Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
sábado, 21 de diciembre de 2013
La ley Gallardón: derechos y excepciones
Ha dicho Sandra Moneo, secretaria de educación e igualdad del PP, que el aborto nunca puede ser un derecho, sino una excepción. Lo ha hecho en respuesta al revuelo que se está montando con la tramitación de una nueva ley que regule la interrupción voluntaria del embarazo. Toda una marcha atrás, que nos retrotrae a antes de 1983, cuando se aprobó la primera que ley de esa naturaleza y que despenalizaba varios artículos del Código Penal. Entonces se disponían tres supuestos: violación, malformación del feto y riesgo grave para la salud de la madre. Un cuarto de siglo después, en 2010, se aprobó una nueva ley, mucho más avanzada, que establecía el derecho de la mujer a interrumpir el embarazo dentro de las primeras 14 semanas de gestación. Pues bien, el proyecto de la nueva ley, impulsado a instancias de Alberto Ruiz Gallardón y aprobado ayer por el gobierno, prevé sólo dos de los supuestos incluidos en 1983: violación y riesgo grave para la salud de la madre, quedando la malformación del feto excluida. Para esto último se alega "la protección del enfermo antes de nacer". El proyecto exige, además, que sean dos profesionales de la medicina quienes tomen la decisión y siempre ha de contar con el permiso paterno y materno en caso de ser menor de edad la mujer afectada. Teniendo en cuenta las restricciones previstas, se teme que se creen las condiciones para que se lleven a cabo interrupciones del embarazo al margen de los circuitos reglamentados. Eso conllevaría mayores riesgos para la salud de las mujeres, algo que la OMS advierte en su informe Aborto sin riesgos que el aborto sin garantías es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad materna. Dentro del mismo se recomienda "que las leyes y las políticas respeten y protejan la salud de la mujer y sus derechos humanos". Una vez más se pisotean derechos y esta vez por partida doble: contra la salud y contra las mujeres. No parece que lo entienda el PP con su propuesta, que trata como una excepción lo que es un derecho.