El sábado por la noche estuve viendo una parte del programa La Sexta Noche y más concretamente la entrevista a Alberto Garzón, economista y diputado de IU. Sin entrar en el cerco que le tejieron los periodistas de la derecha, al final el señor Francisco Marhuenda, director de La Razón, tertuliano a tiempo completo y profesor universitario de 800 alumnos -esto último, según él mismo- le planteó una pregunta envenenada: "si usted no tuviera trabajo, ¿qué preferiría, cobrar el paro o tener un minijob?". Con claridad Garzón le contestó que era "un falso dilema", pues se están creando unas condiciones sociales "para tener que elegir entre el paro y la precariedad". No contento, Marhuenda siguió insistiendo y completó su pregunta-discurso con el hecho de que fuera el gobierno del canciller Gerhard Schroeder con los sindicatos -"de izquierdas", enfatizó- quien pusiera en funcionamiento esa forma de contratación en Alemania. Garzón concluyó con rotundidad que ese modelo social "no es una inevitabilidad teórica. Es una opción política e ideológica condenar al ser humano a la precariedad y a depender sistemáticamente de otras personas".
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lunes, 26 de agosto de 2013
Un dilema envenenado
El sábado por la noche estuve viendo una parte del programa La Sexta Noche y más concretamente la entrevista a Alberto Garzón, economista y diputado de IU. Sin entrar en el cerco que le tejieron los periodistas de la derecha, al final el señor Francisco Marhuenda, director de La Razón, tertuliano a tiempo completo y profesor universitario de 800 alumnos -esto último, según él mismo- le planteó una pregunta envenenada: "si usted no tuviera trabajo, ¿qué preferiría, cobrar el paro o tener un minijob?". Con claridad Garzón le contestó que era "un falso dilema", pues se están creando unas condiciones sociales "para tener que elegir entre el paro y la precariedad". No contento, Marhuenda siguió insistiendo y completó su pregunta-discurso con el hecho de que fuera el gobierno del canciller Gerhard Schroeder con los sindicatos -"de izquierdas", enfatizó- quien pusiera en funcionamiento esa forma de contratación en Alemania. Garzón concluyó con rotundidad que ese modelo social "no es una inevitabilidad teórica. Es una opción política e ideológica condenar al ser humano a la precariedad y a depender sistemáticamente de otras personas".