María Dolores de Cospedal e Ignacio López del Hierro son matrimonio desde 2009. Por entonces ella ya había accedido a la secretaría general del PP, echando, así, una mano a Mariano Rajoy. Éste acababa de ser derrotado por segunda vez en las elecciones generales y estaba viendo cómo el aznarismo no cesaba en su intento de apartarlo al frente del PP. López del Hierro, por su parte, tenía a sus espaldas una larga trayectoria. Siendo todavía veinteañero, fue doblemente gobernador civil en los tiempos de UCD y tras el fracaso y desaparición de su partido, se pasó al mundo de la empresa privada, donde se labró un próspero futuro, hasta el punto de haber sido calificado como lobista.
La ascensión política de Cospedal fue fulgurante, pues en 2011 accedió a la presidencia de Castilla-La Mancha, mientras mantenía el segundo puesto en su partido, que, además, en noviembre del mismo consiguió la mayoría absoluta en las elecciones generales. Un partido que se convirtió de hecho en amo y señor de la mayor parte de los ámbitos políticos, y que le valió para hacer y deshacer a su antojo en cuanto a modificaciones legislativas y en cuanto a otras cosas.
Y, claro, entre las últimas estuvo el afán por cortar la vía de agua que supuso el caso Bárcenas. Y ello Cospedal jugó un papel crucial como una responsable más en la utilización del aparato del estado para beneficio de su partido. Papel crucial, hasta el punto que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido su imputación. Y un papel también cómico, si no vergonzoso, con el asunto de los martillazos a los discos duros o eso de la "indemnización en diferido, efectivamente, en forma de simulación".
.. y en apuros
¿Y qué pìnta aquí su marido, del que también se ha solicitado su imputación? En el informe de la Fiscalía Anticorrupción se le menciona como el intermediario de la reunión entre José Manuel Villarejo y el policía Andrés Gómez Gordo, "el "policía de la Cospe", dedicado desde 2011 a dar protección a Cospedal desde que accedió a la presidencia castellano-manchega y entre 2016 y 2018, cuando fue ministra de Defensa. Una reunión importante, en la que se decidió que el chófer de la familia Bárcenas se convirtiera en el topo de la trama.
Así, en un principio, podría considerarse que estaríamos ante un favor de esposo a esposa. Pero es que López del Hierro, el lobista, está involucrado en los papeles de Bárcenas, pues su nombre aparece como uno de los donantes de sumas importantes de dinero al PP.
Hoy Público ha dedicado un extenso artículo sobre el caso. Y entre la información aparece esta conversación entre dos de los protagonistas y la mención que hacen al matrimonio que nos ocupa:
Enrique García Castaño: Si saco el pendrive de Bárcenas, ¿qué pasa?
Francisco Martínez: ¿¿Nos matarán a todos??
E.G.C.: A casi todos. López del Hierro se cabreó hoy porque siguen sin dar la cara conmigo. Como no espabile el PP, le van a dar la del pulpo, aunque me dice un amigo de Susana que primero se matarán entre ellos.
F.M.: Sí, eso es muy probable... Bueno ¿y cómo tienes el distrito? ¿Todo en orden? ¿Criminalidad bajo mínimos? Imagino que nadie te ha llamado para nada... Me suena esa situación...
E.G.C.: Me encontré con la Cospey [sic] y su marido, me dijeron que el tema se tenía que haber arreglado ya, que hablaría conmigo. Según el ses [sic], ya dio orden que me cambiaran y de forma clandestina volviera a montar el tema catalán. No sé si fiarme.
F.M.: Yo ya no me fio. De "naiden" [sic].