Se habla de una inyección de 10.000 millones de euros de fondos públicos lo que el gobierno puede dar a Bankia para sanear el agujero financiero que tiene. Bankia es una de las principales entidades financieras del país, surgida de un proceso de fusiones con Caja Madrid y Bancaja (Valencia) como principales referentes. La mala situación financiera está directamente relacionada con las trampas generadas en el negocio inmobiliario. Rodrigo Rato, su presidente, ha anunciado su dimisión. El año pasado cobró, que se sepa, 2,3 millones de euros por su cargo. Antes fue director del FMI, y entre 1996 y 2004 el ministro de economía en los dos gobiernos presididos por José Mª Aznar. La persona propuesta por Rodrigo Rato para sucederle al frente de Bankia es José Antonio Gorigolzarri. Hasta 2009 fue consejero delegado del BBVA, momento en que pasó a recibir como compensación una pensión anual vitalicia de 3 millones de euros. Estamos asistiendo a un episodio más de la crisis del modelo económico depredador social y ecológicamente, a la vez que altamente rentable para las grandes empresas (bancos, inmobiliarias, constructoras, petroleras, eléctricas...) y quienes se cobijaron a su sombra. Personajes que forman parte de ese entramado que político-financiero que sigue mandando e imponiendo las medidas de ajuste contra la mayoría.