Hace
unos días localicé en un Boletín Oficial del Estado de principios de 1937
(n. 113, 10 de febrero) una cédula de notificación en la que aparecían los nombres de 29 vecinos de Barbate. Estaba fechada el 25 de diciembre del año anterior y llevaba la firma de Joaquín Barrios, que actuaba como juez instructor. Y, entre otras cosas, se
exponía lo siguiente:
"comparecerán en el término de cinco días ante el Teniente de Navío Juez Instructor de la causa sumarísima núm. 240, D. Joaquín Barrios Benedicto, y en el local que ocupa la Ayudantía Militar de Marina de esta Aldea, significándoles que de no hacerlo serán declarados en rebeldía con arreglo a la ley".
Los nombres de esos barbateños, de los que se desconocía en esos momentos dónde se encontraban, eran los siguientes:
"Manuel
Collado Sánchez, Juan Jiménez Puente, Bartolomé Sánchez Sánchez, Juan Sánchez
Sánchez, Miguel Alonso Izola, Gonzalo Trujillo Moreno, Francisco Javier Muñoz
Ligero, Diego Moreno Sánchez, Manuel Rodríguez Morán, Antonio López Rivero,
Rafael Gallardo Dávila, Francisco Jiménez F[P]uente, Juan Alférez
Rodríguez, Gonzalo Miranda Marín, Sebastián
Trujillo Marín, Antonio López García, Diego Ureba Ramos, José Oliva Vilches,
Manuel Camacho Jiménez, Diego Varo Muñoz, Sebastián Sánchez Moreno, Manuel
Morant Amaya, Alfonso Pozo Marín, Diego Guerrero Pérez, Francisco
Gutiérrez Ramírez, Miguel Vélez Junquera, Antonio Oliva Sánchez, José
Rendon López y Manuel Reyes Crespo".
De
17 de ellos conocemos distintos pormenores sobre las vicisitudes que sufrieron
durante esos años, bien cuando huyeron hacia el territorio controlado por el
gobierno republicano o bien cuando, ya como prisioneros de guerra o puestos en libertad, hubieron de
sufrir los rigores de la represión. De otros 4 disponemos de algunos datos que nos lleva a considerar que estamos ante las mismas personas nombradas en el edicto: Antonio López García, Antonio López Rivero, Diego Moreno Sánchez y Francisco Gutiérrez Ramírez. Incluso podemos añadir a Manuel Morant Amaya, si nos atenemos a un posible leve error tipográfico en el primero de sus apellidos: Moral en vez de Morant. De los 7 restantes no hemos podido obtener ninguna información por ahora: Miguel Alonso Izola, José Rendón López, Manuel Rodríguez Morán, Bartolomé Sánchez Sánchez, Juan Sánchez Sánchez, Gonzalo Trujillo Marín y Sebastián Trujillo Moreno.
El que nos encontremos con personas huidas o que, por razones de trabajo, hubieran decidido no regresar a Barbate, está en consonancia con la
alusión "cuyas señas
personales se ignoran". De no pocos de ellos sí lo sabemos con certeza, pues está documentado, y del resto resulta más que plausible. Dada la vinculación que tenía la localidad con el mar, sabemos que, comenzada la guerra, hubo bastantes marineros, en su mayoría procedentes de la flota que faenaba en las aguas del norte del continente africano, que acabaron dirigiéndose hacia provincias como Málaga o Almería. No
faltaron quienes huyeron desde la aguas de la bahía de Algeciras, aprovechando la cercanía de Gibraltar, o que lo hicieron por tierra, desde
la sierra del Retín y cruzando las sierras del este gaditano, con destino a Málaga (Montero, pp.
124-125).
Por la información de la que disponemos, tenemos constancia de que 7 de ellos huyeron desde Tánger hacia la zona republicana: Juan Alférez Rodríguez, Manuel Callado Sánchez, Rafael Gallardo Dávila, Juan Jiménez Puente, José Oliva Vilches, Miguel Vélez Junquera y Diego Varo Muñoz. De los otros casos sobre los que disponemos algún tipo de dato, desconocemos la forma como pasaron. Algunos estuvieron en los frentes más occidentales, como Manuel Camacho Jiménez, que estuvo en la provincia de Málaga, o Gonzalo Miranda Marín, detenido en 1938 en el frente de Extremadura. Diego Guerrero Pérez, que había salido de Barbate con destino a Barcelona antes del golpe militar, se incorporó al ejército republicano en Cataluña.
Estamos, por tanto, ante un documento del que no debe desdeñarse
su importancia, porque pone de manifiesto el control que se estaba ejerciendo
por parte de las autoridades del bando sublevado, tanto sobre la población en
general como sobre aquellas personas que, de alguna forma u otra, resultaban
sospechosas y/o habían sido acusadas de no acatar el orden que se estaba
estableciendo a raíz del golpe militar de julio de ese año.
A continuación se expone de una forma sintética la información
que he ido recopilando sobre las trayectorias vitales de esos 21 vecinos de Barbate. En
buena parte ya está recogida en mi libro Fascismo y represión en
Barbate durante la guerra y la postguerra, pero a ello tengo que añadir
otra información que sigo obteniendo en mi afán por conocer mejor lo ocurrido.
Una tarea que no deja de ofrecernos sorpresas y que es una especie de fuente
inagotable.
Juan Alférez Rodríguez. Hijo de Concepción
Rodríguez Collado; en otoño de 1936 se le calicó en un informe municipal de
otoño de 1936 como “el más peligroso extremista de esta Aldea (…); le cogió el
movimiento en Tánger y a los pocos días se marchó a Málaga con los rojos donde
se encuentra (Montero, p. 230). En un edicto fechado el
7-09-1945 es mencionado junto a otras dos personas, con domicilios
desconocidos; dos meses antes, el 28-07-1945, habían recibido por parte
de la Junta Administrativa de la Aduana de Algeciras varias sanciones
por la falta de contrabando; se les conminaba al pago
de las correspondientes sanciones económicas y se les advertía de un castigo de
cárcel en caso de no hacerlo; en el mismo documento consta como hijo de
Juan y de Concepción, natural de Vejer de la Frontera, de 33 años, casado
y con el apodo de “el Perilla”; así mimo, se dice que
era marinero de profesión y que tuvo su domicilio en Algeciras (BOE, 12-09-1945).
Manuel Camacho Jiménez. Nacido en Barbate,
probablemente en 1916, era marinero y estaba afiliado a la UGT; hasta
principios de 1937 formó parte como miliciano del Batallón “Pablo Iglesias”,
ubicado en la sierra de Abdalajís, en la parte noroccidental de la provincia
de Málaga y en las cercanías de Antequera; fue procesado por un tribunal
militar, acusado del delito de auxilio a la rebelión; la causa
fue iniciada el 10-09-1937 y no se cerró hasta el
23-11-1962 (Montero, p. 238).
Manuel Co[a]llado Sánchez. Es
autor de unas memorias, en las que se detallan importantes aspectos de lo
vivido durante la guerra y los años posteriores; así, nos cuenta que nació en
Zahara de los Atunes en 1915; que huyó desde Tánger dos veces a Málaga, la
segunda de las cuales y definitiva tuvo lugar en otoño de 1936; estuvo
trabajando primero de marinero y luego en la construcción de trincheras; tras
su movilización, combatió en varios frentes de guerra (Málaga, Belchite/Zaragoza,
Segre/Lérida…); herido en otoño de 1938 en el río Segre (Lérida), pasó por varios hospitales y en enero de 1939 fue
evacuado, todavía herido, a Francia; estuvo en los campos de concentración
franceses de de Argelès-sur Mer y de Gurs; en mayo de 1940 se encontraba en la
región de Nantes y en junio, cuando se inició la ocupación alemana de Francia
por el ejército alemán, pasó a trabajar para las tropas británicas; detenido
por el ejército alemán, el 6 de junio fue devuelto a España; pasó por
batallones disciplinarios de Miranda de Ebro (Burgos) y Madrid antes de recalar
en el sur de la provincia de Cádiz, donde trabajó en los términos municipales
de Algeciras, Los Barrios y Tarifa,
construyendo caminos y extrayendo piedra de canteras; sufrió una herida en un
pie, lo que supuso tener que pasar por n tribunal médico; en 1941 fue
trasladado a Cerro Muriano (Córdoba), donde fue licenciado en 1942; fue calificado
como “comunista soltero” en un informe municipal de otoño de 1936, en el que se
añadió que se había ido voluntario desde Tánger “con los rojos a Málaga”; acabó
instalándose en Barbate, donde siguió trabajando como marinero hasta su
jubilación en los años ochenta; en diciembre de 1979, como residente en Zahara
de los Atunes, presentó en el Ayuntamiento de Barbate un escrito para que se
incluyera en el expediente de solicitud de una pensión por daños físicos
durante la guerra, haciendo constar que había pertenecido a la Brigada 95 de la
Infantería de Marina, con sede en Cartagena, y que fue herido de metralla en la
pierna derecha en el frente de Lérida, en el río Segre; sabemos también a
través de la causa militar en la que estuvo incluido que, formando parte de la
3ª Compañía del Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores número 2 de
Algeciras, sufrió una lesión en la pierna derecha como consecuencia de una
esquirla desprendida mientras machacaba piedra; eso conllevó que fuera trasladado
a Cerro Muriano (Córdoba), no sin antes haberse abierto una investigación
interna que determinó que se trató de “un accidente casual y fortuito” (Montero, pp. 237-238; y Callado). Encausado por el Tribunal de
Responsabilidades Políticas, donde consta que tiene la vecindad en Cádiz (Gómez,
Martínez y Barragán).
Rafael Gallardo Dávila. Nació en 1911 y era hijo
de Francisco Gallardo Pallarés; fue calificado como “extremista que también se
encuentra voluntario en Málaga con los rojos”; marinero y afiliado a la CNT;
iniciada la guerra, faenando en el barco “Joven Beatriz”, con el reto de la
tripulación desde Tánger a la “zona roja”; estuvo trabajando en la mar en la
localidad de Benajarafe, en el municipio de Vélez-Málaga; regresó a Barbate a
los pocos días de acabarse la guerra; a raíz de un incidente acaecido en julio de
1939, cuando un grupo de soldados efectuaba ejercicios de instrucción en la
plaza de toros, fue denunciado, junto a otros dos barbateños, por un
vecino por haber vertido comentarios injuriosos sobre el ejército, entre os que
estaban “poco tiempo les quedará”; detenidos, fueron conducidos a la
prisión de Algeciras a principios de agosto; en el procedimiento judicial se
les imputó el delito de adhesión a la rebelión; en los informes oficiales
preceptivos, incluido uno de FET y de las JONS de la citada localidad
malagueña, se destacó de él que no había tenido relevancia en el sindicato y
había mostrado buena conducta; el tribunal militar, con fecha 7-10-1939,
propuso para los tres acusados el sobreseimiento provisional de la causa,
siendo ratificado por el auditor de Sevilla el 31-10-1939; días antes, el 20 de
octubre, fueron puestos en libertad condicional; en junio de 1946 pasaron a la
responsabilidad de la Junta Central de Libertad Vigilada, aunque hasta 1960 no
quedó archivada su causa (Montero, p. 246).
Diego Guerrero Pérez. Nació en Vejer de la
Frontera en 1907; albañil de profesión, en diciembre de 1926 fue alistado para
hacer el servicio militar, que empezó a cumplir en Cádiz, en el reemplazo de
1927; en fecha indeterminada se trasladó a Barcelona, donde se encontraba
cuando se inició la guerra; fue movilizado por el ejército republicano y
participó en la batalla de Teruel; sufrió la pérdida de la falange de un dedo
de una de las manos; condenado a 12 años de privación de libertad, pasó por la
prisión militar de Cuatro Torres, en San Fernando; al cabo de dos o tres años
salió en libertad condicional, regresando a Barbate, donde trabajó como
marinero; vivió en la barriada del Zapal hasta que, a mediados de los años 70,
cuando se derribaron las chabolas, fue trasladado a la barriada de Carrero
Blanco, que fue donde murió en 2003; acogiéndose a diferentes
disposiciones legales, en 1993, 1998 y 2001 solicitó una indemnización por
“haber sufrido privación de libertad en establecimientos penitenciarios durante
tres o más años”; en todos los casos fueron rechazadas al haberse perdido la
documentación contenida en el Archivo General de la Capitanía de la Zona
Marítima del Estrecho como consecuencia de un incendio acaecido en
1976 (Montero, p. 250-251).
Francisco Gutiérrez Ramírez. Con su nombre tenemos documentado una persona que en la ficha de archivo consta como vecino de Conil y que tenía la edad de 37 años; de esa misma localidad eran los hermanos Puente Jiménez, de los que sí sabemos que eran marineros; en 1937 fue nombrado guardia del Cuerpo de Seguridad en Alicante (CDMH).
Francisco Jiménez Puente. Originario de Conil de la Frontera, era hermano de Juan; marinero de
profesión y afiliado a la CNT; al comienzo de la guerra huyó hacia Málaga
y estuvo, entre otros lugares, en la zona de Valencia; al finalizar la guerra regresó
a su localidad de residencia, estando detenido durante un tiempo; ya en
libertad, hubo de presentarse periódicamente en el cuartel de la Guardia Civil;
al final, acabó trasladando su residencia a Barbate, donde se casó y formó una
familia, continuando con su trabajo de marinero; su hermana Francisca estaba
casada con Juan Redondo Varo, que en 1936 había sido concejal del Ayuntamiento
de Vejer de la Frontera en representación del PSOE y acabó siendo una de las
víctimas mortales de la represión (Montero, pp. 252-253).
Juan Jiménez Puente. Nació en 1907 en Conil de
la Frontera; hermano de Francisco, también era marinero; se afilió a la CNT en
febrero de 1936; estando embarcado en el pesquero “Joven Beatriz”, de la flota
de Barbate, huyó al inicio de la guerra con el resto de la
tripulación desde Tánger hacia Almería; estuvo trabajando en su oficio hasta
septiembre de 1937, cuando se enroló voluntariamente en el ejército de la
República; adujo como justificación que “por carecer de recursos”; estuvo encuadrado
en el 2º Batallón de la 6ª Brigada; luchó en el frente de Teruel y a principios
de marzo de 1938 se presentó en Fuendetodos (Zaragoza) “a las Tropas
Nacionales” con “fusil y bombas de mano”; estuvo recluido en la cárcel de
Logroño, donde se inició el procedimiento clasificatorio; en el acta de la
Comisión de Prisioneros, del mes de abril, se hizo constar que había sido un
“propagandista de cuidado”, por lo que decidió que continuara detenido para
abrirle las diligencias judiciales oportunas; a principios de agosto ya se
encontraba en la prisión de Chiclana de la Frontera, incluido en un
procedimiento sumarísimo de urgencia abierto por el Consejo de Guerra
permanente de Algeciras, bajo la acusación de rebelión, si bien el auditor de
guerra de la Segunda Región Militar de Sevilla decidió el sobreseimiento
provisional de la causa el 10-12-1939; años después, en julio de 1945, pasó a
depender de la Junta Central de Libertad Vigilada; en agosto se
propuso el archivo de definitivo de su causa, que se aprobó en mayo de
1946; s; acabada la guerra, sin que sepamos cuándo, se trasladó a vivir a
Barbate, donde siguió trabajando de marinero (Montero, p. 253).
Antonio López García. Con el mismo nombre
existe con vecindad en Cádiz que fue encausada por el Tribunal de
Responsabilidades Políticas; desconocemos si estamos ante la misma persona (Gómez, Martínez y Barragán).
Antonio López Rivero. Con el mismo nombre
existe un soldado que estuvo recluido en un batallón disciplinario de trabajadores, pero ignoramos si trata de la misma persona (AGMG).
Gonzalo Miranda Marín. Era natural de Conil
de la Frontera, donde nació en 1912, y era hijo de Antonio y Francisca; en el
momento del golpe militar de julio de 1936 tenía su residencia en Barbate,
donde trabajaba como marinero y estaba soltero; hasta el 8-11-1938 estuvo
recluido en el campo de concentración de Mérida (Badajoz), pasando a la prisión
del mismo municipio; juzgado en Consejo de Guerra el 16-12-1938 en Mérida,
acusado del delito de rebelión militar, fue condenado a 30 años de reclusión
perpetua; el 18-01-1939 fue trasladado a la cárcel provincial de Badajoz y el
22-03-1939 se confirmó la sentencia; ingresó en el Fuerte de San Cristóbal de
Pamplona el 24 de mayo de 1939, donde permaneció hasta el 25 de febrero de
1940: de ahí fue trasladado al Penal de la Casería de Ossio, en San Fernando
(Herrero). Su hermano Manuel, vecino de Conil, también estuvo entre las personas represaliadas (González, p. 154). En marzo de 1942 se hizo publica la apertura de un
expediente de responsabilidades políticas por el Juzgado Provincial de Cádiz
(BOE, 21-03-1942). En fecha desconocida regresó a Barbate, donde continuó
trabajando como marinero; también sabemos que se casó, pero el matrimonio, pero
no tuvo hijos; falleció en la misma localidad en los años setenta (González Ramírez).
Manuel Mora[l]nt Amaya. Con la variación en el primer apellido, Moral por Morant, aparece el nombre de un recluso del penal Naval Militar de la Casería de Ossio, en San Fernando; está incluido en un amplio listado de 345 personas a las, mediante una orden del ministerio de Justicia fechada el 24-06-1941, se les concede "el
beneficio de la libertad condicional con la liberación del destierro" (BOE, 4-07-1941).
Diego Moreno Sánchez. Ese nombre aparece
en una Circular del Ministerio de Defensa Nacional republicano, con
fecha 3-10-1938, donde se nombra a 199 cabos de
“la 20 Brigada, Mixta, Batallón Disciplinario de combate n. 1 y Batallón de
Ametralladoras n. 20 para cubrir vacantes en el empleo de sargento de
Infantería” (DOMDN).
Francisco Javier Muñoz Ligero. Aparece encausado por el
Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo en 1940
(BC/CDMH).
Antonio Oliva Sánchez. Sabemos que se encontraba en
situación de libertad condicional al menos hasta 1944; eso conllevaba la obligación de tener que presentarse mensualmente en el puesto de la Guardia Civil de Barbate (Montero,
p. 267).
José Oliva Vilches. En un informe
municipal de otoño de 1936 fue considerado como “comunista peligroso”, y “uno
de tantos de los que le cogió el movimiento en Tánger y por desafecto al
movimiento aún titubea para venirse a Barbate”; como castigo, fue “eliminado” del
padrón de hazas de Vejer de la Frontera en diciembre de 1936, después de haber sido incluido entre
los “reconocidos marxistas”; fue condenado a 8 años de cárcel y estuvo en
libertad condicional al menos entre 1944 y 1948 (Montero, p. 267).
Alfonso Pozo Marín. Fue condenado a 6
años de cárcel; estuvo en libertad condicional hasta abril de 1947, cuando fue
indultado; a finales del mismo año obtuvo la libertad definitiva; al
menos entre el 22-05-1944 y el 2-11-1947 tenía la obligación de
presentarse mensualmente en el puesto de la Guardia Civil Barbate (Montero,
p. 271). Estuvo recluido en la Prisión Provincial de Almería “El Acebuche” en
1938 (AHPA).
Manuel Reyes Crespo. Originario de Vejer
de la Frontera, era vecino de Barbate; trabajaba de marinero y estaba afiliado a la CNT;
formó parte de la 31ª Brigada Mixta, Batallón 121º y Compañía 14ª del 15ª
cuerpo del ejército republicano, según hizo constar en 1977 cuando
solicitó una pensión por haber sufrido secuelas físicas durante la
guerra; como resultado, le fue concedida la pensión; se ha dicho que llegó a estar en la
cárcel tras la guerra, pero no hemos encontrado la documentación que lo confirme; estuvo entre los antiguos cenetistas que durante los años de la
Transición asesoraron a la gente joven para reorganizar la CNT en el municipio; el hecho de que padecía una otitis “supurada” [sic], contraída durante la guerra, dio motivo para que fuera conocido con el sobrenombre de "Sordo Reyes" (Montero,
p. 272).
Sebastián Sánchez Moreno. Fue condenado a 6
años de cárcel y estuvo en libertad condicional hasta noviembre de 1946,
momento en que recibió el indulto; un año después, en el mismo mes, obtuvo la
libertad definitiva; al menos entre el mayo de 1944 y diciembre de 1947 tuvo que presentarse mensualmente en el puesto de la Guardia Civil
Barbate (Montero, p. 276).
Diego Ureba Ramos. Nació en Barbate en
1918, y era hijo de Antonio y Sebastiana; era marinero de profesión (AMB). Con el mismo nombre y el primer apellido, así como con el sobrenombre de “el Sambo”, lo menciona Manuel Callado Sánchez
en sus memorias; durante los primeros meses de 1939 coincidieron en el Campo de
concentración de Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia, después de haberse vito obligados a pasar la frontera tras la ocupación de Cataluña por las tropas sublevadas en enero (Montero,
p. 280).
Diego Varo Muñoz. Calificado en un informe
municipal de otoño de 1936 como un “extremista, peligroso, de entera confianza
del Alcalde Tato, [que] le cogió en Tánger el movimiento y se fugó a Málaga con
los rojos donde se encuentra; así mismo, se le menciona con el sobrenombre
despectivo de "la Portera"; en
1941 estuvo sometido a un proceso por el Tribunal de Instrucción de
Responsabilidades Políticas; aunque se desconoce la condena que se le impuso,
en julio de 1946 se encontraba en libertad condicional, si bien tenía la residencia en
Tánger; en octubre de 1946 obtuvo la libertad definitiva (Montero, p.
282). En documentos de esos años también se hizo constar como municipios de residencia, además
de Barbate y Tánger, los de San Roque y Vejer de la Frontera (Domínguez; Gómez,
Martínez y Barragán; y BOE, 7-09-1941).
Miguel Vélez Junquera. En un informe
municipal de otoño de 1936 fue considerado como “Comunista que le
sorprendió el movimiento en Tánger y hoy se encuentra en Málaga con los rojos,
voluntario”; en enero de 1942 se abrió contra él un expediente por parte del
Tribunal de Instrucción de Responsabilidades Políticas (Montero, p.
283).
Procedencia de la información (por orden de aparición)
BOE. Boletín Oficial del Estado. Administración de Justicia. Edictos y requisitorias. Cédula de notificación. Burgos, n. 113, 10-02-1937, p. ilegible ¿376? (https://www.boe.es/gazeta/dias/1937/02/10/pdfs/BOE-1937-113.pdf).
Montero Barrado, Jesús María (2023). Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra. Cádiz, Mancomunidad de La Janda / Diputación de Cádiz.
BOE. Boletín Oficial del Estado. Junta Administrativa de Contrabando y Defraudación del Campo de Gibraltar. Aduana de Algeciras. Edicto. N. 255, Anexo Único, 12-09-1945, pp. 597-598 (https://www.boe.es/gazeta/dias/1945/09/12/pdfs/BOE-U-1945-255.pdf).
Callado Sánchez, Manuel [1981]. Memorias de un soldado de infantería marina. Odisea vivida por Manuel Callado Sánchez des 1936 a 1942. Ejemplar mecanografiado, sin publicar.
Gómez Oliver, Miguel, Martínez López, Fernando y Barragán Moriana, Antonio (coords.) (2015). El "botín de guerra" en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas, 1936-1945, y CD-rom. Madrid, Biblioteca Nueva.
CDMH. Centro Documental de la Memoria Histórica / Pares, Portal de Archivos Españoles (https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/10501997).
AGMA. Archivo General Militar de Guadalajara. Batallones disciplinarios de soldados trabajadores. Expedientes personales de soldados trabajadores y soldados de escolta
(https://patrimoniocultural.defensa.gob.es/sites/default/files/2023-04/08_3_1_1_expedientes_personales_de_soldados_trabajadores_a-f.pdf).
Herrero, Hedy. Los presos del Penal de Ezcaba. Fuerte de San Cristóbal, Pamplona, Navarra (https://ergastulapenalfuertesancristobal.blogspot.com/2019/05/miranda-marin-gonzalo.html).
González, Magdalena (2014). De lo vivo lejano. Conil de la Frontera. 1931-1945. Sevilla, Aconcagua.
BOE. Boletín Oficial del Estado. Anuncio de incoación de expedientes de responsabilidades políticas. N. 80, Anexo Único, 21-03-1942, p. 1.489 (https://www.boe.es/gazeta/dias/1942/03/21/pdfs/BOE-U-1942-80.pdf).
González Ramírez, Isabel. Información sobre Gonzalo Miranda Marín; facilitada el 14-11-2023.
BOE. Boletín Oficial del Estado. Orden del Ministerio de Justicia. N. 185, 4-07-1941, p. 4.952 (https://www.boe.es/diario_gazeta/comun/pdf.php?p=1941/07/04/pdfs/BOE-1941-185.pdf).
DOMDN. Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional. Barcelona, n. 256, 3-10-1938, p. 36 (https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/BVMDefensa/i18n/catalogo_imagenes/imagen.do?path=53987#page=4).
BC/CDMH. Buscar Combatientes / Centro Documental de la Memoria Histórica. Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo (https://buscar.combatientes.es/resultados/Francisco/Mu%C3%B1oz/Ligero).
AHPA. Archivo Histórico Provincial de Almería. Prisión Provincial
de Almería.
AMB. Archivo Municipal de Barbate. Padrón Municipal Renovado, 31-12-1975.
Domínguez Pérez, Alicia (2004). El verano que trajo un largo invierno. La represión político-social durante el primer franquismo en Cádiz (1936-1945), v 2 y CD-rom. Cádiz, Quorum.
BOE. Boletín Oficial del Estado. Anuncios de incoación de expedientes de responsabilidades políticas. Administración de Justicia. N. 250, Anexo Único, 7-9-1941, p. 3.375 (file:///C:/Users/monte/Downloads/BOE-U-1941-250%20(1).pdf).
(El artículo ha sido reproducido, con fecha 19-05-2024, en Todos (...) los Nombres).