Ha habido quienes en el seno de la izquierda daban por ganadas las dos plazas políticas de Madrid: la capital y la comunidad. Por lo que estoy observando, corren el riesgo de equivocarse (ver sondeo de El País). El sistema no ha dejado de actuar y sus movimientos están empezando a darle frutos. El PP pierde apoyos, pero no tantos. Para compensarlo la fórmula está consistiendo en fomentar a Ciudadanos, que además ha ganado la partida a UPyD. En el PSOE, con la destitución de Tomás Gómez y la promoción de Ángel Gabilondo como candidato a la presidencia de la Comunidad, se está llevando a cabo una operación política cuya finalidad es apuntalar el sistema por su flanco izquierdo. Un ensayo de cara a las elecciones generales.
Los grupos de izquierda, mientras tanto, no paran de cometer errores. En IU no se han hecho las cosas bien, pero la arrogancia de Podemos no ha facilitado que las cosas hubieran ido mejor. La actitud de parte de la dirección regional de IU, incapaz de admitir la responsabilidad política en el asunto de Bankia, está siendo altamente negativa. La marcha de Tania Sánchez, traicionando a quienes la apoyaron en las primarias, ha dado alas a quienes se opusieron a ella.
Pero para mí la mayor responsabilidad está en Podemos. Ha dado por sentado que los apoyos en aumento que los sondeos han estado marcando eran sólidos. Se ha negado a cualquier convergencia que conllevara lo que ha denominado despectivamente como "sopa de siglas". Ha actuado, además, como un jugador ventajista, defendiendo una candidatura propia para la comunidad de Madrid, pero rechazando presentarse a las municipales, donde tiene pocas garantías de éxito: carece de organización y no puede controlar el aluvión de gente que se le ha acercado. Aunque ha admitido finalmente una candidatura unitaria en la capital, ha rechazado la "sopa de letras", algo que en Barcelona, por ejemplo, se ha hecho sin problemas. Podemos ha ninguneado a IU. Cree haberle ganado su electorado y políticamente la considera moribunda. Pero pretende sus cuadros, algo de lo que carece. Demasiadas cosas. Demasiados errores.
Me temo que la izquierda lo pagará caro. Y, ante todo, la gente en su mayoría. La que está sufriendo los experimentos ultraliberales del PP. Estamos asistiendo a un cúmulo de errores en los grupos de izquierda, mientras los partidos del sistema, especialmente la derecha, se recomponen. Si ganan los grupos del sistema, todo seguirá igual. Y más si todo esto se prolonga de cara a las elecciones generales.