miércoles, 19 de junio de 2024

Aurora Picornell y las victimas del fascismo, ultrajadas por el presidente del Parlament balear


Ayer, mientras  se discutía en el Parlament de las Islas Baleares la propuesta del PP y Vox para la derogación de la Ley de Memoria  Democrática Balear, tuvo lugar un incidente que retrata la naturaleza de la coalición gobernante en esa comunidad. Los grupos de la oposición habían decidido, como una forma de protesta, mostrar fotografías de mujeres asesinadas por el fascismo. Y el presidente de la institución, Gabriel le Senne, de Vox, rompió públicamente una fotografía en la que aparecía la imagen de Aurora Picornell, asesinada en 1937. Y lo hizo después de haber conminado a dos miembros de la Mesa, diputadas del PSOE, que retiraran los retratos que portaban, a la vez que las expulsaba de la sala por no acatar la orden. 

A principios de año, durante mi visita a Mallorca, dediqué una entrada a algunas de las mujeres de la isla que habían sido asesinadas durante la guerra. La titulé "Recordando a las 'Roges des Molinar' y Aurora Picornell", y en ella contaba la dramática historia de cinco mujeres del barrio del Molinar de Palma, trabajadoras y comunistas. Eran Belarmina González Rodríguez, Catalina Flaquer Pascual, Antònia Pascual Flaquer, Maria Pascual Flaquer y la propia Aurora Picornell i Femenías. Fueron llevadas desde la prisión de la capital, donde estaban recluidas desde meses antes, hasta Manacor, en cuyas tapias del cementerio de Son Coletes fueron fusiladas y enterradas, pero sin comunicar a las familias dónde había tenido lugar. 

Invito a leer la entrada y también a hacerlo con el poema que Joan Cabalgante dedicó en su día a Aurora. Una forma de desagraviar su memoria ultrajada y la de todas las víctimas del fascismo.

Vint-i-cinc ensenyances d’un pare i una mare,
vint-i-cinc barques vermelles en el Molinar,
vint-i-cinc sastresses que treballen a escarada,
vint-i-cinc discursos de digna lluita obrera,
vint-i-cinc besades a Heriberto Quiñones,
vint-i-cinc bombes esclaten a la guerra,
vint-i-cinc intents d’intercanviar presoneres,
vint-i-cinc anys afusellats al cementiri de Porreres.

[Veinticinco enseñanzas de un padre y una madre,
veinticinco barcas rojas en el Molinar,
veinticinco sastrezas que trabajan a destajo,
veinticinco discursos de digna lucha obrera,
veinticinco besadas en Heriberto Quiñones,
veinticinco bombas estallan en la guerra,
veinticinco intentos de intercambiar prisioneras,
veinticinco años fusilados en el cementerio de Porreres*].

* Como explico en "Recordando a las 'Roses des Molinar' y a Aurora Picornell", hasta hace tres años se creyó que había sido fusilada en ese municipio mallorquín, donde también lo habían hecho a su padre, Gabriel, y a su hermano Ignasi.