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sábado, 11 de enero de 2020
Una situación nueva, pero manteniéndose alerta
viernes, 10 de enero de 2020
El Tribunal Supremo sigue a lo suyo, degradando la justicia española
En el caso del President de la Generalitat catalana resulta evidente que no ha tenido en cuenta un principio básico del derecho, que es de las garantías procesales, teniendo en cuenta que la sentencia por la que se le ha inhabilitado no es firme.
Y lo de Junqueras resulta de traca. Para Javier Pérez Royo estamos ante un enrocamiento del Tribunal Supremo y una degradación de la justicia española. Por su parte, Jordi Nueva, catedrático de Derecho Procesal en la Universidad de Barcelona, entrevistado anoche en el programa Hora 25 de la cadena SER (puede escucharse en la parte final del tramo horario), fue rotundo en sus declaraciones: lo que ha hecho el Tribunal Supremo es todo un despropósito en el procedimiento que está llevando a cabo sobre Junqueras, ajeno a la resolución tomada el pasado diciembre por el Tribunal de Justicia Europeo y al propio Parlamento Europeo.
lunes, 6 de enero de 2020
Escribo, a la espera de mañana

domingo, 5 de enero de 2020
La derechona sigue a la ofensiva… y lo que nos queda por seguir viendo

viernes, 3 de enero de 2020
La Junta Electoral Central echa gasolina a un incendio que iba aminorándose

En el primer caso la JEC lo ha hecho basándose en una sentencia no firme emitida en su día por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, saltándose todas las medidas garantistas y a la espera de una decisión del Tribunal Supremo. La votación ha sido reñida: siete votos sobre seis. Y a la espera de mayor información, debe de haber generado una gran discusión en su seno. Basta con haber escuchado a Joaquim Boch, uno de los portavoces de Jueces y Juezas para la Democracia, y la cosa es, con mucho, más que dudosa.
En el caso de Junqueras la JEC, con cinco votos particulares, ha recordado su inelegibilidad por tener una sentencia de cárcel firme. Al igual que con Torra, sin embargo, el Tribunal Supremo ha de tomar una decisión la próxima semana, como respuesta a la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo, que puso en tela de juicio el procedimiento llevado a cabo por el Tribunal Supremo al vulnerar el derecho de inmunidad de Junqueras como europarlamentario.
Es lo que tenemos. Una justicia desacreditada técnicamente por diversos órganos judiciales de otros países y de la propia Unión Europea. Una derecha que hace de la judicialización de lo político uno de los fundamentos de su acción. Y los principales órganos judiciales o administrativos que actúan con vergonzosa parcialidad. Lo hecho hoy por la JEC no es otra cosa que echar gasolina a un incendio que iba aminorándose.
Ataques que no cesan contra la memoria antifascista

De estos últimos hoy me he enterado de otro ataque sufrido por el monumento que está situado en la Ciudad Universitaria. El lugar donde las Brigadas Internacionales entraron por primera vez en combate contra el fascismo en el otoño de 1936, contribuyendo a la defensa de Madrid.
Está claro que al facherío no le gustan los "rojos" (ni las "rojas", añado). Esto es, a quienes hicieron sufrir y humillaron sin piedad. Y siguen con la humillación. Porque siguen en su empeño de querer borrar su memoria.
(Fotografía de Almudena Cros)
El oficial y el espía (J'accuse) de Polanski: historia de una ignominia (y algo más)

La historia. Previsible en casi todo, porque se atiene a lo ocurrido. Un hecho muy grave, que fue resuelto en su momento. El oficial Alfred Dreyfus, vil e injustamente condenado, lo fue por ser judío. El coronel Georges Picquart, que desmontó la conspiración, lo hizo en nombre de su propio honor. El escritor Emile Zola, que escribió el celebérrimo artículo "J'accuse", puso su atrevimiento desde la holgura de su fama y hasta de su edad. Y es que todo manó de un clima de antisemitismo que, no por soterrado, emergió con ferocidad en el ejército y en una parte de la sociedad. Esa Francia reaccionaria que, lejos de haber desaparecido con la revolución de 1789, continuó a lo largo del siglo XIX y luego, ya en el siglo XX, alimentó el colaboracionismo en la Segunda Guerra Mundial y enlazó con el lepenismo. No lo olvidemos: Picquart era también antisemita, pero, honor (o conciencia) aparte, era el responsable del servicio de contraespionaje del ejército y como tal no podía permitir que una chapuza como la organizada contra Dreyfus fuese dejada al lado, olvidando quién era el verdadero pasante de información al ejército alemán. Un detalle que Polanski nos deja al final de la película: Picquart, que sólo vio una vez a Dreyfus tras su puesta en libertad, rechazó la (justa) petición que éste le hizo para ver reconocidos su años de servicio mientras estuvo recluido en la isla del Diablo.
El estilo. He leído de todo. Desde lo excelente, en la línea del gran Polanski, hasta lo contrario, como un cineasta decadente. Y lo de siempre: que si el ritmo, que si las luces, que si los tonos de esas luces, que si tal escena, que si tal otra, que si los diálogos, que si el vestuario, que si los bigotes..., de lo que cada cual ha valorado como una cosa o como su contraria. No me gusta meterme en este campo, porque por mi parte es donde tengo menos que decir. Sí digo, sin embargo, que se nota que estamos ante un cineasta de los que ya van quedando menos. Parece que estamos en los años 60, 70 e incluso 80, por ejemplo. Lo cual no me parece mal. Y es que (en secreto) buena parte del cine de nuestros días no me llega.
La intencionalidad. Lucrecia Martel, presidenta del jurado del Festival de Venecia, se negó a asistir a la entrega del premio como mejor película, en protesta por los delitos sexuales sobre menores en que se encuentra sumido Polanski. Éste tampoco acudió a recibirlo. Entre la crítica ha sido redundante referirse al trasfondo personal que contiene la película. Se dice que el propio Polanski se reivindica como víctima de varios atropellos judiciales. Puede que así sea, pero también me atrevo a ir más allá. Nos lo recuerda Begoña Piña en el artículo antes referido: ¿acaso Julian Assange, detenido en el Reino Unido y reclamado por las autoridades de EEUU, no está sufriendo algo parecido? Y voy algo más allá: el antisemitismo en su día expresó la búsqueda de un enemigo interno para desviar la atención de lo realmente peligroso; hoy se lleva poco lo del antisemitismo, pero existen otras formas de inventar enemigos que funcionen como chivos expiatorios. ¿Lo habrá pensado así Polanski?
Y una acotación final. Discrepo de la práctica (o mala costumbre, o manía...) que existe en este país de titular las películas de manera diferente al original cuando están rodadas en otro idioma diferente al castellano. ¿Por qué El oficial y el espía y no Yo acuso? Sigo entenderlo.
Post scriptum
Acabo de leer otros dos artículos sobre la película. Sirven de muestra de las diferentes valoraciones que se están haciendo y de la controversia suscitada en torno al director: uno es de J. Casri, publicado en Rebelión; y el otro, de Francesc Miró, en eldiario.es, para quien, matando dos pájaros de un tiro, se trata de un "tedioso intento de Polanski por blanquear su imagen".
Post data
La entrada ha sido publicada en Rebelión, con fecha 9-01-2020 (https://www.rebelion.org/noticia.php?id=264337)
jueves, 2 de enero de 2020
La poesía humana de Shigeharu Nakano

Descubrí hace unos días a Shigeharu Nakano y su poesía. Fue producto del azar. Pese a que puse mi empeño en conocer más de él y de su obra, el resultado ha sido muy pobre. No se ha editado ningún libro en castellano y apenas he podido reunir cinco poemas suyos, que son los que voy a ofrecer para que puedan leerse.
Nakano es un poeta japonés de origen humilde, que nació en 1902 y vivió hasta 1979. Profesor de la Universidad de Tokio, donde impartía clases de literatura alemana, fue testigo del momento culminante del expansionismo imperialista del gobierno de su país, cuando en los años 30 se lanzó de lleno a la conquista de China y al poco, como aliado de los gobiernos fascistas de Alemania e Italia, se involucró en la Segunda Guerra Mundial. Fue lo que llevó a Nakano a afiliarse al Partido Comunista Japonés y poner su obra poética al servicio de lo que se conoció en su país como arte proletario. Detenido en 1934, estuvo recluido en la cárcel hasta el fin de la guerra en 1945.
Los cinco poemas que presento testimonian las duras vivencias que conoció entre la gente corriente y entre quienes como él militaban en un partido clandestino. Estamos ante una poesía realista. Una poesía social y también política. Un género tantas veces denostado y en tantas injustamente. Los versos de Nakano están llenos de calor humano. Se respira una calidez que nos acerca a quienes son enviados a empresas militares ajenas o a quienes se juegan la vida como resistentes. Son alegatos antimilitaristas y por ello en favor de la paz. Y también son llamadas a la fraternidad necesaria para que pueda ser una realidad "hacer florecer / nuestras flores".
La estación de Shinagawa en la lluvia
Adiós, Shin
Adiós, Kim
Ustedes, que suben al tren en la estación de Shinagawa.
Adiós, Li, hombre
Adiós, Li, mujer
Ustedes, que parten hacia el país de sus padres.
El río de Corea se congela en invierno
Su corazón rebelde se congela en el momento de la despedida.
El mar levanta su grito al atardecer
Las palomas mojadas por la lluvia descienden al lecho de los trenes.
Ustedes, mojados por la lluvia, no olviden al Emperador del Japón que
/ les expulsa
Ustedes, mojados por la lluvia, recuérdenlo bien, con su barba y lentes,
/ cargado de hombros.
En la lluvia vehemente se alza el semáforo verde
En la lluvia vehemente sus miradas se afilan.
La lluvia lava estas piedras, cae el mar oscuro
La lluvia resbala por sus ardientes mejillas.
Sus negras siluetas pasan por la boca de la estación
La falda de su vestido blanco flamea en la oscuridad del corredor.
La luz del semáforo cambia
Ustedes suben…
Ustedes parten,
Ustedes se van.
Adiós, Shin
Adiós, Kim
Adiós, Li, hombre
Adiós, Li, mujer.
Vayan y destruyan aquellos hielos duros y traicioneros
Hagan que calle todo, que salte el agua tanto tiempo detenida.
Saludos de la noche
Regresó la noche
Mi compañero, mi sombra en la pared,
Regreso la noche.
Voy a salir un rato
A echarme una copita.
Mi hermano sobre la pared,
Vas a aburrirte solo
Pero aguántame un poco
que regreso en seguida.
A mi regreso, claro,
Podrás hacerme llorar como siempre
Y así te divertirás.
A tus plantas
Me echaré a llorar dócilmente.
Entonces, mi hermano sobre la pared,
Vuelvo en seguida.
Una foto aparecida en el periódico
Fíjese en el segundo hombre colocado a la izquierda:
Es mi hermano
El hijo de usted.
Es su otro hijo, mi hermano,
Vestido con polainas
Con mochila de campaña a la espalda
Forrado con cartucheras
Mi hermano
Al que ordenaron levantar el fusil
Rellénalo de balas
Desenfundar a bayoneta.
Allí
Frente al paredón del arsenal de Shangai
Donde le ordenaron ponerse de pie, despatarrado.
Mire, madre,
Lo que su hijo va a hacer
Su hijo está a punto de asesinar
Está a punto de matar sin razón a gente desconocida
Las manos de su hijo gentil
De repente golpearán
Mira cómo los brazos de su hijo se repliegan
Para que su bayoneta penetre un pecho
Repentina, agudamente.
Y miré
Más allá del paredón
En aquel edificio
En muchos cuartos, corredores, escaleras y sótanos
Otros hijos de otras madres que se parecen a usted
Hacen saltar los candados
Saquean las cajas fuertes
Despegan pisos y techos, robando, violando
Destrozando las espaldas
Los pechos que les ponen resistencia
Pechos redondos, con tetas, pechos arrugados como los suyos
Despedazados con bayonetas como la de su hijo.
Oh,
No aparte la mirada, madre,
No desvíe la mirada del hecho de que han convertido a su hijo en asesino
De que publican su retrato de asesino en el periódico
No lo oculte con su palma que tiembla
Ante la evidencia de que existen miles de madres a quienes han enterrado
/ un puñal en el pecho
Ante la evidencia de que usted es sólo una de ellas.
Madre,
Madre, la única para mi hermano y para mí,
No cierre sus ojos bañados de lágrimas.
Canto
Tú no cantes
no cantes a las flores de cerezo
ni a las alas de las libélulas
no cantes al murmullo del aire
ni al aroma del cabello de las mujeres.
Niégate
todas las cosas débiles
todas las cosas frágiles
todas las cosas melancólicas.
Rechaza
todas las cosas sentimentales
y canta con franqueza
lo que piensas
lo que llena nuestro estómago.
Canta las cosas que penetran al corazón
canta un canto que aúlle cuando lo destrocen
un canto que brote desde el fondo del agravio.
Estos cantos
cántalos valerosamente con una melodía severa.
Estos cantos
clávalos con martillo en el corazón de la gente.
Adiós a la madrugada
Hemos de trabajar
hemos de discutir nuestros asuntos.
Siempre que nos reunimos
nos asaltan los gendarmes
y nos golpean la nariz
nos golpean los ojos.
Por eso nos cambiamos a este segundo piso
con salida a callejones y atajos de refugio.
Aquí duermen seis adolescentes.
En la planta baja, un matrimonio y un niño de pecho.
No conozco a estos adolescentes
sólo sé que son mis camaradas.
No conozco el nombre del matrimonio
sólo sé que nos han prestado su segundo piso
con buena voluntad.
Pronto amanecerá
nos mudaremos otra vez
cargaremos el maletín
discutiremos minuciosamente
realizaremos bien nuestro trabajo
mañana por la noche dormiremos en otro colchón prestado.
Ya empieza a amanecer
este cuarto de seis metros cuadrados
pañales colgados del cordón eléctrico
el foco tiznado y desnudo
los juguetes de celuloide
los colchones prestados
las pulguitas.
De todo esto me despido
hay que continuar el trabajo
para hacer florecer
nuestras flores:
la flor del matrimonio
la flor del niño de pecho
para que florezcan estas flores
de pronto, plenamente.
(Imagen: retrato fotográfico de Shigeharu Nakano tomada de Wikipedia)
miércoles, 1 de enero de 2020
Ante el gobierno de coalición progresista: asumir el riesgo con valentía y actuar con inteligencia

No voy a redundar en lo que escribí meses atrás e incluso al día siguiente de las últimas elecciones, cuando empleé un lenguaje duro. Fui consciente de la puerta que se abrió prácticamente de inmediato para que se materializara lo que podría haberse hecho las elecciones de abril. La conformación de un gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos era una necesidad, si no queríamos hacer que la derecha, y dentro de ella la más reaccionaria, pudiera ir ganando terreno en medio de los dimes y diretes de algunos sectores de la izquierda.
La izquierda en este país es muy diversa, porque en ella confluyen tradiciones diferentes y realidades nuevas que, unidas al factor territorial, hace que exista una gran complejidad entre ellas. No es algo nuevo, pues viene de lejos. Saber coordinar esa diversidad en torno a objetivos comunes resulta complicado, pero no imposible. Se hizo, por ejemplo, durante la Segunda República. Se intentó, aunque fracasó, durante la Transición. Y ahora ha surgido una nueva oportunidad.
Desaprovecharla considero que sería un grave error. Lo pagaría la mayoría social, que lleva sufriendo en demasía, sobre todo desde que el gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy aceleró a un ritmo vertiginoso la puesta en práctica de unas medidas regresivas y antipopulares. Acabar con el actual estado de cosas es, pues, una necesidad. Aceptar el reto conlleva valentía. Y saber evaluar las fuerzas que tienen quienes van a oponerse a que se pueda avanzar, requiere de inteligencia.
Está la derechona, que tiene en común su defensa a ultranza del neoliberalismo en lo que económico, su permanente apelación a España y la españolidad, y en algunos sectores un fuere apego al franquismo. Su patriotismo, empero, acaba cuando se toca el dinero de quienes tienen más y se olvida de quienes están sufriendo las carencias que han ido a más desde que el reino del neoliberalismo se ha consolidado. Una derechona reaccionaria que a su insensible clasismo social añade, en distintos grados, la xenofobia, a misoginia, la homofobia, la agresión a la naturaleza...
Pero también están aquellos sectores del PSOE que fueron responsables en su día de una acción de gobierno aliada de los poderes económicos y sumisa a lo heredad de la dictadura; o de los que ahora temen perder sus atalayas de poder territorial, disputando a la derecha los mismos valores y aplicando con frecuencia las mismas medidas.
En medio de este panorama sería un grave error no asumir el riesgo de coordinar la acción política en el seno de la izquierda, pretextando que no se cumple con lo que cada grupo por sí mismo quiere. Desde la diversidad sólo cabe hacer el esfuerzo de encontrar puntos en común. Y es posible hacerlo, entre otras cosas, desde la ampliación de la democracia, el control público de quienes tienen el poder económico, la recuperación de derechos sociales perdidos, la toma de medidas que vayan atenuando el riesgo planetario, la priorización del diálogo como forma de resolver problemas políticos o la impregnación del feminismo en todos los ordenes de la vida.
Todo eso hay que llevarlo a cabo con valentía y determinación. Se necesita la colaboración y la buena voluntad del mayor número posible de grupos políticos, sindicatos y colectivos sociales. Haciendo que la mayoría social siga movilizándose, esté vigilante y se sienta protagonista.
(Imágenes: tomadas de la red electrónica sobre las movilizaciones de pensionistas, feministas y en defensa de planeta)
martes, 31 de diciembre de 2019
Para el nuevo año 2020, con unos versos de Shigeharu Nakano

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