Vi ayer una entrevista a Willy Toledo en el programa de Cuatro "Viajando con Chester". Fue fiel a su inconformismo político y social, muy claro en sus ideas y coherente cuando defendió determinadas opiniones en asuntos controvertidos, que en su mayoría, si no en todas, se han malinterpretado desde los medios de comunicación del sistema. Entre tantas cosas de las que habló (Cuba, Venezuela, atentado de Charlie Hebdo, su detención durante una huelga general...) me voy a quedar con dos. Una, cuando se refirió a su apoyo inicial a Podemos, antes de las elecciones europeas, en el momento en que surgía como opción política, llegando a participar en algunos de sus actos. Confesó que en alguna ocasión fue instado a no tocar el tema del aborto, porque, en el parecer de la dirigencia de ese partido, no es una prioridad y no reporta votos, sino todo lo contrario. Con ello Toledo estaba ilustrando un comportamiento de Podemos que ha ido a más, dejando de lado asuntos como la república, el feminismo, la ecología o el propio aborto, y distanciándose de posicionamientos anteriores sobre la renta básica, Venezuela, la deuda, la Unión Europea... Siempre en la línea de una ambigüedad ideológica que tiene como objetivo encontrar apoyos en espacios políticos fuera de la izquierda. Y cuando fue preguntado sobre Alberto Garzón, no dejó lugar a dudas que es ahora su opción política. Me alegro.