IU y PSOE han llegado a un acuerdo finalmente para evitar la ruptura del pacto de gobierno en Andalucía. El órdago de IU anunciando el viernes que suspendía temporalmente el pacto de gobierno si no se devolvían todas als competencias a la consejería de Fomento y Vivienda para que surtió efecto. El acuerdo también puede parecer, en un principio, una decisión salomónica: el PSOE ha cedido, devolviendo la presidenta de la Junta de Andalucía todas las competencias a la consejería de Fomento y Vivienda; IU, también, aceptando sólo el alojamiento provisional de 8 familias.
Las reacciones han sido diversas. En los medios más afines al PSOE, a su vez, ha habido más prudencia, reproduciendo en todo momento el discurso de ese partido acerca de la legalidad de la medida tomada en la consejería de Fomento y Vivienda. En los medios conservadores, tanto políticos como conservadores, hubo desde el primer momento un apoyo a la decisión de Susana Díaz, retirando las competencias en vivienda a IU, y denunciando el radicalismo de IU. Resulta evidente que es un pacto que no les gusta, porque supone riesgos. Las reacciones por el acuerdo final, sin embargo, han dado lugar a calificativos como "cobardía" o "ridículo".
Desde la izquierda la cosa ha variado, pero ha habido muchos pronunciamientos en favor de la salida del gobierno por parte de IU. Muchos en el seno de la organización, pero también en medios del activismo social. En el seno de IU parece que se han detectado diferencias, siendo Diego Valderas, vicepresidente de la Junta, el adalid del mantenimiento del pacto de gobierno. Estos días, desde luego, se ha mantenido en silencio. Desconozco en profundidad el asunto, pero resulta evidente que el hecho de que se haya
Ha habido columnistas -pocos- de algunos medios que han mostrado si no un apoyo rotundo, sí al menos simpatía o reconocimiento del atrevimiento de IU (Juan Tortosa o Shangay Lily, en Público, por ejemplo), aunque creo que podía haber habido más. Ha faltado valentía (¡ay, el complejo que existe en determinados sectores de la izquierda por no distanciarse mucho del que consideran hermano mayor).
Creo que la cosa está peor de lo que la apariencia puede permitir ver. Todo huele a desconfianza mutua. Y por las noticias que van saliendo, viene de atrás. Se ha hablado de la actitud más beligerante de Díaz desde que asumió la presidencia de la Junta, en contraste con la más tolerante de José Antonio Griñán. Ayer mismo eldiario.es dedicó una crónica ilustrativa de las discrepancias existentes en algunos temas. La creación de un banco de tierras, la fijación de un impuesto para las grandes superficies o la garantía de los servicios básicos del agua o la luz son medidas que no gustan al PSOE y en las que se resiste a ceder. Tiene su lógica, como expliqué anteayer: la estrategia del PSOE va por otro lado, en la línea de recuperar el espacio moderado, que disputaría al PP u otros partidos como PA y UPyD.
No sé qué ocurrirá próximamente. Julio Anguita, durante la suspensión del pacto por parte de IU, ha sido claro en sus palabras: "En
situaciones como la actual lo valiente es no aceptar la humillación e irse con
Dignidad". Considero que esas circunstancias siguen existiendo, como razoné antesdeayer. Así no se puede seguir. IU está pareciendo una comparsa: no le dejan hacer y encima se ve obligado a callar cuando el otro socio hace. Lo mejor es que se vaya del gobierno y que sea el PSOE quien apechugue con las consecuencias de su gestión. Y punto.