(Imagen: retrato hecho por Luis Grañena).
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martes, 30 de noviembre de 2021
Patriotas con la bandera, que no con el dinero
Supimos el otro día que Bertín Osborne tiene fijada su residencia en Luxemburgo, desde donde opera a través de una sociedad "offshore" situada en Panamá. Si ya el pequeño país europeo funciona como un semiparaíso fiscal en la UE, no digamos qué hace el famoso de la tele alejando aún más sus dineros al otro lado del océano. El hijo de papá, perteneciente a una familia de la oligarquía jerezana y enlazado por la vía sacramental con otra de la misma ralea, ha hecho de la cara dura el instrumento para ir engordando su fortuna personal. Hizo de la canción su primera profesión, aprovechando el filón de su presencia física por alto, guapetón... En los años 80 no sólo consiguió que un juez le permitiera mantener enterito su chalet construido ilegalmente, sino que condenó al propio alcalde jerezano, Pedro Pacheco, por decir eso tan famoso de "la Justicia es un cachondeo". Con el paso del tiempo, ya dejando al lado esa vocecita musical que le hizo famoso, se dedicó a eso de la prensa del corazón y, ya en el siglo actual, se ha hecho de oro presentando programas televisivos, a cuál más hortera. Y como tal sigue, no parando de propagar cosas a cuál más interesantes y, claro está, ejerciendo como un buen español y lanzando azotes contra quienes no lo son. Ya se sabe, eso de la banderita rojigualda, del ¡viva España! y ¡viva el rey!, de bajar los impuestos, de llamar mamarrachas a las feministas progres y demás. Buen español, sí, pero que no le toquen su bolsillo o donde tenga guardado el dinero.