lunes, 25 de mayo de 2020

Poemas de Ho Chi Minh, cariñosamente llamado Tío Ho

Hace unos días se cumplió el 130 aniversario del nacimiento de Ho Chi Minh, el padre de la independencia de Vietnam. Nacido como Nguyen Sinh Cung, también se le conoció como Nguyen Tat Thanh, Nguyen Ai Quoc y Ho Chi Minh, este último el nombre por el que es mundialmente conocido. 

Estuvo entre los fundadores del Partido Comunista de Indochina y desplegó una intensa actividad revolucionaria contra el imperialismo francés, japonés y estadounidense. Cuando en 1939 Japón ocupó la península de Indochina, dirigió la formación del Vietminh, el Frente de Liberación de Vietnam. Tras la fundación de la República Democrática de Vietnam en 1945 se enfrentó a Francia, la potencia colonial desde el siglo XIX. Fue el primer ministro del naciente estado y desde 1954, su presidente, aun cuando la mitad sur del país se encontraba ocupada por Francia, primero, y EEUU, después.


Entre 1942 y 1943 fue encarcelado en la parte de China no ocupada por Japón, por entonces gobernada por el Kuomintang, que tenía al frente al general Chiang Kai-shek. lo que aprovechó para escribir los poemas que acabaron conformando el poemario Diario de la prisiónSe trata de poemas cortos, escritos en ideograma chinos, a través de los cuales se trasluce una faceta poco conocida del político revolucionario, en la que armoniza el intimismo que deriva de la soledad de la prisión y los anhelos políticos. 


En esta entrada podemos acceder a 38 de los poemas (1) de un personaje muy querido en su país, al que llamaban -y siguen haciéndolo- con el apelativo cariñoso de Tío Ho.  



Primera página del diario


Hacer versos no ha sido una de mis aficiones,
pero ahora en prisión ¿qué más puedo hacer?
Pasaré estos días escribiendo poemas, en cautiverio.
Cantándolos, el día de la libertad se acercará.


Difícil es el camino de la vida

I

Habiendo escalado los picachos más altos y las más escarpadas montañas,
¿cómo iba yo esperar que en las planicies me encontraría con el mayor peligro?
En las montañas me topé con el tigre y salí indemne:
en las planicies me encontré con el hombre y me enviaron a la prisión.

II

Viajaba como representante de Vietnam hacia China
para encontrarme con un importante personaje.
En el calmado camino una repentina tormenta se dejo caer
y fui empujado a la cárcel como un honorable huésped.

III

Soy un hombre limpio sin ningún crimen en mi conciencia,
pero fui acusado de ser un espía en China.
Como puede ver, la vida nunca es un asunto parejo
y ahora en el presente abundan las dificultades.


Mediodía

¡Es una delicia tomarse una siesta en la celda!
Un profundo sueño nos lleva lejos por horas.
Sueño montando un dragón hacia los cielos…
Despierto, regreso precipitadamente a la prisión.


Atardecer

Cuando la cena se acaba, el sol se hunde en el Oeste.
Repentinamente, desde todas las esquinas,
comienzan la música y las canciones folclóricas:
la melancólica prisión de Tsingsi se transforma en una academia de las artes.
                       

Claro de luna

No hay alcohol ni flores para los prisioneros,
pero la noche, tan encantadora, ¿cómo podemos celebrarla?
Voy al agujero de ventilación y contemplo la luna,
y a través del agujero la luna le sonríe al poeta.


Transferido a Tiempo en el “doble décimo” día

Cada casa fue adornada con flores y luces.
En el día nacional todo el país se transformó en alegría,
pero en ese mismo día me encadenaron y trasladaron:
el viento continúa soplando en dirección opuesta al del águila.


Juego de palabras

Aquellos que salen de la prisión pueden reconstruir el país.
La desgracia es la prueba a la fidelidad del pueblo.
Aquellos que protestan las injusticias son los de verdaderos méritos.
Cuando las puertas de la prisión se abran,
el verdadero dragón volará libre.


En el Buró Político de la Cuarta Zona de Resistencia

He viajado los trece distritos de la Provincia de Kwangsi
y probado los placeres de dieciocho distintas prisiones.
¿Qué crimen he cometido?, me sigo preguntando.
El crimen de seguir devoto a mi pueblo.


Noche de Otoño

Frente al portón, el guardia apostado con su rifle.
Arriba las nubes desordenadas se llevan a la luna.
Los chinches pululan alrededor como tanques de guerra en maniobras,
mientras que los mosquitos forman escuadrones,
atacando como aviones de guerra.
Mi corazón viaja mil kilómetros hacia mi tierra natal.
Mí sueño se entrelaza con las penas como una madeja de miles de hilos.
Inocente, he aguantado un año completo en prisión.
Usando mis lágrimas como tinta, transformo mis pensamientos en versos.


Sobre la lectura de Antología de Mil Poetas

A los antiguos les gustaba cantarle a la belleza natural:
nieve y flores, luna y viento, niebla, montañas y ríos.
Hoy debemos hacer poemas que incluyan hierro y acero,
y el poeta también debería saber conducir un ataque.


Poema de propaganda

En estos doce puntos
¿acaso hay algo de extraordinario?
Todo aquel que sea un poco patriota
no los olvidará.
Hagamos de ellos un hábito
para todos y cada uno.
Un pueblo y un ejército valerosos
no conocen nada imposible.
La raíz hace sólido al árbol.
El palacio de toda victoria
se construye sobre el pueblo entero.


Una frazada de papel

Libros nuevos, libros viejos,
las hojas apiladas tan juntas.
Una frazada de papel
es mejor que ninguna.
Vosotros que dormís como príncipes,
resguardados del frío,
¿sabéis cuántos hombres presos
no pueden dormir en toda la noche?


Noche fría

Noche de otoño.
No hay colchón. No hay mantas.
No hay sueño. Cuerpos y piernas
encimados y entumecidos.
La luna brilla
en las hojas heladas de los bananos.
Detrás de los barrotes
la Osa Mayor se balancea sobre el Polo.


Los buenos  días que vienen

Todo cambia, la rueda
de la gran ley gira sin pausa.
Después de la lluvia, buen tiempo.
En el pestañeo de un ojo
el universo se despoja
de sus ropas sucias.
A través de diez mil millas
el paisaje se extiende como
un precioso brocado.
Delicada luz del sol.
Brisas ligeras. Flores sonrientes
cuelgan en los árboles, entre las
hojas chispeantes,
todos los pájaros cantan.
Hombres y animales vueltos a nacer.
¿Qué puede ser más natural?
Después de la pena llega la alegría.


Libre, camino en  la montaña y  disfruto la vista

Montañas. Nubes.
Más montañas. Más nubes.
Allá abajo un arroyo centellea
brillante e inmaculado.
Solo, con el corazón agitado,
camino por el Macizo Oeste.
Y miro a lo lejos, hacia el Sur
y pienso en mis camaradas.


Poema estimulante

Todo pueden lograr
las doce recomendaciones.
Quien ama a su país
no las olvidará nunca.
Cuando el pueblo tiene un hábito,
se comporta como un solo hombre.
Con buen ejército y buen pueblo
todo será coronado por el éxito.
Sólo cuando la raíz es firme,
el árbol puede vivir mucho tiempo
y la victoria tiene como raíz al pueblo.


Una broma

El Estado me alimenta con arroz,
habito sus palacios,
sus guardianes se turnan para servirme de escolta.
Contemplo sus montañas y sus ríos cuando quiero:
un hombre con tantos privilegios 
es realmente un hombre.


Una delegación inglesa en China

Los americanos se han ido; ahora llegan los ingleses.
Se le da la bienvenida a la delegación por todas partes.
Yo también soy un delegado en una visita amistosa a China.
Sólo que la bienvenida que a mí me dan, es otra.


Alerta en Vietnam

¡Mejor la muerte que la esclavitud!
En todo mi país ondean
nuevamente las banderas rojas.
Oh, lo que es ser un prisionero en un tiempo así.
Cuándo seré libre para tomar
mi puesto en la batalla.


Al escuchar moler arroz

Cuánto debe de sufrir el arroz bajo el triturador.
Pero después de molido es blanco como el algodón.
A menudo le sucede lo mismo
a los hombres de este mundo:
el taller de la desgracia los convierte
en jade pulido.


Claro de Luna

¿Qué hacer en la prisión
sin bebida ni flores
en noche tan radiante,
luminosa y serena?
 
El poeta mira a la luna
que esplendorosa asciende.
 
La luna mira al poeta
por detrás de la reja.


En el camino

Andando los caminos, se conocen sus riesgos.
Pasas una montaña: ya hay otra frente a ti.
Pero cuando a la cima de una sierra has llegado,
con la mirada alcanzas a más de diez mil li [2].


Ingresando en la prisión de Tsing Si

En la prisión los viejos acogen al que ingresa.
Blancas nubes ahuyentan las nubes de tormenta
y por el cielo todas libremente se alejan.
Un hombre libre, solo, permanece en la celda.


La noche

Después de la comida, cuando por Occidente cae el sol,
melodías y cantos montañeses brotan de todas partes.
La prisión de Tsing Si, sombría y melancólica,
se transforma en ilustre academia de música.


La flauta del prisionero

En la prisión, de pronto, se escucha de una flauta
el lamento nostálgico. 
Se hace pena la música, cada nota es un sollozo,
mil lenguas se paran y un dolor desgarra.
¿No habrá en alguna parte, melancólica sombra mirando al horizonte,
en lo alto de una torre, una mujer que espera?


La ración de agua

Apenas medio cubo es la ración de agua.
Te lavas o haces té: tú decides.
Si te quieres lavar, no tomes té.
Si quieres tomar té, no pienses en lavarte.


Traslado del preso al amanecer

Cantó el galló una vez: aún es noche cerrada.
Con su escolta de estrellas la luna lentamente
asciende hasta las crestas de los montes de otoño.
Ya está en camino aquel que inicia un largo viaje.
Golpea el viento los rostros con ráfagas heladas.

Enrojece de pronto la luz por el Oriente
y las últimas sombras nocturnas son barridas.
Por todo el universo, el calor de la vida ya se extiende.
Despierta en el viajero el poeta que dormía.


En camino

Una cuerda amarraron a mis piernas y los brazos me ataron,
pero  me llegan el suave perfume de las flores y el canto de los pájaros 
                                                                            / desde el bosque.
¿Cómo podrán impedir que esta dicha me acompañe?
Ahora ni es tan largo el camino ni estoy solo.


Noche fría

Noche helada de otoño, sin manta ni colchón.
Curvo la espalda
y doblo las piernas, buscando en vano el sueño.
El reflejo lunar sobre los plátanos, hace sentir más frío.
A través de la reja, en la ventana, veo la Osa Mayor que se desplaza.


En camino hacia Nan Ning

En lugar de la cuerda vulgar, llevo ahora una cadena.
Como anillos de jade, a cada paso, sus eslabones suenan [3].
Soy para mis guardianes tan sólo un prisionero
que sospechan espía. 
Mas tengo la apariencia de un dignatario antiguo.


La prisión de Nan Ning

Ésta es una prisión de estilo ultramoderno
que brilla iluminada por la electricidad.
Ah, pero la comida es sopa bien aguada,
Y, vacío el estómago, chilla en la oscuridad.


Insomnio

Las horas de la noche pasan interminables.
El sueño se me niega y me agito angustiado.
Una hora y otra más. No sé si duermo o velo:
Sobre una estrella de oro giran mis pensamientos.


Mañana clara

El sol de la mañana traspasa la prisión,
barriendo niebla y humo, dispersando la bruma.
Un aire nuevo sopla de pronto sobre el mundo.
Cien rostros enclaustrados sonríen a la aurora.


El señor Kuo

Maravilloso encuentro, producto del azar,
que un instante reúne a las lentejas de agua
que la corriente arrastra. 
Este buen señor Kuo 
fue como el regalo de un fuego de carbón
en una noche helada.
Afortunadamente,
aún laten corazones así sobre la tierra.


Transporte de cerdos por guardas

Por el camino guardas van transportando cerdos.
Los cochinos se cargan. Al hombre se le arrastra.
Al no tener derecho de ser quien es, 
el hombre ya ni siquiera tiene el valor de un cochino.
En la vida, mil males y diez mil amarguras.
Perder la libertad, no existe peor desgracia:
si todo nos lo miden, la palabra y el gesto,
tiran de nosotros como caballos y búfalos.


Cuatro meses

"Un solo día en la cárcel equivale a mil años":
mucha razón tenía el antiguo refrán.
Cuatro meses de vida (nada tiene de humano)
han dejado en mi cuerpo la huella de diez años.
Pues sí,
cuatro meses sin comer a mi gusto,
cuatro meses sin dormir en paz,
cuatro meses sin nunca mudarme,
cuatro meses sin lavarme nunca.


Los grillos

Como crueles demonios, con su jeta hambreada,
nos comen cada noche las piernas, agarrándolas:
el pie derecho está en sus fauces de fiera
y, por fuera, el pie izquierdo puede sólo moverse.
Sin embargo, en la vida hay algo más extraño:
para coger los grillos tenemos que pelear,
los que están con grillos, tienen dónde dormir
y los que no los tienen, no pueden acostarse.


Después de la cárcel, de nuevo los montes

Las nubes besan los montes,
los montes abrazan las nubes.
El río es un espejo y no lo empaña nada.
Por los montes Si Ling voy caminando solo.
Me late el corazón al mirar hacia el sur
y pienso en mis amigos.


Notas

(1) Los poemas ha sido extraídos de las siguientes páginas electrónicas: https://circulodepoesia.com/2015/09/poesia-fama-y-poder-ho-chi-minh/http://revolucioncultural-p.blogspot.com/2012/07/poemas-del-camarada-ho-chi-minh.html; y https://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/50/TH_50_123_506_0.pdf; en algunos he hecho modificaciones de estilo, que considero más adecuadas.
(2) Medida de longitud equivalente a 600 metros.
(3) Cuando los dignatarios y los grandes letrados de antaño iban a la Corte china para audiencias solemnes, portaban cinturones adornados con pedazos de jade que se entrechocaban al caminar y producían un sonido particular.

(Imagen: cuento ilustrado de Thuy Loan, realizado sobre un soporte vegetal vietnamita).