domingo, 31 de diciembre de 2023

miércoles, 27 de diciembre de 2023

"Tiza", de Paul Laverty, o la fragilidad de las vidas de los niños y las niñas de Gaza


La revista electrónica CTXT publicó el pasado 21 de diciembre el poema que lleva por título "Tiza". Un símil que se corresponde con los niños y las niñas de Gaza que están siendo víctimas directas de la destrucción desalmada que se cierne sobre sus vidas. Tan frágiles como una simple tiza.   

Su autor es el abogado escocés Paul Laverty, quien, además, es conocido por sus colaboraciones como guionista en varias películas dirigidas por Ken Loach. Reproduzco la traducción realizada del inglés al castellano por Ana González Hortelano y, al final, la versión original.


Tiza. ¿Te has parado a pensar en ella desde que dejaste la escuela? 
La tiza es blanda,
está hecha de trocitos
de conchas de calcita y esqueletos de plancton.
Fáciles de machacar.
La arrastra la lluvia.
¿La arrastrarán las lágrimas?
Los niños son blandos,
están hechos de huesos (proteína, colágeno, minerales, sobre todo calcio).
Fáciles de machacar.
Gaza es una bola de nieve,
el Mundo contempla su interior.
Los copos son esquirlas de metralla,
los puntitos de dentro
se amontonan formando cúmulos,
como hormigueros.
¿Sientes el calambre en la boca del estómago
por la mañana cuando enciendes la pantalla
y las cifras se disparan?
¿Te vas a la cama y no duermes
porque lo único que ves en la oscuridad
son miembros retorcidos bajo los escombros,
labios resecos y agrietados que supuran gemidos ahogados,
una muerte lenta que no le desearías ni a un perro?
¿Sientes la rabia que te sacude el cuerpo,
te desgañita el alma,
te hierve el cerebro a mayor temperatura
que las armas de fósforo que hace EEUU
(recuerdas los 172.000 millones del Tío Sam
que infundieron vida en el Apartheid)
cuando Biden, Sunak, Starmer y compañía
piden “más precisión”
mientras tiran bombas antibúnker en Gaza,
con 6.300 almas por kilómetro cuadrado,
el cuarenta y siete por ciento niños?
Los niños son blandos.
Fáciles de machacar.
Ceniza a las cenizas, polvo al polvo.
¿Te sientas en la cocina
y te preguntas quién eres,
qué hacer,
cuando la carta de Naciones Unidas y el convenio de Ginebra
se usan para que se limpien el culo
los entrajados cómplices de la Muerte
que defecan en la dignidad?
¿El agujero negro al borde de la desesperación
te mina las fuerzas y te empuja a esconderte?
“Y de qué nos sirve
a nosotros eso”,
se escucha a los niños gazatíes reprobar.
Recuerdas la infancia.
Coges un trozo de tiza.
Sencilla, física.
No es digital, no es un tuit,
no es un blog.
Carne contra tiza.
Te cabe en el bolsillo, se cuela en un calcetín,
al monedero,
te la llevas por ahí.
La tiza, por ahí…
Sientes conectarse cuerpo y mente
sujetándola en la mano.
¿Qué lleva esa brisa?
Un rumor débil que surge de debajo de los cascotes.
¿Qué nos dirían los niños de Gaza
si tuvieran esa tiza?
Haced de nuestra calle una pizarra,
escribidla en la parada de autobús, en la acera, en la pared.
En la cafetería del trabajo, o en el baño,
en el aparcamiento o en el centro comercial.
Calle a calle,
de abajo arriba,
del pueblo a la esclavitud de la Ciudad,
que los gritos de rabia de los niños de Gaza
les pasen a todos por encima.
Un trocito de tiza
en cientos de lenguas,
millones de manos
levantadas contra sus mentiras y sus bombas,¨
un rastro blanco de conciencia,
¡No, no en nuestro nombre!”,
para derribar a los asesinos.
Un día, Infanticidas, os sentaréis en el banquillo.
¿Recordáis las muecas arrogantes de los generales argentinos de la tortura
en todo su esplendor?
Terminaron entre rejas, al fin.
Se toma su tiempo, el Reloj de la Justicia,
pero avanza mientras os van saliendo canas.
No falla,
en vuestro lecho de muerte, en vuestro último aliento,
no escaparéis a la mirada de los niños de Gaza
cuya infancia traicionasteis.
Ceniza a las cenizas, polvo a la tiza.
Tiza.


[Chalk. Have you given it a thought since you left school?
Chalk is soft
part composed of tiny fragments
of calcite shells and skeletons of plankton.Easily pulverised.
It washes off with the rain.
Does it wash away with tears?
Children are soft
part bone, (protein, collagen, minerals especially calcium)
Easily pulverised.
Gaza as a snow-globe,
the World stares in.
Every flake a shrapnel piece
tiny dots inside
scramble over new formed piles
like ants on a hill.
Do you feel that pang in the pit of your gut
each morning as the screen lights up,
and the numbers mount?
Do you go to bed and do not sleep
because all you see in the pitch
are twisted limbs under rubble
split parched lips oozing choked wails
a slow death you would not wish on a dog?
Do you feel a fury that makes your body shake
your soul scream out
your brain boil hotter
than US made phosphorous weapons
(remember the 172 billion from Uncle Sam that
breathed life into Apartheid)
as Biden, Sunak, Starmer and their ilk
call for “more precision”
as they drop Bunker Busting Bombs on Gaza,
6,300 souls per square kilometre
forty seven per cent children?
Children are soft.
Easily pulverised.
Ashes to ashes, dust to dust.
Do you sit in your kitchen
and wonder who you are
what to do
as the United Nations charter, the Geneva convention
are used as toilet paper
by the suited colluders of Death
who defecate on dignity.
Does the black hole of near despair
sap your strength and make you want to hide?
“A fat lot of good
that’s going to do”
We hear the Gazan kids decry.
Remember childhood.
Pick up a piece of chalk.
Simple, physical.
Not digital, not a tweet,
Not a blog.
Flesh on chalk.
It fits in your pocket, down a sock,
in your purse,
take it on a walk.
Walk the chalk...
Feel mind and body connect
as you hold it in your hand
What does that breeze carry?
Faint whispers from under rocks.
What would Gazan children say to us,
if they had that piece of chalk?
Turn our street into a blackboard
Write it up by bus stop, on a pavement, on a wall.
In your work canteen, or toilet
in your car park or a mall.
Street by street
from the bottom up
from the village to the City’s thrall
let the furious cries of the Gaza kids
sweep over one and all.
A little piece of chalk
in a hundred tongues
a million hands
up against their lies and bombs
a chalky trail of conscience
“No, not in our Name!”
to bring the murderers down.
One day, Child Killers, you will stand in the dock.
Remember the haughty grins of Argentine Torture Generals
in their prime?
Ended up in cuffs, at last.
It takes its time, The Justice Clock
but it ticks on as you turn grey.
Failing which
on your deathbed, on your last breath
you won’t escape the gaze of the Gaza kids
whose childhood you betrayed.
Ashes to ashes, dust to chalk.
Chalk].

(Imagen: tratamiento informático de una fotografía publicada en TN 30 años).

lunes, 25 de diciembre de 2023

Dos poemas que denuncian los crímenes contra niños y niñas inocentes en Gaza


Continúa en Gaza la destrucción y la muerte del ejército israelí, brazo ejecutor de un gobierno inclemente. El mismo que quiere llevar "la guerra hasta el final", tal como ocho décadas atrás perpetrara el régimen nazi contra la comunidad judía con su "Solución final".

Hace unos días infoLibre publicó un poema de Selena Millares titulado "Ángel de los niños", una denuncia de la cruel matanza de niños y niñas inocentes que se está llevando a cabo en territorio palestino.
 
Mira, ahí están esos pequeños asesinos,
se llaman Haifaa, Ahmad, Maysaa y Siraj,
Abdullah, Noor, Hazem y Kamal
y así hasta cuatrocientos diminutos guerreros
peligrosos soldados de un temible ejército:
son las siniestras semillas del mal
 
Esgrimen sus armas y avanzan temibles
contra el muro de la libertad
pero hay una bala para cada uno de ellos:
Zakariya y Yasmin, y Fatmeh, y Hassar
y Wala, Qassem, Mousa, Imad

Cuatrocientos niños que amenazaban de muerte
con su algarabía y sus pies descalzos
y sus muñecas y balones de trapo
al heroico gobierno del bien,
ese ángel justiciero de espada sagrada
que vistió de invierno el otoño de Gaza
y pasea con orgullo su hoja afilada
-luminosa de rojo flamígero-
para ejemplo de pequeños asesinos venideros:
para que sepan, para que no olviden
que la palabra futuro se escribe con sangre

Hoy, día de Navidad, me ha enviado un poema suyo Pepe Gilabert, que ha publicado en su blog La luz en la materia. Lo ha titulado "Herodes" y tiene, de nuevo, a los niños y las niñas de Gaza como tristes protagonistas. 

Otra vez Herodes,
cubierto de gusanos,
degollando inocentes
en la franja de Gaza.

Otra vez un rey
de todos los judíos
pidiéndole al Imperio
que le preste las armas.
 
Otra vez el miedo
de un pueblo envanecido
imponiendo a sangre y fuego
sus ansias de grandeza.
 
Otra vez la ira
del rey de los judíos
bañándose en la sangre
de niños palestinos.
 
Pero esta vez la muerte
les llega por el cielo
con un mensaje urgente
de Herodes Netanyahu.


(Imágenes: aparecidas, respectivamente, en las dos publicaciones citadas; la segunda se corresponde con el cuadro "La matanza de los inocentes", de G
uido Reni).

viernes, 22 de diciembre de 2023

Paterna de Rivera, escenario de la I Jornada de Memoria Democrática de la comarca de La Janda


El pasado miércoles me desplacé a Paterna de Rivera para asistir a la I Jornada de Memoria Democrática. Memorias de La Janda, que tuvo lugar en el Edificio V Centenario y estuvo organizada por la Mancomunidad de Municipios de La Janda. La presentación corrió a cargo del escritor y periodista Juan Miguel Baquero, autor de los libros El país de la desmemoria. Del genocidio franquista al silencio interminable (Barcelona, Roca, 2023) o Cádiz. Tierra con Memoria. Intervenciones arqueológicas en fosas comunes del franquismo en la provincia gaditana (Cádiz, Mancomunidad de La Janda/Diputación de Cádiz, 2022). 


Dentro de un apretado programa, se trataron varios asuntos, el primero de los cuales fue la interesante comunicación que expuso Jesús Román: "Arqueología de la violencia: la represión franquista en La Janda". En la misma hizo un repaso de las excavaciones que se están llevando en la provincia gaditana, gracias a las cuales se van recuperando los restos mortales de una parte de las víctimas de la represión fascista. 


Interesantes también lo fueron los testimonios que ofrecieron Luis Vega, su hijo Juan Luis Vega y Rosa Pérez Gil, nieta de María Silva "la Libertaria". Familiares y/o víctimas de la represión habida en el municipio y en las localidades vecinas. Además de los episodios que relataron, resaltaron las dificultades todavía existentes para poder seguir en la tarea de la recuperación de la Memoria. Y no les faltó tampoco mencionar el problema que está suponiendo que la Junta de Andalucía lleve un lustro en manos de las fuerzas conservadoras. 


Emotiva fue la entrega del I Premio Memoria Histórica de La Janda, que recayó en Luis Vega Sevillano, veterano e infatigable luchador en la recuperación de la memoria de las personas asesinadas y/o desaparecidas en Paterna, entre las que están su madre, Catalina, y su padre, Francisco. Luis es precisamente el protagonista del documental Vida de Luis Vega. Memoria de Paterna, aparecido en 2017. 

No pude estar presente en la proyección del documental Cádiz, Tierra con Memoria, dirigido por Remedios Malvárez y Arturo Andújar, al que, no obstante, se puede acceder a través de la red electrónica.  

 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

El 20 de diciembre de hace medio siglo


Ha pasado medio siglo. Estaba estudiando 5º de Bachillerato y coincidió con el día que nos daban las notas del primer trimestre. Por ello no tuvimos clase y, además, salimos temprano del colegio, lo que aprovechamos cuatro compañeros para ir a jugar al ping-pong. Era el día previsto para el inicio del juicio contra los dirigentes de CCOO encausados en el conocido como Proceso 1001. Pero fue finalmente suspendido, porque se había producido un atentado contra Luis Carrero Blanco, desde el verano jefe del Gobierno.

No recuerdo cuándo fue el momento concreto, pero a lo largo de la mañana nos enteramos del atentado sufrido por Carrero Blanco y algo comentamos mientras jugábamos. Ya en casa, cuando llegó mi padre, lo vimos entrar serio y preocupado, a la vez que soltó un "Estamos como en el 36". A lo largo del día y de los siguientes las noticias se fueron sucediendo. 

Y no faltaron las reacciones. Dependiendo de quién fuera, había temor, malestar, alivio, alegría...  El temor provenía de quienes, como mi padre, se retrotraían décadas atrás en el tiempo, expresando así el miedo generado durante la dictadura. Un temor que se dio también dentro del mundo antifranquista, pendiente de posibles represalias indiscriminadas. El malestar tenía motivaciones distintas, bien fueran las provenientes de los partidarios del régimen o bien de quienes desde la oposición consideraban que se habían desbaratado las movilizaciones previstas en apoyo a los dirigentes de CCOO. El alivio, e incluso la alegría, cada cual la mostró a su manera, pero, como resulta lógico, sin estridencias, por dentro. Con posterioridad, metidos de lleno en el proceso de transición, la alegría se fue haciendo más explícita entre el mundo antifranquista, incluyendo chistes, comentarios jocosos, cánticos... 

Seis años después Gillo Pontecorvo dirigió la película Operación Ogro, cuyo título aludía al nombre que puso ETA a la operación que acabó con Carrero Blanco.



lunes, 18 de diciembre de 2023

Tres poemas ante el holocausto palestino


Los bombardeos inclementes del ejército israelí contra la población palestina se ha cobrado la vida de alrededor de 19.000 personas, con el aterrador dato de que varios miles son de niños y niñas. La inmensa mayoría en Gaza, pero también en Cisjordania, donde se está dejando sentir la acción vengativa de parte de la población israelí que coloniza ese territorio. Muertes, sin contar las decenas de miles de personas heridas y mutiladas, la propagación de enfermedades, la desnutrición, la amenaza de una hambruna... L
a devastación de casas, hospitales, centros de enseñanza, infraestructuras... El desplazamiento masivo de la población, la incertidumbre ante el horror... El sentimiento de indefensión, de impotencia ante la injusticia...

En octubre la muerte le llegó a la científica, escritora y feminista Heba Abu Nada, que días antes había dejado escrito este poema, el último suyo, donde reflejaba el horror que estaba viendo:

La noche en la ciudad es oscura,
excepto por el brillo de los misiles;
silenciosa, excepto por el sonido del bombardeo;
aterradora, excepto por la promesa tranquilizadora de la oración;
negra, excepto por la luz de los mártires.
Buenas noches.   

Hace unos días Refaat Alareer, académico, activista por los derechos humanos y escritor, también fue víctima de la barbarie. La misma que apareció en este poema:

Si yo tengo que morir
tú debes vivir
para contar mi historia
para vender mis cosas
para comprar un trozo de tela
y algunas cuerdas
(de color blanco y con una larga cola)
para un niño en algún lugar de Gaza
mirando a los ojos del cielo
esperando a su padre que se fue en llamas
-sin despedirse de nadie
ni siquiera de su propia carne
ni siquiera de sí mismo-
Mira la cometa, la cometa que me hiciste, volando sobre él
y piensa por un momento que un ángel está allí
para traer el amor.
Si tengo que morir
que venga la esperanza
y que se convierta en un cuento.

Voces que claman contra el  genocidio, el holocausto que está sufriendo el pueblo palestino. 

Voces como la de la poeta canaria Cecilia Álvarez en su "Franja del dolor". Fue en el pasado noviembre cuando Pepe Gilabert me hizo llegar el poema, que reza así: 

            Sé que en alguna parte llora un niño
            bajo la soledad de las estrellas,
            en medio de un desierto que transitan
            sombrías, sordas multitudes ciegas.
            Leopoldo de Luis

No quedan sábanas blancas,
ninguna queda en los confines
de la Tierra,
todas están en la Franja
convertidas en sudarios.
o quedan camas para vestirlas,
nadie duerme,
nadie necesita cubrir su sueño
porque los sueños no existen.

No hay techos
que protejan del rocío,
sólo hay un cielo raso y oscuro
al que todos miran con miedo.
Y confunden las estrellas
con las bombas
y no saben
si la luz les va a alumbrar
o les quitará la vida.

Ya no quedan lágrimas ocultas,
todas han recalado
en los ojos de su pena,
son ahora caudalosos ríos
surcando rostros desamparados,
los rostros de la orfandad,
los rostros impotentes de las madres,
de los padres, de seres
que sólo quieren vivir.

Ya no queda pánico,
todo se ha marchado a Gaza
y habita –inhumano- en el semblante
lastimoso de los niños,
en sus ojos que se agrandan
como si escaparan de ellos
el terror de su mirada.

Ya no queda piel,
toda se ha roto en pedazos
en aquella Franja fría,
son jirones impregnados
en el corazón
de los hogares destruidos,
son parte de las estancias
donde alguna vez alguien riera,
donde los niños jugaran.

Ya no queda sangre,
toda está cubriendo cuerpos
deshojados,
toda está adosada
a la piel maltrecha
                           de la tristeza.
Corre lentamente
por los recodos de un odio
que los niños no entienden.

Ya no queda tierra
para sepultar la muerte,
las madres sostienen en sus brazos
los cuerpos inertes de sus hijos,
mientras la sábana blanca
es cada vez menos blanca,
mientras la sangre –que es su sangre-
se impregna lentamente
del más desgarrado dolor,
mientras los padres
cambian su valentía por llanto.

Ya no quedan gritos desesperados,
todos se han marchado
hasta el horror de la Franja,
a las bocas de los niños
que claman por las madres que no ven,
por la soledad imprevista
de saberse abandonados,
aprendiendo solos,
-en medio del polvo gris de los escombros-
que apenas hay alguien que les calme,
que les pueda explicar
por qué tanto horror ante sus ojos.

Se preguntan
dónde están los brazos
de sus madres,
dónde la caricia que les cure.
Se preguntan, sin palabras,
por qué han de abrazar
la tierra que les cubre,
la tumba tosca y seca
                                que oculta
la madre que nunca debió irse.

Ya nadie tiembla,
el cuerpo estremecido por el pánico
se ha ido hasta esa tierra
tan vacía de sonrisas,
esa tierra donde los niños
deberían temblar sólo de frío
si se dejaran olvidada su bufanda.
No deberían temblar de miedo
sin tener cerca
el calor de los abrazos.

Ya no queda, en fin, misericordia
y tampoco en aquella Franja.
Somos -casi- un huerto cultivado
de corazones adormecidos. 


(Imagen: fotografía publicada en Crear en Salamanca; https://www.crearensalamanca.com/franja-del-dolor-de-la-poeta-canaria-cecilia-alvarez/).

Rechazado en Chile el proyecto constitucional ultraliberal y ultraconservador


Los resultados del plebiscito para una nueva Constitución en Chile han sido claros:  se ha rechazado la propuesta del Consejo Constitucional, dominado por la derecha, con un claro contenido ultraliberal en lo económico y ultraconservador en lo político. El no, defendido por los grupos de izquierda, se ha impuesto con el 55'8% de  los sufragios al sí, que se ha quedado en el 44'2%. En septiembre del año pasado, sin embargo, lo ocurrido fue lo contrario. La propuesta que se había formulado a través de la Convención Constitucional, que contaba con el apoyo de los grupos de izquierda, que, a su vez, controlan el ejecutivo, también se quedó lejos de ser aprobada. El 61'9% del electorado dijo no a un proyecto de carácter rupturista que pretendía poner fin a la Constitución heredada de la época de la dictadura, vigente
desde 1980. 

La situación propiamente constitucional, pues, permanece igual. Reflejo de una situación general coyunturalmente cambiante, con claras contradicciones en las decisiones que va tomando el electorado. Lo ocurrido ayer, al menos ha supuesto un freno a los intentos desde los grupos de derecha de ir más allá de lo que ya existía como herencia del pinochetismo. Un más allá que entroncaría con las propuestas políticas y económicas implementadas durante el mandato de Jair Bolsonaro en Brasil entre 2019 y 2022, o las que ahora quiere hacer lo propio el recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei. 

sábado, 16 de diciembre de 2023

Entre las más que suspicacias y las cosas sucias en el mundo judicial


Noto al mundo de la judicatura muy revuelto. En sus alturas no soportan que se hable de quienes forman parte de él y de sus decisiones, aprovechando cualquier ámbito para lanzar sus proclamas. Entre sus filas han llegado a salir a las puertas de los juzgados para manifestar su malestar cuando empezó a nombrarse lo "lawfare", la forma fina de lo que no es otra cosa que guerra sucia judicial. Hablan de agresión al principio de separación de poderes. Porque, dicen, se critica muchas de sus decisiones y se alude que en muchos casos resulta más que sospechosas determinadas actuaciones y sentencias. Noto, sin embargo, poca o ninguna autocrítica. Y los casos saltan a la vista. Veamos algunos ejemplos. ¿Qué han tenido que que sufrir Antonio Rodrigo Torrijos y José Manuel García, concejales de IU en Sevilla, después de doce años imputados por corrupción, cuando, por fin, vieron en enero pasado que quedaban absueltos? Un caso claro de d
año personal y de daño político para su grupo ¿Y qué ha pasado con la conocida jueza que estuvo detrás de las acusaciones? En vez de dimitir quienes forman el Consejo General del Poder Judicial, siguen anclados en él pese a los 5 años de caducidad. ¿Acaso eso no es una agresión al principio de separación de poderes? El "caso Neurona" contra la dirigencia de Podemos y las acusaciones de corrupción por apropiación indebida de fondos electorales: archivado después de tres años de investigación; un caso más con la misma suerte. ¿Tanta saña judicial para dañar a ese grupo político? Lo ocurrido con Ada Colau: una jueza acaba de archivar ¡15 querellas! interpuestas por un grupo de inversión; habían sido aceptadas previamente por quienes las instruían, hasta el punto que en una de ellas se vio obligada a declarar dos meses antes de las elecciones municipales de este año. ¿Acaso eso es, por parte de de quienes instruían los casos, una actuación adecuada? ¿Afectó a los resultados electorales? El espionaje policial a David Fernández, ex dirigente de la CUP, con el consentimiento de la Audiencia Nacional, bajo la acusación de formar parte del "tsunami democratic" y, por tanto, de terrorismo. ¿Eso qué es?

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Una visita a Éibar llena de recuerdos

 

Éibar fue el municipio pionero en la proclamación de la Segunda República. Se adelantó unas horas a Madrid. Fue en la madrugada del 14 de abril de 1931, dos días después de las elecciones municipales, cuando los concejales de la coalición republicano-socialista de la villa guipuzcoana decidieron poner fin a la monarquía borbónica. Casi al unísono del municipio leonés de Sahagún y del oscense de Jaca. Horas después, ya por la tarde, los eibarreses y las eibarresas volvieron a celebrarlo, cuando supieron que la capital española lo había hecho oficialmente y muchos más municipios del país lo secundaran. Se inició, así, el apoteosis de las banderas tricolores enarboladas en un ambiente festivo por las calles y plazas. 


Años después, en su exilio venezolano, el escritor eibarrés Toribio Echevarría dejó reflejado ese momento en su libro Viaje por el país de los recuerdos:

" (...) antes de las seis de la mañana habíase congregado el pueblo en la plaza que se iba a llamar de la República, y los concejales electos del domingo, por su parte, habiéndose presentado en la Casa Consistorial con la intención de hacer valer su investidura desde aquel instante, se constituyeron en sesión solemne, acordando por unanimidad proclamar la República. Acto seguido fue izada la bandera tricolor en el balcón central del ayuntamiento, y Juan de los Toyos dio cuenta desde él al pueblo congregado, que a partir de aquella hora los españoles estábamos viviendo en República".


Hace unos días estuvimos en Éibar. Fue una visita entrañable, que contó con la amabilidad de Marian, Xabi, Marisol y Rubén. Recorrimos algunas de sus calles, vimos algunos de sus rincones, nos detuvimos en la fachada del  legendario Ayuntamiento, compartimos un vino en lo que fue la antigua Casa del Pueblo... Y no faltó una espléndida comida ofrecida por Xabi y Marian en una sociedad gastronómica... También afloraron los recuerdos. Los propios, los de familiares, los de las amistades... Y algunos -sí, así fue- de gente que, en común, sabíamos de lo ocurrido o hasta conocíamos. Nos acordamos de ese Roberto Pérez Jáuregui baleado en diciembre de 1970; de las hermanas Arranz y su hermano, una de las cuales estudió en Salamanca; de María José, amante de Zahara de los Atunes y asidua de la memoria de la "desbandá" malagueña... 

¡Como para olvidarnos de Éibar!    

domingo, 10 de diciembre de 2023

En los tiempos que corren: unidad, entendimiento y actitud constructiva


Las derechas españolistas siguen ganando terreno y, como novedad, están consiguiendo unos niveles de movilización desconocidos. En el análisis de la situación política también debemos tener en cuenta un contexto internacional en el que los grupos reaccionarios y, dentro de ellos, los fascistas de nuestros días en sus distintas expresiones están en proceso de crecimiento. Y tampoco hay que perder de vista el pasado, aun cuando pueda parecer lejano.

En el ámbito electoral los grupos de la derecha más extrema han obtenido una rotunda victoria en Argentina y Europa está viendo cómo siguen avanzando. El último, aun siendo relativo, en los Países Bajos, donde han sido el grupo más votado. Está por ver lo que pueda ocurrir en las próximas elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024, pero el panorama resulta alarmante. Más lejos, para noviembre del próximo año, quedan las elecciones presidenciales de EEUU, pero el trumpismo sigue muy vivo. Considero que su derrota en 2020, como la de Bolsonaro en Brasil el año pasado, no fue ajena a su nefasta (y ridícula) gestión de la pandemia del covid-19, que llevó a mucha gente a apartarse de quienes representaban un peligro real para la vida. 

Volviendo a España, el peligro que representan las derechas es múltiple. Amenazan con revertir los avances conseguidos en los últimos años en derechos sociales y cívicos; con intensificar la vía de las privatizaciones de los servicios públicos; con dinamitar cualquier puente de diálogo y entendimiento con quienes defienden una mayor soberanía para sus territorios...

Y no debemos olvidarnos de lo ocurrido en los años 30 del siglo pasado. La estrategia de los frentes populares para frenar al fascismo llegó tarde. Demasiado tarde. Atrás quedaron los enfrentamientos entre los grupos de izquierda, cada uno defendiendo sus posiciones, cuando no prodigando la fragmentación, al margen del verdadero peligro. Lo ocurrido primero en Italia (de hecho, desde 1923) no aportó la suficiente madurez política para que años después en Alemania aflorara con fuerza la variante del nazismo, que se hizo con el poder en 1933. Lo que vino después ya lo sabemos: el momento de mayor destrucción de vidas humanas habido.

La experiencia española de esos años, expresada en la formación del Frente Popular (nacido en enero de 1936 como coalición electoral, pero avanzada meses antes), no llegó con el tiempo suficiente. Triunfante en las elecciones de febrero de 1936, fue la base de la resistencia contra los militares sublevados en julio, las fuerzas sociales y políticas reaccionarias que las apoyaron y las ayudas decisivas de las dos potencias fascistas: Italia y Alemania. El final, empero, fue una durísima represión y cuatro décadas de dictadura.

No entender lo que está ocurriendo en nuestros días, así como olvidarse de lo que pasó nueve décadas atrás, nos puede llevar a un nuevo desastre. Y eso supone, en primer lugar, tener conciencia de unidad. También, voluntad de entendimiento. Y, por supuesto, una actitud constructiva. Difícil, sí, pero necesario.

(Imagen: "Lady Anita", de Marina Anaya).

Derechos Humanos: también para Palestina


(Imágenes: tratamiento digital de pinturas de Jumana el Husseini [sin título, izq.] y Javier Sánchez ["Llanto por Palestina", dch.]).

sábado, 9 de diciembre de 2023

La guitarra en la poesía

Johannes Vermeer, "Mujer tocando la guitarra"

La guitarra

Ah la guitarra esa mujer en celo
que habla en su canto y muere en su silencio
con tu salud de música nacida
me brindas un placer casi doliente
y eso porque tus cuerdas te dicen lo que digo
y lo que digo es triste de cristal

Ah la guitarra esa mujer que llega
con un amor de huésped indefenso
tu mástil o tu puente o tu rasgueo
tu voz quebrada en todos los idiomas
me dejan libre para la alegría
que sube o baja en tu cordaje neutro

Ah la guitarra esa mujer sensible
que invade el patrimonio de la noche
mueve las humedades del follaje
y se roza con árboles sonámbulos
ah la mujer esa guitarra erótica
que se exhibe desnuda en la terraza.

(Mario Benedetti)


Epigrama I

Pero en la noche
ves tu arroz
y tus frijoles fritos,
con la cuajada
fresca,
y una tortilla caliente,
o un plátano asado,
lo comes sin guardaespaldas
y tu jícara
de triste
no la prueba
primero un ayudante.
Y después tocas
si quieres en
tu guitarra
una canción
ranchera,
y no dormís
rodeado de reflectores
y alambradas

(Ernesto Cardenal)


Referencia de pasos

Se me murió el ayer de parto
y lo velo cantando
como a una guitarra sola
a quien se le quebrara
la sonrisa circular y la música,
solo,
sin desbocados animales interiores,
hueso en actividad,
reciente hueso,
acía como que caminaba entre los hombres casado con mi madre,
pueblerino feliz, poblado de olas.
Ah, estúpida frontera,
municipal y en paz con los estómagos:
cómo tenía que morderme los retratos
para poder reírme hasta de mí
con todo y tus pesares, tus costosísimos harapos,
la franca suciedad que te conoces!
cómo tenía sola y atrozmente
que bajarme los pasos de los hombros
y caminar!

(Roque Dalton)


Las seis cuerdas

La guitarra,
hace llorar a los sueños.
El sollozo de las almas
perdidas,
se escapa por su boca
redonda.
Y como la tarántula
teje una gran estrella
para cazar suspiros,
que flotan en su negro
aljibe de madera.

(Federico García Lorca)


Poema de la guitarra

A Francisco Guillén

Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
Voz de profunda madera
desesperada.

Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son, estira
la carne dura.

Arde la guitarra sola,
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.

Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío,
donde se muere de frío,
noche tras noche,

y alzó la cabeza fina,
universal y cubana,
sin opio, ni mariguana,
ni cocaína.

¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo,
que no la deja!

Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.

Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.

El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero... 

Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra toca
tu son entero.

(Nicolás Guillén)


Manifiesto

Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón.

Tiene corazón de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas.

Aquí se encajó mi canto
como dijera Violeta.
Guitarra trabajadora
con olor a primavera.

Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca,
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,

que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,

no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras,
sino el canto de una lonja
hasta el fondo de la tierra.

Ahí donde llega todo
y donde todo comienza,
canto que ha sido valiente,
siempre será canción nueva.

(Víctor Jara)


Guitarra de mesón que hoy suenas jota…

Guitarra del mesón que hoy suenas jota,
mañana petenera,
según quien llega y tañe
las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos,
no fuiste nunca, ni serás, poeta.
Tú eres alma que dice su armonía
solitaria a las almas pasajeras...
Y siempre que te escucha el caminante
sueña escuchar un aire de su tierra.

(Antonio Machado)


Oda a la guitarra

Delgada
             línea pura
de corazón sonoro,
eres la claridad cortada al vuelo:
cantando sobrevives:
todo se irá menos tu forma.

No sé si el llanto ronco
que de ti se desploma,
tus toques de tambor, tu
                                   enjambre de alas,
será de ti lo mío,
o si eres
en silencio
más decididamente arrobadora,
sistema de paloma
o de cadera,
molde que de su espuma
resucita
y aparece, turgente, reclinada
y resurrecta rosa.

Debajo de una higuera,
cerca del ronco y raudo Bío Bío,
guitarra,
saliste de tu nido como un ave
y a unas manos
morenas
entregaste
las citas enterradas,
los sollozos oscuros,
la cadena sin fin de los adioses.
De ti salía el canto,
el matrimonio
que el hombre
consumó con su guitarra,
los olvidados besos,
la inolvidable ingrata,
y así se transformó
                           la noche entera
en estrellada caja
de guitarra,
temblando el firmamento
con su copa sonora
y el río
sus infinitas cuerdas
afinaba
arrastrando hacia el mar
una marea pura
de aromas y lamentos.

Oh soledad sabrosa
con noche venidera,
soledad como el pan terrestre,
soledad con un río de guitarras!
El mundo se recoge
en una sola gota
de miel, en una estrella,
todo es azul entre las hojas,
toda la altura temblorosa
                                   canta.

Y la mujer que toca
la tierra y la guitarra
lleva en su voz
el duelo
y la alegría
de la profunda hora.
El tiempo y la distancia
caen a la guitarra:
somos un sueño,
un canto
entrecortado:
el corazón campestre
se va por los caminos a caballo:
sueña y sueña la noche y su silencio,
canta y canta la tierra y su guitarra.

(Pablo Neruda)

Pablo Picasso, "Arlequín tocando la guitarra"


El músico de la guitarra triste

Siempre en la misma ruta
el músico de la guitarra triste
se pone a cantar
con un sombrero de palma
que contiene diez monedas y dos billetes rotos.
Canta una canción que alcanza a romper el corazón de un pájaro.
Qué bueno que la música no necesita verse
porque ese hombre está ciego.
Qué bueno que la música no necesita piernas
porque ese hombre está cojo.
Sentado, toca su guitarra,
una guitarra triste, sucia y desafinada.
Un hombre se acerca y le ofrece 20 billetes de 100,
el músico acepta y la guitarra se va.
Días después, veo la guitarra limpia y afinada,
en una tienda de artesanías.
Toco unas notas, parece igual de triste.
Canto pero no sucede nada.
Le pago al empleado y salgo a la calle.
Recito un poema con la guitarra,
improviso una melodía.
Siempre quise hacer esto.
La gente comienza a darme dinero.
Parece que la poesía y la música
pueden hacerme feliz.

(Nayeli Rodríguez Reyes)


Oda a una guitarra

Llegaste un día de la mano de dos hermanos.
Luego te llevaron durante un tiempo a otra parte,
pero regresaste para quedarte.
Y encajaste a la perfección en el paisaje de la casa y sus iconos.
Los había religiosos,
otros nos recordaban a los miembros de la familia
y no faltaban los musicales.
Como ese almirez de bronce que asomaba su sonido en las navidades,
el piano que, majestuoso, invadía de notas musicales todos los espacios,
la sonoridad que salía del rasgueo de tus cuerdas
y hasta esa flauta dulce que se convirtió en fiel compañera.
Soportaste con paciencia mis primeras envestidas
y me acompañaste en ese rabioso “Mundo cruel” adolescente.
Y así, poco a poco, fueron llegando las canciones,
propias y ajenas,
en solitario y en compañía,
en casa, fuera de ella y hasta en la calle.
Ahora, según escribo estos versos, te miro en una fotografía.
Ahí, en medio del paisaje de libros, te veo entre mis manos.
Y es que mi hermana quiso que allí estuviéramos.
Algunas veces, pocas, me atreví a retratarte.
En esta ocasión te situé sobre un viejo sillón,
de los dos que conservaba mi madre de sus ancestros.
Te llené de luz y te adorné de colores.
Quise realzar esa fuerza que desprendías
en los momentos que acompañabas a mi voz.
Una forma de reflejar alegría y esperanza.

(Diego Sánchez)


La guitarra

El placer de sufrir, de odiar, me tiñe
la garganta con plásticos venenos,
mas la cerda que implanta su orden mágico,
su grandeza taurina, entre la prima
y la sexta
y la octava mendaz, las sufre todas.
El placer de sufrir... ¿Quién? ¿a quién?
¿quién, las muelas? ¿a quién la sociedad,
los carburos de rabia de la encía?
¿cómo ser
y estar, sin darle cólera al vecino?
vales más que mi número, hombre solo,
y valen más que todo el diccionario,
con su prosa en verso,
con su verso en prosa,
tu función águila,
tu mecanismo tigre, blando prójimo.
El placer de sufrir,
de esperar esperanzas en la mesa,
el domingo con todos los idiomas,
el sábado con horas chinas, belgas,
la semana, con dos escupitajos.
El placer de esperar en zapatillas,
de esperar encogido tras de un verso,
de esperar con pujanza y mala poña;
el placer de sufrir: zurdazo de hembra
muerta con una piedra en la cintura
y muerta entre la cuerda y la guitarra,
llorando días y cantando meses.

(César Vallejo)


Guitarra, dímelo tú

Si yo le pregunto al mundo,
El mundo me ha de engañar
Cada cual cree que no cambia
Y que cambian los demás

Y paso las madrugadas
Buscando un rayo de luz
¿Por qué la noche es tan larga?
Guitarra, dímelo tú

Se vuelve cruda mentira
Lo que ayer fue tierna verdad
Y hasta la tierra fecunda
Se convierte en arenal

Y paso las madrugadas
Buscando un rayo de luz
¿Por qué la noche es tan larga?
Guitarra, dímelo tú

Los hombres son dioses muertos
De un tiempo ya derrumbao
Ni sus sueños se salvaron
Sólo la sombra ha quedao

Y yo le pregunto al mundo
Y el mundo me ha de engañar
Cada cual cree que no cambia
Y que cambian los demás

Y paso las madrugadas
Buscando un rayo de luz
¿Por qué la noche es tan larga?
Guitarra, dímelo tú

(Atahualpa Yupanqui)