"Nadie podrá probar que Bárcenas y Galeote no son inocentes" (Mariano Rajoy, 2009). "Nuestro tesorero ha sido un ejemplo de buen trabajo, profesionalidad y en nuestra organización siempre ha sido un ejemplo de decencia" (Javier Arenas, 2009). "Soy amigo de Bárcenas, es una persona honorable" (Francisco Álvarez-Cascos, 2009). "[Bárcenas] es una persona que está en el ojo del huracán y está siendo juzgada más allá de los tribunales" (Mª Dolores de Cospedal, 2009). "Se ha tratado de imputar a una persona que ha resultado ser inocente" (Federico Trillo, 2011). Son unas cuentas muestras de cómo se valoraba -y se defendía- desde las altas esferas del PP a Luis Bárcenas, desde ayer, por fin, en la cárcel. Pero que la cosa no se quede sólo en "Luis el Cabrón", porque de esa calaña hay mucha gente y, ante todo, es la sustancia de ese partido y lo que representa. Son, como dijo Antonio Machado, esos "pedantones al paño / que miran, callan y piensan / que saben, porque no beben /el vino de las tabernas. / Mala gente que camina / y va apestando la tierra".