaban vendiendo.