lunes, 31 de agosto de 2015

¿Fue Pemán fascista, misógino y asesino?

Hace un mes el pleno del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera acordó retirar el busto de José María Pemán instalado en el Teatro Villamarta. Los medios de comunicación han tratado la noticia desde distintos puntos de vista y familiares del propio escritor gaditano han llegado a interponer una demanda a Ana Fernández, concejala de IU, por el empleo de la palabra "asesino". No está de más que profundicemos un poco en lo sucedido y, ante todo, en el personaje que nos ocupa.  

La polémica en torno a la retirada del busto de Pemán

A finales de la anterior legislatura municipal, con el PP en el gobierno, se inauguró la ubicación del busto en la antesala del teatro jerezano. En marzo IU presentó una moción para que se retirase, haciéndose eco de la propuesta planteada por la Plataforma por Memoria Democrática de Jerez y basándose en la legislación vigente. Después de distintos avatares y ya con el nuevo ayuntamiento surgido de las elecciones de mayo la iniciativa volvió a ser presentada, contando con el apoyo de Ganemos Jerez y el PSOE. 

Hace unos días me enteré que familiares de Pemán habían presentado una demanda de conciliación por un delito de calumnias contra Ana Fernández. Consideran que el honor y la dignidad de su padre ha sido mancillado por la calificación de "asesino" utilizada por la concejala jerezana de IU durante la sesión plenaria. Para ser más concreto, la expresión completa fue la de "fascista, misógino y asesino". 

El pasado miércoles me llegó un correo de la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica "Jerez Recuerda", en el que se adjuntaba un comunicado de dicha asociación anunciando que "se presentará, si es requerida, para declarar como testigo de que la complicidad de José María Pemán en crímenes de lesa humanidad y de instigación a los mismos fue un hecho histórico más que evidente". Por otra parte, IU de Jerez ha mostrado su apoyo hacia Ana Fernández, a la vez que ha aclarado algunos pormenores de lo ocurrido. Curiosamente, y casi de inmediato al acuerdo tomado por el ayuntamiento de Jerez, el actual alcalde de Cádiz, José María González, se opuso a que algo parecido pudiera ocurrir en su ciudad con la retirada del nombre del Teatro Pemán, justificándolo con un "ha sido y será de forma indeleble uno de los mayores representantes de las letras gaditanas". 

No ha faltado la controversia mediática en torno a lo ocurrido. Los medios conservadores han lanzado una ofensiva en una doble dirección: de un lado, la defensa de la figura de Pemán, aderezada de sus méritos literarios; de otro, la reiterada oposición a todo lo que esté relacionado con la memoria histórica de la guerra civil y el franquismo, y a la responsabilidad de quienes perpetraron graves delitos.

Y es aquí donde José María Pemán cobra importancia. Desde quienes le defienden se quiere resaltar ante todo la figura de un intelectual de primera fila, dados sus méritos como escritor, poeta, autor teatral, periodista e incluso orador. Y, a la vez, quieren dejar de lado su participación en varios momentos relevantes de nuestra historia y especialmente su apoyo activo a las dictaduras de Miguel Primo de Rivera y de Francisco Franco. 

El político e intelectual monárquico, autoritario y católico integrista  

José María Pemán fue un hombre fiel al medio social en que nació. Vinculado a la burguesía comercial gaditana y a la terrateniente jerezana (1), siempre se movió en los ambientes que le correspondían por origen, si bien alejado del liberalismo y con un escoramiento claro hacia el autoritarismo y el integrismo católico. 

Durante la primera de las dictaduras Pemán formó parte de la primorriverista Unión Patriótica y en varias ocasiones fue representante en la Asamblea Nacional Consultiva. Después, ya en la IIª República, estuvo vinculado a grupos monárquicos de extrema derecha y a la revista Acción Española, un refugio-vivero de políticos e intelectuales reaccionarios, e incluso tuvo cierta relación con el golpe militar que el general Sanjurjo encabezó en 1932. También llegó a ser elegido diputado entre 1933 y 1936 dentro de una candidatura conservadora. 

Ya durante la Guerra Civil formó parte del primer gobierno del bando sublevado, conocido con eufemismo de Junta Técnica del Estado, en el que fue titular de la Comisión de Cultura y Enseñanza, equivalente al ministerio de Educación. Y fue con él cuando se inició la tarea de depuración de las personas del mundo de la enseñanza. En una de las órdenes se decían cosas, luego cumplidas a la perfección, como éstas: "es necesario garantizar a los españoles, que con las armas en la mano y sin regateos en los sacrificios y sangre salvan la causa de la civilización, que no se volverá a tolerar, ni menos a proteger y subvencionar a los envenenadores del alma popular, primeros y mayores responsables de todos los crímenes y destrucciones que sobrecogen al mundo y han sembrado de duelo la mayoría de los hogares honrados de España" (2).

Alberto Reig Tapia ha calificado a Pemán de tradicionalista fascistizado (3). No resulta desatinada tal apreciación, sino todo lo contrario, teniendo en cuenta que supo compatibilizar en lo político-ideológico sus orígenes anclados en el tradicionalismo monárquico con el fascismo preponderante en buena parte de Europa, con Franco, de hecho, como tercera espada, junto a Mussolini y Hitler. El fascismo español tuvo mucho de esa amalgama de católicos integristas, monárquicos alfonsinos, carlistas, fascistas, nazis, militaristas... Todo un bloque político basado en una base social, con hegemonía en la vieja oligarquía, que boicoteó desde el primer momento a la república y sus reformas, y que finalmente optó por la vía de la violencia: "Dios nos ha mandado la suprema lección de una guerra, que por eso digo que era conveniente; conveniente para que en su transcurso nos purifiquemos" (4)

Pemán fue una figura de primera fila de esa amalgama, siempre dispuesto a lo que le mandasen, disciplinado incluso hasta integrarse en la FET y de las JONS, las siglas que desde 1937 representaban la fusión del tradicionalismo integrista y el fascismo. Y fue también, al decir también de Reig Tapia, un "genuino intelectual 'orgánico', firmemente comprometido en la legitimación del poder autocrático" (5)

Enemigo de cualquier veleidad que no contemplase la concentración del poder, la primacía de la religión católica y la reivindicación de un pasado glorioso -que sitúa desde el medievo, pero con el esplendor en el siglo XVI- unos versos suyos (6) lo ilustran claramente:

Cuando hay que descubrir un Nuevo Mundo
o hay que domar al moro,
o hay que medir el cinturón de oro
del Ecuador, o alzar sobre el profundo
espanto del error negro que pesa
sobre la Cristiandad, el pensamiento
que es amor en Teresa
y es claridad en Trento,
cuando hay que consumar la maravilla
de alguna nueva hazaña,
los ángeles que están junto a su Silla,
miran a Dios... y piensan en España.

Misógino declarado, por no decir descarado, a él se le deben palabras como: "Dios hace las cosas bien y con orden. ¿Para qué iba a construir con excesivo mecanismo intelectual el alma de un ser destinado, por esencia, a las bellas sinrazones del cariño?"; o también: "Cuando Dios quiso sancionar el pecado original, impuso a la mujer un doble castigo: el dolor de la maternidad y la sujeción al varón, que la dominaría" (7).

En sus versos sigue presente esa misoginia (8), que en ocasiones centra en las mujeres "rojas" y en la línea de lo que el "científico" nazi Antonio Vallejo-Nágera intentó demostrar por aquellos años:

Así gritan, al fondo de la calleja oscura,
los bramidos de las fieras,
de mil hombres borrachos de locura
y mil sucias rameras,
en furia de sexo hambriento y sin ternura.

No faltan tampoco versos donde mezcla su odio hacia las mujeres y el antijudaísmo (9), como lo que dedica a la diputada del Frente Popular Margarita Nelken:

Y aquella tarde, contra
las luces del crepúsculo sangriento,
una Walkiria rubia, desmelenada al viento,
llena los aires de rencor: "Las piedras 
del Alcázar -les grita- serán lechos
de vuestras mujeres y nuestros milicianos"
Y las uñas sangrantes de sus manos
repintadas, profanan la serena
tarde y la dulce Sagra de abejas de oro llena.
¡Ay maldita, maldita
tú la hebrea; la del hijo sin padre: Margarita! 
¡nombre de flor y espíritu de hiena!

Precisamente el antisemitismo de Pemán es resaltado por el historiador Herbert R. Southworth (10), para quien el Poema de la Bestia y el Ángel no es otra cosa que una transcripción lírica de la obra Protocolos de los sabios de Sión, de la que dice que "eran muy populares en España, en los medios aristocráticos y clericales". No debemos olvidar que en la "conspiranoia" victimista franquista del primer momento se empleó tanto lo de la conjura comunista como la judeo-masónica.  

Fuera ya de su responsabilidad en la Comisión Técnica del Estado desde 1938 y acabada la guerra siguió jugando un papel importante como propagandista del régimen y como tal, como intelectual orgánico. Entre sus obras se encuentra una Historia de España contada con sencillez. Para los niños... y para muchos que no lo son, dedicada al propio Franco y donde aplica un relato histórico acientífico y maniqueo, algo que, por otr a`rate, no le importaba. En su apología del dictador escribió: "Franco no es el 'dictador' que preside el triunfo de un partido o sector de la nación. Es el padre que reúne bajo su mando, como una gran familia, todas la fuerzas nacionales de España" (11).   

No dejando nunca de ser franquista, pero como tantos otros monárquicos, con el tiempo fue alejándose del activismo político fascista y en algún momento dejando caer, con mayor o menor descaro, que en realidad no fue lo que fue. Sus artículos en ABC buscaban encontrar un mayor acomodo en el juanismo monárquico e incluso, como ha señalado Rodríguez-Puértolas, intentó reivindicarse en El Séneca a través de un "personaje socarrón" que pretendía "compendiar el espíritu irónico andaluz" (12)

¿Fascista, misógino y asesino?

Decir que José María Pemán fue un fascista, teniendo en cuenta su participación activa en el bando sublevado durante la Guerra Civil y, al menos, durante los primeros años de la postguerra, resulta evidente. Decir que fue misógino, tampoco resulta errado. ¿Y asesino? Lo que no se puede hacer es negar la responsabilidad que tuvo como partícipe de las decisiones políticas desde su puesto de miembro de la Comisión Técnica del Estado y como propagandista de quienes provocaron esos años de plomo y sangre. Sobre sus méritos literarios, que cada cual los disfrute, si es que puede.  

Para Oñate Méndez, su evolución política de los últimos años, siempre dentro del conservadurismo, no fue otra cosa que haber entendido que "la revolución había dejado de ser un problema" (13). Cumplido su papel, Pemán se habría permitido apuntarse al célebre aforismo de Lampedusa en su novela El Gatopardo“Si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie”. Y encima con el precio de la desmemoria, algo que en Jerez se han negado a que se siga permitiendo.  


Notas

(1) Alfonso Oñate Méndez (2006), "José María Pemán, toda una vida dedicada al orden", en Ubi sunt? Revista de historia, n. 19.   

(2) Citado en Alberto Reig Tapia (1999), Memoria de la Guerra Civil. Memorias de la tribu, Madrid, Alianza Editorial, p. 257.
(3) En la obra antes citada  su autor dedica a Pemán dos capítulos, en el segundo de los cuales, "Propagada e ideología: el intelectual orgánico", se refiere a él como tradicionalista fascistizado (pp. 269-272).
(4) Reig Tapia, p. 253.
(5) Reig Tapia, p. 272.
(6) Poema de la Bestia y el Ángel, publicado en 1938 por Ediciones Jerarquía.
(7) Citados tanto en wikanda.es como en wikipedia.org
(8) Poema de la Bestia y el Ángel. 
(9) Poema de la Bestia y el Ángel.
(10) El mito de la Cruzada de Franco, Paris, Editions Ruedo Ibérico, 1963, p. 84 y n. 488 de pp. 227-229.
(11) Julio Rodríguez-Puértolas (1986), Literatura fascista española, v. 1 Historia, Madrid, Ediciones Akal, p. 666. 
(12) Rodríguez-Puértolas, p. 669.
(13) Alfonso Oñate Méndez.



Post data

Este artículo ha sido publicado en Rebelión
Por otro lado, en la página Memoria histórica de Jerez, de Cristóbal Orellana, apareció ayer un artículo con el título "La izquierda en Jerez opina alto y claro sobre Pemán y el franquismo" en que se ofrecen varios enlaces muy interesantes sobre el tema, uno de los cuales es el de mi artículo, lo que agradezco. Y los enlaces del artículo, desde Rebelión o desde mi propio blog, son numerosos, por lo que creo que su difusión está siendo grande. 

domingo, 30 de agosto de 2015

Manifestación contra las próximas macromaniobras de la OTAN en Barbate

Unas mil personas nos manifestamos ayer por el Paseo Marítimo de Barbate. La convocatoria ha corrido a cargo de la Plataforma Recuperemos el Retín. Y el motivo, la oposición a las anunciadas maniobras de la OTAN entre octubre y noviembre, que tendrán lugar entre la Sierra del Retín y las aguas de la Bahía de Barbate. Una más entre tantas que anualmente se celebran desde que en 1981 se ubicara en el término municipal un campo militar. En esta ocasión se dice que se trata de unas macromaniobras, dado el volumen de militares participantes y el tiempo que emplearán. El acto es el primero de otros que se irán sucediendo en las próximas semanas. Me ha llamado la atención que hasta ahora ningún medio de comunicación escrito de la provincia haya recogido lo sucedido ayer, pese a la presencia de periodistas y cámaras. Ni siquiera lo han hecho dos periódicos digitales de ámbito local. Ignoro qué habrán hecho las emisoras de radio y televisión. Pero qué raro me parece todo. Pues nada, a seguir dando guerra para evitar que se sigan haciendo guerras o preparándose para ellas.      

Post scriptum

Me he enterado que Tercera Información (prensa alternativa, claro) ha publicado algo sobre lo ocurrido ayer y, en efecto, hace cinco horas salió un breve escrito de Cristóbal Orellana: "Barbate contra el campo de tiro y diciendo alto y claro: NO a la guerra, sí al trabajo y sí a la Paz".  

sábado, 29 de agosto de 2015

El levante algo enfurecido


























Hoy es día de levante. No sé qué velocidad ha alcanzado, pero, sin vaciarla, ha dejado la playa de Barbate con escasos visitantes y ha impedido el trasiego continuo de gente que cada día de verano 
llega hasta la Barra. He sentido su tacto mientras paseaba por la playa, entre el agua y la arena. Sé que eso es hacerlo con ventaja, lejos del peligro que corren los héroes que se atreven a navegar por el mar en busca de sus residentes y que en tantas ocasiones les ha llevado a la muerte. Y lejos también de quienes en su intrepidez le retan montados sobre tablas para sentir el placer de surcar sus olas. Mi lucha ha consistido en soportar sus estridencias racheadas. Con esa arena fina que lanza sin cesar y que se estrella como pequeños picotazos sobre los cuerpos. Esa arena que espolvorea por el aire y difumina el horizonte para hacerlo casi desaparecer. He visto en la Barra cómo se entremetía en el combate que día a día mantienen el río y el mar para hacer valer sus aguas, provocando un mayor revoltijo en su ir y venir. Y me ha hecho balancear cuando buscaba llegar a pie al pequeño islote de arena que se ha quedado aislado entre las aguas. Ahora parece que se va calmando, mientras la playa se va vaciando en su ciclo de bajamar. Pero esta tarde, ha soplado algo enfurecido. Como con ganas después de largas semanas de haber estado aletargado.         

La abuela, su casa y el enredo de la justicia

Josefa Hernández cometió dos delitos: el que le llevó a la cárcel y el de ser una mujer humilde. El primero, no necesariamente debía conllevar que se hiciera efectiva su entrada en una institución penitenciaria. El segundo no lo es como tal, pues no está recogido en código de derecho ninguno, pero sí lo es de hecho. El delito real ha sido construir una vivienda en terreno protegido de parque natural en la isla de Lanzarote y luego negarse a derribarla. Ella, una mujer de 62 años, adujo siempre que era la vivienda para su familia, prole de la prole incluida. Desde luego que la casa no es un mamotreto de hormigón. Ni un lugar de especulación, tampoco. La magistrada que la juzgó en primera instancia decidió llevarla a prisión por el agravante de rebeldía, al negarse al derribo y haber hecho una ampliación. La fiscalía, sin embargo, se opuso y envió para ello dos informes al juzgado. La ciudadanía del lugar y los representantes políticos se movieron para evitar la decisión judicial, llegando a solicitar al gobierno el indulto de Josefa. Pero ni la magistrada ni el gobierno movieron ficha, por lo que el lunes tuvo que entrar en la cárcel ubicada en su isla. Anteayer, sin embargo, la Audiencia Provincial de Las Palmas ordenó su excarcelación. En el auto, con reprimenda incluida a Josefa, echa una mano a la colega del juzgado por su decisión, que considera ajustada a derecho, pero luego la contradice, en la línea de la fiscalía, cuando valora que Josefa no es peligrosa y está en "circunstancias especiales" (¿no podría haber hecho lo mismo la susodicha magistrada?). Ayer el gobierno, cualquier cosa menos raudo, anunció su indulto. Mientras tanto, miles de moles de cemento construidas ilegalmente siguen levantadas frente al mar y/o en medio de espacios naturales como si nada. Si eres humilde, malo. Si perteneces a la estirpe de quienes tienen dinero, te libras. ¡Ay, la justicia! ¡Y, ay, también del gobierno!

jueves, 27 de agosto de 2015

La desvergüenza inagotable de Esperanza Aguirre

Esperanza Aguirre quizás sea quien mejor represente lo que es el PP. Decir ser una cosa y ser la contraria. Declarada liberal, por aquello de defender la privatización de lo público, no duda en hacer del estado, en cualquiera de sus niveles administrativos, como la fuente de financiación de las empresas particulares que han de controlar la economía y la gestión de lo público. Y precisamente ella, casada con un empresario que ha hecho de las concesiones públicas y la obtención de subvenciones su modus vivendi. Liberal en la economía, pero conservadora en lo concerniente a los derechos civiles, donde no duda en aliarse con quienes defienden su limitación o simplemente la negación. Pero no sólo esto, como a continuación intentaré demostrar.

Tiene un estilo de actuar que ha ido reforzando a medida que ha pasado el tiempo. Dueña de una fuerte personalidad, capaz de lanzar todo tipo de acusaciones e improperios contra quienes se enfrenten a ella, es capaz de hacerse pasar, cuando la ocasión lo requiere, como víctima, en forma de una mujer demasiado confiada o de una viejecita indefensa. 

Pese a su paso mediocre por el primer gobierno de José María Aznar, en el que rozó el ridículo como ministra de Educación (sin contar su clamoroso gazapo acerca de "Sara Mago"), y por la presidencia del Senado durante la segunda legislatura aznarista, ha sido como presidenta de la Comunidad de Madrid como ha cosechado el summum de su personalidad política. Beneficiaria directa del tamayazo, que le aupó a la presidencia, ha batido todas las marcas de cómo actuar con el mayor de los descaros, sin vergüenza ninguna, en cada una de las actuaciones realizadas por ella misma y por su entorno político. Ha sido la protectora de quienes han organizado y/o se han beneficiado de dos de las tramas de corrupción mayores conocidas -la Gürtel y la Púnica- o se encuentran, por distintas razones, bajo proceso judicial. Ha llegado más lejos que nadie en el proceso de privatización de los servicios públicos, en especial el sanitario y el educativo. Ha seguido la senda, propulsada por antecesor en el cargo, Alberto Ruiz Gallardón, del despilfarro en la construcción de obras faraónicas, a costa de las arcas de las públicas, para beneficio de empresas y amiguetes, tales como autopistas con escasez de coches, instalaciones deportivas o, entre tantas otras, la última de la Ciudad de la Justicia. Ha sido protagonista de situaciones entre rocambolescas y descaradas, como referirse a determinados arquitectos con la frase "habría que matarlos"; huir de la policía cuando estaba siendo objeto de unas diligencias por una infracción de tráfico; encararse de forma chulesca con una trabajadora sanitaria; erigirse en ser quien destapó la trama Gürtel; volver efímeramente a su puesto de funcionaria municipal cuando dimitió de la presidencia de su Comunidad para pasar a ser fichada como asesora de una empresa de cazatalentos... 

Durante la campaña electoral pasada como candidata a la alcaldía madrileña hizo ostentación de un programa electoral que ocupaba un simple folio. Pese a ello, no ha sido capaz de asimilar su derrota. En las conversaciones previas a la investidura no dejó de enredar y lanzar propuestas, a cuál más peregrina, con tal de evitar que Manuela Carmena alcanzara el sillón de la alcaldía. En los últimos días ha vuelto a las suyas y ha lanzado una especie de nuevo tamayazo. No por ridículo, ha propuesto que la candidata de Ciudadanos asuma la alcaldía con el apoyo del concejal defenestrado del PSOE Antonio Carmona, asumiendo éste y ella misma las vicealcaldías. 

Y en medio de todo esto ha salido de nuevo a la luz lo de la Ciudad de la Justicia, con los más de 100 millones de euros derrochados en unas obras apenas iniciadas y paralizadas en 2008; con los 17 puestos directivos, repartidos entre amiguetes, de un total de 20 contrataciones y que han estado cobrando hasta 2012 para luego beneficiarse de indemnizaciones más que generosas; o con los 12.000 euros mensuales que cuesta mantener la seguridad de un edificio en su fachada. Y encima, al más puro estilo Aguirre, no la ha faltado desviar su responsabilidad hacia "todos los estamentos de la Justicia".

Esperanza Aguirre, genuina representante del PP como partido y de la base social sobre la que se sustenta. Decir una cosa y ser otra. No sólo como definición ideológica, sino como actitud ante la vida. Y hacerlo con descaro y sin vergüenza. Señal de que se sigue(n) sintiendo fuerte(s). Como si todo fuera suyo.

lunes, 24 de agosto de 2015

De muros y tanques...

Llevamos meses viendo el aumento del trasiego constante de miles y miles de personas que intentan cruzar las fronteras europeas desde el sur o que, ya dentro, buscan reubicarse como pueden. Personas que son víctimas de las guerras que están sufriendo o de la miseria instalada en sus países de origen. A la par, quienes gobiernan en Europa discuten sobre cupos, sobre la forma de disuadir o retener a esa riada humana que no cesa e incluso sobre la condición religiosa que deben tener. Entre gases y porrazos se están levantando nuevos muros para dificultar su paso. 

Ayer Yanis Varoufakis denunció que la primavera griega fue aplastada no por los tanques, sino por los bancos. La primavera que supuso la llegada de Syriza al gobierno en enero y el rotundo triunfo del no en el referéndum de julio. Sin pelos en la lengua, el antiguo ministro de Finanzas lanza sus diatribas contra los responsables de la crisis griega, advierte de los riesgos que corren otros países, denuncia dónde se encuentra el origen de la situación que lleva años viviendo Europa, se atreve a calificar de terrorista a la troika y no duda en mostrar sus distancias del rumbo tomado por Tsipras y su gente.

Tiempo ha, en plena Guerra Fría, sentimos el permanente acoso de una propaganda que nos hablaba del Telón de Acero, del Muro de Berlín, de los tanques soviéticos sofocando primaveras en Budapest y Praga... ¿Y ahora, qué está ocurriendo?  

jueves, 20 de agosto de 2015

Tato Cort y sus retratos

El artista Tato Cort es un excelente retratista. He podido ver bastantes de los que ha hecho en sus exposiciones por Barbate y, más concretamente, en lo que es su lugar favorito para hacerlas: el café-bar La Galería. El otro día recibí su llamada para comunicarme de su nueva presencia en Barbate, esta vez con nueve retratos de personajes famosos del mundo de la pintura, la música y hasta la política con el título "Y desde el caos surgieron las miradas". En las paredes del café-bar pueden contemplarse estos días los rostros de Malevich, Prokofief, Mahler, Fidel Castro, Giacometti, Miró, Lennon, Bernarda de Utrera y Paco de Lucía. Sus miradas atraen, si es que no atrapan, no sólo a quienes buscan las pinturas, sino a quienes pasan por allí. Como anécdota, al principio de la inauguración buscábamos a Camarón de la Isla, cuyo nombre e imagen aparecen entre los diez del separapáginas de la exposición, a lo que Tato nos contestó con un "no he hecho todos los deberes".       

Hace tres años participó en una exposición colectiva en Arroyo de la Miel, Málaga, donde expuso su retrato de Picasso, luego visto en Barbate, al cual me referí en este cuaderno ("Tato Cort, Picasso y Matisse") para ayudar a comprender la relación existente entre sus intenciones y su concreción plástica. Meses antes había realizado otro, dedicado al amigo común y también artista Luis Valverde Luna, con motivo con el homenaje que le dedicamos tras su fallecimiento. De éste, magnífico, tengo el privilegio de poderlo contemplar casi a diario en los meses de curso, pues está expuesto de una forma permanente en el salón de actos del instituto Trafalgar.

No me canso de repetir el buen hacer de este artista, del que tengo la suerte
de conocerlo en lo personal desde hace un montón de años y, por supuesto, de disfrutar de algunas de sus obras en mi propia casa, lo que no es poco. 

Pasar estos días por La Galería, en el Paseo Marítimo de Barbate, es una forma de ver y disfrutar de arte del bueno. En este caso, frente a las miradas de quienes no tuvieron más remedio que posar ante Tato Cort. 

(Retratos que aparecen en las fotografías: primera, "Malevich" y Prokofief"; segunda, "Mahler", "Castro", "Giacometti" y "Miró")

"Vamos", una canción de Lucía Sócam que invita a la rebeldía



















Fue en enero pasado cuando escuché por primera vez a Lucía Sócam, autora de la música del documental La noche de los ochenta, de Jorge Rodríguez Puche. Como ya escribí en este cuaderno ("La represión en el pueblo malagueño de Teba"), está basado en las exhumaciones de las víctimas de la represión fascista habida durante la guerra y se adjunta al libro Teba se desangra
En el mes de marzo Lucía Sócam participó directamente, al igual que el cantaor Juan Pinilla, en la campaña de las elecciones andaluzas junto con el candidato de IU, Antonio Maíllo, para lo que interpretaba su canción "Vamos". 

A través de la red se pueden ver vídeos suyos con las canciones que ha ido creando. Dispone, así mismo, de una página web, "Lucía Sócam", donde se puede acceder a buena parte de su trabajo, además de conocer su trayectoria personal. El componente social y político es claro, acorde con su postura militante en la vida. Siete han sido los discos que ha editado, uno de ellos junto con Juan Pinilla. En ellos se desgrana un mosaico de personajes más (Blas Infante, Hugo Chávez, María Teresa León, Diamantino García...) o menos (Concha Carretero, Amina, Francisco Javier Verdejo...) conocidos, y de acontecimientos o situaciones que quiere resaltar o recordar para que no se olviden (la revolución de Asturias, las Trece Rosas, su pueblo, la memoria histórica, los campos de exterminio nazis...). Lucía Sóncam pertenece es una cantautora, una especie venida a menos, pero que ella ofrece con su voz llena de ribetes andaluces. Sevillana de origen -y más concretamente, de Guillena- no para de recorrer las tierras de Andalucía, sin olvidar las de otros pueblos de la Península, incluidos los de Cataluña. 


Ayer leí en andalucesdiario.es el artículo "'Vamos' o el canto de la unidad popular", de Joaquín Recio, donde se extiende acerca del recorrido que ha tenido la canción, inserto en las movilizaciones populares de los últimos años, y del potencial que le confiere, como se indica en el título del artículo. Precisamente Recio es autor de la letra de una de sus canciones, "Arenas y metralla", dedicada a Francisco Javier Verdejo, militante de la JGRE que murió hace 39 años en una playa de Almería por los disparos de guardias civiles cuando realizaba la pintada "Pan, trabajo, libertad". 


"Vamos" es una canción que invita a la rebeldía, a no dejarse llevar por la desidia, a permanecer siempre en acción, mostrarse solidario:  



¡Vamos!
Sal a la calle
¡Grita!
Levanta el puño
¡Vamos!
Que esto es por ti, por mi, por el futuro.

Escucharla anima y poder cantarla en grupo debe de ser una bella experiencia. Joaquín Recio nos propone en su artículo que "cantando juntos, saliendo con la alegría a la calle, no habrá quien pueda con el cambio". Dejo aquí en enlace de la canción para comprobarlo:




   

miércoles, 19 de agosto de 2015

La sinrazón de La Razón contra Carmena

El diario La Razón pertenece al modelo de prensa descaradamente manipuladora. Tienen como director al inefable Francisco Marhuenda, que lo es también un asiduo permanente de las tertulias televisivas y radiofónicas. Su diario se ha especializado en unas portadas donde la manipulación se funde con la peor de las desvergüenzas. Él mismo es un estómago agradecido, como tantos otros, que supo aprovechar su ligazón con el PP en los años noventa para crear su carrera profesional como profesor universitario y luego llegar a la cima de la jerarquía política. No en vano Marhuenda, militante del PP, fue jefe de gabinete de Mariano Rajoy cuando era ministro de Educación con José María Aznar. Su puesto como director de La Razón, junto con el de tertuliano todoterreno, no deja de ser el papel que le corresponde jugar en el aparato pepero para ayudar a crear opinión ensalzando a toda costa a su gente, con Mariano a la cabeza, y demonizando al enemigo, el formado por el mundo del "rojerío" y de "los progres". Y para eso vale cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo. A la alcaldesa de Madrid le tienen muchas ganas y buscan cualquier ocasión para lanzarse a su yugular. Lo último de ese periódico ha sido la portada dedicada a Manuela Carmena y sus vacaciones en una villa lujosa en Atlanterra, sita en el término de Tarifa y contigua a Zahara de los Atunes. En la portada se destacó el precio del alquiler -4.000 euros por una semana-, pero omitía que en ella pararon ocho personas, que el viaje se lo pagó de su bolsillo, que no llevó escoltas... Pero eso no importa, porque el objetivo ya se ha cumplido. La clientela del periódico y de los medios por donde pululan en sus tertulias su director, su subdirectora y otros miembros de la redacción han conseguido la carnaza que necesitan para alimentarse diariamente. Y hasta la próxima.    

lunes, 17 de agosto de 2015

Pinochet y Contreras, o la negación del mal

Hace unos días falleció el general Manuel Contreras. Fue un personaje 
terrorífico desde su posición de director de la DINA chilena y como tal, del principal pilar, que no el único, de la represión de la dictadura instaurada a partir del golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Acerca de la naturaleza de las acciones represivas y de las formas que adquirieron se sabe mucho, aunque no todo, con un grado de crueldad que puede resultar incomprensible. La explicación de ello no debe buscarse en la simple idea de la maldad humana per se, sino que hay que insertarla en contextos históricos concretos, que a su vez enlazan con tradiciones que les dan su singularidad. Sobre esto último no debemos olvidar cómo se conformó el ejército chileno a lo largo de las décadas anteriores al golpe y las contradicciones que había en su seno. 

En el seno de la izquierda chilena se había desarrollado la idea de que en el ejército existía una amplia tradición constitucionalista, respetuosa con la voluntad popular expresada en las urnas, que evitaba su intervención directa en la vida política. Pero, en todo caso, en ese ejército se mantuvo latente también una tradición, surgida a finales del silgo XIX, que se expresaba en la idea de un ejército garante de los intereses de la oligarquía. Un ejército intervencionista en los asuntos que ponían en peligro sus intereses, represor de cualquier manifestación que supusiera la resistencia de los sectores populares a la explotación y los abusos sociales. El que en 1952, tras la salida de la presidencia de Gabriel González Videla, se iniciara un periodo de reflujo militar, reforzó la idea arraigada en el seno de la izquierda de un ejército constitucionalista, mantenida durante los años de gobierno de la Unidad Popular. El general Carlos Prats fue su principal expresión y del propio Augusto Pinochet, su sustituto en la comandancia del ejército, se creía que pertenecía a esa tendencia.

América Central y del Sur sufría una fuerte intervención imperialista por parte de EEUU desde el siglo XIX, lo que suponía la presencia creciente de empresas y la lucha contra cualquier intento de cambio político contrario a sus intereses. El contexto de Guerra Fría no hizo más que intensificar la presión imperialista contra los diversos movimientos sociales y políticos que fueron surgiendo en distintos países. Al poco de finalizar la Segunda Guerra Mundial, en 1946, se fundó la conocida como Escuela de las Américas, una institución ubicada en Panamá, pero gestionada por EEUU, que tenía como objetivo la formación de cuadros militares desde el prisma de la defensa de los valores de la libertad y la lucha contra el comunismo. En realidad no dejaba de ser una fachada que suponía defender los intereses económicos y geoestratégicos de EEUU frente a cualquier atisbo de cambio. Pero lo que en realidad se hizo en la citada institución militar fue la formación de varias hornadas de militares que aprendieron el manejo de diversos sistemas de represión y técnicas de tortura frente a potenciales enemigos. Represores conocidos fueron, entre tantos, el boliviano Hugo Banzer, el salvadoreño Roberto d'Abuisson, el peruano Vladimiro Montesinos o el chileno que nos ocupa, Manuel Contreras.

El triunfo de la revolución cubana fue una derrota imperdonable para EEUU, por lo que el camino que se estaba iniciando en Chile tras el triunfo de la Unidad Popular en 1970 debía ser cortado. Su modelo, basado en la profundización del proceso democrático en el que se conjugaba lo electoral con la participación directa y la movilización populares, resultaba inasumible para el imperio. Y es aquí donde su intervención a través de la CIA y el papel jugado por diversos agentes políticos y militares chilenos resultó clave para entender, primero, la forma en que se produjo el golpe, después, la forma y el grado de la represión y, por último, el modelo económico que dio lugar.

Se ha hablado estos días de las diferentes reacciones entre su gente ante la muerte de Pinochet y Contreras, habiendo siendo la de este último una expresión de cuasi soledad. También se hablado con frecuencia del grado de responsabilidad de uno y otro, teniendo en cuenta que Pinochet fue la máxima autoridad militar y política durante la dictadura. Por otro lado, se ha repetido que en ambos personajes nunca hubo un ápice de arrepentimiento sobre su comportamiento, negando incluso cualquier tipo de violación de los derechos humanos. Pese a que tras el fin de la dictadura surgieron fallas entre ambos, con el cénit en el careo que tuvieron hace una década reprochándose mutuamente los casos en los que judicialmente se demostró que vulneraron la legalidad, lo cierto es que se comportaron de la misma manera ante la justicia chilena. Fueron hombres que aunaron la tradición de un ejército garante de la oligarquía y el anticomunismo ligado a la Guerra Fría. 

La dictadura acabó y una parte de quienes participaron en la represión han sentido la acción de los tribunales de justicia y el oprobio de buena parte de la ciudadanía, pero permanece la gran obra de Pinochet y sus secuaces, para la que actuaron empujados por sus amos: el mantenimiento y consolidación del capitalismo, algo que ningún gobierno ha tocado desde 1990.   

El sentido de culpa no existió tanto Pinochet como Contreras, porque fueron muy conscientes del papel que tenían jugar en su tiempo y acabaron cumpliendo con eficacia: primero, en el golpe de 1973, que puso fin a un gobierno que resultaba peligroso en el ejemplo que ofrecía a los otros países del continente americano; luego, en la dura represión, inculcada en las aulas de la Escuela de las Américas, donde Contreras aprendió cómo tratar a quienes encarnaban el peligro comunista; y finalmente, en el modelo capitalista implantado en Chile, en la senda de lo que acabó siendo el neoliberalismo, basado en la privatización extrema de la economía y la derogación de los derechos laborales.

Estos días he estado visionando varios programas de las televisiones chilenas donde tratan la figura del general Contreras. También, diversos documentales, más o menos recientes, sobre la represión durante la dictadura. Recomiendo ver tres: la entrevista que le hicieron en 2013 al propio Contreras, en la que niega, en una mezcla de cinismo y frialdad, la violación de los derechos humanos; la entrevista al historiador Gabriel Salazar, muy esclarecedora de la personalidad de Contreras dentro del ejército al que perteneció y el contexto en que vivió; y el documental El juez y el general, de Elisabeth Farnsworth y Patricio Lanfranco, donde se desarrolla el proceso de investigación por parte del juez Juan Guzmán de los crímenes de la dictadura. 

Manuel Contreras ha muerto recluido por algunos de sus crímenes. Una reclusión que estuvo llena de privilegios, es cierto, pero hubo de sufrir el oprobio de varias condenas judiciales, elevadas a varios cientos de años. Pinochet tuvo más suerte, porque murió en su casa, pero también recluido en ella por las duras acusaciones que pendían sobre él a expensas del juez Juan Guzmán, lo que, sin duda, hubo de resultarle más que una incomodidad. Lo de menos son sus conciencias, que sólo las tuvieron para ejercer el mal, en forma de terror, que le pidieron sus amos. Lo peor, sus víctimas. Lo mejor, que no murieron tranquilos y algún precio hubieron de pagar por ello.

viernes, 14 de agosto de 2015

Evo, Francisco y la cruz de Luis Espinal Camps

Hace un mes el papa Francisco visitó Bolivia, dentro de una gira por varios países latinoamericanos. Al margen del componente político que tuvo, en la medida que supuso el encuentro entre dos realidades en procesos de cambio, bastante alejado de los viajes que protagonizó en otro tiempo Juan Pablo II, quizás lo más anecdótico fue la entrega a Francisco por parte del presidente boliviano Evo Morales de un Cristo adosado a un martillo y una hoz. En muchos medios se han hecho valoraciones sobre la reacción del Papa, incluido cierto malestar por lo ocurrido. Las imágenes muestran a un Papa entre serio y con una breve sonrisa forzada, deseoso de salir del trance. Incluso se ha llegado a tachar al acto desde medios conservadores como provocador, blasfemo, sacrílego y hasta demoníaco, teniendo en cuenta que la hoz y el martillo no deja de ser el símbolo del comunismo. También he leído que desde el propio Vaticano se ha matizado la posible reacción negativa de Francisco.

Para la mayor parte de la gente ha pasado desapercibido que el enorme valor simbólico del objeto no era tanto una provocación como una reivindicación. La citada cruz es una réplica de la que en su día hizo Luis Espinal Camps, un sacerdote jesuita de origen catalano-español que vivió y murió en el país andino. Hombre creativo, era amante del cine, participando en varios trabajos cinematográficos, y aficionado a la escultura, tallando en madera numerosos objetos. Y uno de ellos fue su célebre cruz.  

Espinal Camps llegó a Bolivia en los años sesenta, como tantos otros misioneros provenientes del primer mundo, para predicar la resignación en vida con la esperanza de un premio tras la muerte. Pero acabó siendo un sacerdote comprometido socialmente (recomiendo el artículo de Pablo Stefanoni en Rebelión). Estuvo inmerso en la dura realidad latinoamericana, la misma que acogía la miseria de la mayoría de sus gentes y la riqueza vergonzante de sus oligarquías. La misma que abrigaba procesos políticos y sociales liberadores que acababan sofocados a base de cruentos golpes militares e intervenciones imperialistas. Y este cura amante del cine y las pequeñas tallas de madera, comprometido con el pueblo sufriente al que fue a evangelizar, acabó siendo víctima de esa oligarquía y esos militares feroces. En 1980 fue secuestrado y asesinado, precisamente cuando regresaba de una sala de cine. 

El nuevo Papa está sorprendiendo por su forma de ejercer el poder que le confiere su cargo. Ignoro cómo ha acabado encajando lo ocurrido con el presidente boliviano. En todo caso la entrega que éste le hizo de la réplica de una de las tallas de Espinal Camps, lejos de haber sido una provocación, no ha dejado de ser un acto reivindicativo hacia un sacerdote, jesuita como él.    

martes, 11 de agosto de 2015

Ordoliberalismo y hegemonía alemana en Europa

"El ordoliberalismo alemán, una jaula de hierro para el Viejo Continente" es el título de un interesante artículo que Le Monde Diplomatique ha publicado en la edición de agosto. Sus autores, François Denord, Rachel Knaebel y Pierre Rimbert, desarrollan de una forma pormenorizada los orígenes del ordoliberalismo, allá por el periodo de Entreguerras, su aplicación en los años del "milagro económico alemán" de los años 50 y 60, el papel que jugó en los primeros pasos de la comunidad económica europea y, por supuesto, el papel preponderante que está jugando en la actualidad. 

Nombres como Walter Eucken, Franz Böhm y Hans Grossman-Doerth, fundadores de la Escuela de Frifurgo, son piezas claves para sentar las bases de una doctrina político-económica que buscó atemperar el capitalismo cimentándolo desde un estado fuerte, constructor del marco institucional donde tuviera cabida una actividad económica basada en el mercado y la propiedad privada. Como pieza clave estaría la política monetaria, que buscaría evitar la inflación y el endeudamiento en exceso. Subsidiariamente habría que formar la mano de obra, fomentar el ahorro, construir infraestructuras, etc. 

El modelo expuesto no nacía de la nada, enlazando con ciertos aspectos de la tradición bismarckiana, y buscaba a la vez alejarse del liberalismo clásico del laissez-faire, que estaba en los orígenes de la crisis de los 30, del nazismo en ascenso y luego triunfante en su país y del socialismo que resultaba tan atractivo a amplios sectores de la clase obrera. Pese a provenir del campo de la Filosofía -el primero- o el Derecho -los otros dos-, pronto se sumaron a sus planteamientos economistas como Wilhelm Röpke o Alexander Rüstow, que aportaron diversos aspectos de la tradición conservadora, tales como la integración de la clase obrera en comunidades tradicionales (familia, iglesias, municipios...) o la negación del igualitarismo.

El paréntesis del nazismo llevó al exilio a parte de los integrantes de la Escuela de Friburgo, si bien uno de ellos, Ludwig Erhard, colaborador con el régimen nazi, acabó siendo a partir de 1949 desde su puesto de ministro de Economía en los gobiernos de Konrad Adenauer el personaje clave para la aplicación de los planteamientos ordoliberales durante los años del "milagro económico alemán". Una solución de la que EEUU se benefició, al estar alejada de las políticas económicas estatalistas que en el Reino Unido y Francia se estaban aplicando. Y un "milagro", por supuesto, del que no fue ajena la condonación de buena parte de la deuda  que la RFA había heredado de la guerra. 

Entre los pilares del nuevo modelo alemán destacaron la creación de un marco fuerte, la liberalización de los precios, la creación de un Bundesbank independiente o la lucha contra las limitaciones a la competencia. Para atraer al conjunto de la masa social, compensando así los posibles excesos del capitalismo, se generalizaron los seguros sociales, se construyeron viviendas sociales o se desplegaron ayudas a las pequeñas empresas. Y para financiarlo, se introdujo un impuesto sobre los beneficios y se extendieron los gravámenes sobre un consumo que se tornaba creciente. El término que se utilizó para designar el nuevo modelo fue el de economía social de mercado, un híbrido entre "Eucken y Bismarck, la regla contable teorizada en Friburgo y el sistema de protección social instaurado por el canciller con bigote a finales del siglo XIX". 

Si la CDU y su hermana bávara CSU fueron los partidos que gestionaron durante las dos primeras décadas el nuevo modelo, el resto de partidos (el SPD y el liberal FDP, primero, y luego Los Verdes) se ha visto también atraído por esos planteamientos. Pese al mayor keynesianismo de los gobiernos socialdemócratas de los 70 o el endeudamiento generado tras la unificación durante el gobierno cristianodemócrata de Helmut Kohl en los 90, hubo de ser durante el mandato del socialdemócrata Gerhard Schroeder, coaligado con Los Verdes, cuando se recuperó el rumbo ordoliberal en toda su dimensión. En la actualidad su sucesora Angela Merkel, ahora coaligada con el SPD, dirige de hecho las riendas de la Unión Europea.    

La conformación de la Comunidad Económica Europea a partir de 1959 no estuvo ajena a la influencia del ordoliberalismo alemán. La eliminación de las barreras aduaneras internas y la creación de un mercado comunitario fue el principal logro en los primeros momentos. Si en los años 80 Francia, con François Mitterrand como presidente, se vio obligada a ceder ante sistema monetario europeo, la firma del Tratado de Maastricht en 1992 supuso el marco bajo el que se establecería el nuevo modelo de integración, que adquirió el nombre de Unión Europea. El euro, como moneda fuerte común, el Banco Central Europeo, independiente de las otras instituciones, y el rigor presupuestario de cada uno de los países miembros se han erigido como los pilares del nuevo edificio. 

O dicho de otra, en palabras de los autores del artículo que nos ocupa, "el marco de Eucken se ha transformado  en una jaula de hierro".

domingo, 9 de agosto de 2015

El rato de Fernández Díaz con Rato

Sí, una reunión que mantuvieron el pasado 29 de julio el ministro de Interior y el que fuera ministro de Economía en tiempos de José Mª Aznar, luego director del FMI, presidente a continuación de Bankia y finalmente consejero de Telefónica. Sí, una reunión en el despacho del primero, una sede oficial, nunca privada. Sí, una noticia que saltó ayer y que no todos los medios de comunicación del sistema han recogido o destacado. Sí, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y un encausado en tres delitos económicos, tales como fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. Sí, el ministro de la recién aprobada ley mordaza y el ministro gurú de la desregulación financiera, las privatizaciones a precio de saldo y el ladrillazo. Sí, sí, ¿de qué hablarían?

sábado, 8 de agosto de 2015

En torno a los discursos sobre las migraciones, el racismo y el capitalismo

En 2010 escribí el trabajo "Análisis crítico del discurso en el reportaje 'La valla de los mundos'", que tuve que realizar en el curso Migraciones y multiculturalidad, dentro del máster Cultura de Paz. Ahora lo he rescatado y me he decidido a publicarlo, porque creo que su contenido principal sigue teniendo una enorme actualidad y puede ayudar a entender, al menos un poco, el fenómeno de las migraciones y los discursos que se generan sobre ellas. Es cierto que hace cinco años no se había iniciado todavía el ciclo de desestabilización política en los países del Mediterráneo oriental y meridional y de guerras, agravando la presión migratoria, pero no cabe duda que el origen del problema no se encuentra en esos países, cuyas poblaciones no dejan de sufrir las consecuencias de las intervenciones económicas y geopolíticas de quienes detentan el poder en el mundo y en los países ricos.   


1. Migraciones, racismo y capitalismo global

Las migraciones actuales en el contexto de capitalismo global

Las migraciones no son un fenómeno actual. Han estado siempre presentes a lo largo de la historia de la humanidad, en la medida que el nomadismo estuvo relacionado con los primeros grupos humanos. A lo largo de los milenios y siglos los desplazamientos de los grupos humanos se han ido sucedido en sus formas, se han debido a causas diversas y han tenido dimensiones cambiantes.

Las migraciones actuales tienen como principal novedad con respecto a las de épocas anteriores el que buena parte de los  desplazamientos se vinculen con grupos de personas desde las áreas más pobres a las de los países ricos. Pero existen también desplazamientos entre los países ricos. Si en el primer caso es frecuente identificar a esas personas como inmigrantes, en el segundo no se hace así, aunque técnicamente, dentro del cómputo estadístico, sí lo sean en ambos casos. La inmigración se identifica con la pobreza o con quienes se encuentran en escalones sociales inferiores con respecto al lugar de destino. No así con las personas de los estratos sociales intermedios o superiores que se asientan de una forma más o menos permanente en otros países por motivos profesionales o de retiro.

Las causas de los movimientos migratorios actuales son diversas, pero están directamente relacionadas con la economía capitalista globalizada en la que vivimos, que facilita los intercambios de mercancías, personas e información a unos niveles antes desconocidos. Para las personas que se desplazan desde las zonas más pobres tiene que ver en un principio con la búsqueda de una mejora en las condiciones de vida, que en la mayoría de las ocasiones son una consecuencia de los cambios estructurales que se están operando en sus países. Factores como la presión demográfica o los cambios climáticos pueden actuar como circunstancias que los han precipitado, pero no nos sirven para explicarlos en toda su dimensión. Estos cambios tienen que ver con las políticas económicas neoliberales dictadas y aplicadas desde las empresas multinacionales, las grandes instituciones económicas mundiales (FMI, BM, OMC…) y los gobiernos de los países ricos que han ido socavando las formas tradicionales de subsistencia de los países pobres y en vías de desarrollo. Todo esto se está traduciendo en una enorme presión sobre la posesión de la tierra, dando lugar a la sustitución de los cultivos tradicionales por otros orientados al mercado internacional; sobre los recursos pesqueros, que ha acabado con muchos de ellos o alejado a sus tradicionales extractores; sobre los espacios donde se encuentran recursos estratégicos como el agua,  los combustibles fósiles o los minerales; sobre las formas artesanales y de comercio a pequeña escala, libres de las ataduras del gran mercado globalizador…  

Michel Wievorka (2006) ha aludido a estos cambios como “indisociables de la globalización, agente que disemina poblaciones diversas y numerosas por la superficie del planeta”. También ha relativizado las motivaciones de las personas que se desplazan, desmintiendo explicaciones que se dan desde el mundo rico: llegar al nuevo destino para fundirse con la población de acogida; o hacerlo temporalmente, con la intención de regresar. Susana Moreno (2006) ha estudiado el  caso de la población senegalesa en España, cuya llegada, forzada por la ruptura sufrida en sus formas tradicionales de subsistencia, no es sino una traslación de las prácticas económicas que llevan realizando desde décadas o siglos, ahora fuera de sus ámbitos tradicionales de movimiento. Por eso habla de una identidad simultánea en espacios diferentes e incluso de una comunidad trasnacional.

Juan Terradillos (2010: 6 y 15) utiliza el término “despliegue simbólico” para designar a lo que las leyes españolas denominan lucha contra las mafias del tráfico de personas, está poniendo el dedo en una de las claves del problema: tales mafias, que existen, las hay sobre todo en la explotación económica sobre las personas inmigrantes, hasta el punto que la legislación española parece que desconoce que “las ‘mafias de la explotación’, las interiores, rentabilizan los beneficios que produce el trabajo sucio de las ‘mafias del tráfico’, las exteriores”. En la mayoría de las ocasiones se denominan mafias a las redes de apoyo de las personas que se trasladan de un lugar a otro.

Redes de una solidaridad que se basa, siguiendo a María Eugenia González (2007: 158),  en “relaciones interpersonales de confianza” y que van adquiriendo formas muy diversas desde que salen de sus lugares de origen hasta que llegan a los países de destino. Para Wievorka (2006) existen “redes de diáspora y a su desplazamiento casi continuo, en ocasiones a lo largo y ancho del planeta, cabe añadir los flujos de comunicación que representan internet o el teléfono”. Por eso propone cambiar los términos que solemos emplear para adecuarlos a la nueva realidad: en vez  inmigración e inmigrantes hay que “hablar más bien de migraciones y de migrantes”.

Europa, sobre todo la occidental, y América del Norte son ahora las zonas del planeta donde hay una mayor afluencia de población migrante, lo que está dando lugar a cambios sociales importantes y una mayor diversidad cultural. En esos países  se ha conformado poblaciones multiculturales, una realidad compleja que está planteando nuevos retos a la hora de afrontar el futuro.

Migraciones y racismo

La complejidad social está dando lugar a una percepción diversa de la nueva realidad, en este caso en los países receptores. Se da tanto en las personas que sienten vínculos identitarios de pertenencia a esos países como en las que progresivamente, a lo largo sobre todo de las dos o tres últimas décadas, van llegando y se van asentando en sus lugares de destino. La percepción de la nueva realidad y su expresión no es algo uniforme, sino que adquiere una gran diversidad.

Una de esas manifestaciones es el racismo, íntimamente vinculado a los fenómenos migratorios. Para Tahar Ben Jelloun el racismo consiste en “desconfiar de las personas con características físicas y culturales distintas de las nuestras e incluso también en despreciarlas” (2002: 19). Por su parte, para Teun van Dijk (2006) es “un sistema de dominación, un abuso sistemático de poder de un grupo sobre otro grupo” que históricamente ha sido ejercido por los “europeos blancos sobre los pueblos de África, Asia y las Américas”, y actualmente “se ejerce sobre la gente del Sur y del Este que han migrado a Europa y Norteamérica”. Esta dominación puede adquirir varias formas, si bien distingue dos niveles: “el nivel de las prácticas sociales, como la discriminación -que incluye el discurso racista-, y el nivel de las ideas, como los prejuicios e ideologías racistas”.

Discurso e ideología

Entramos así en algunas de las claves para poder entender lo que las personas acaban expresando: los conceptos de discurso e ideología, que resultan básicos. El propio Van Dijk (2001: 192-193) entiende por discurso un evento comunicativo específico, que se expresa de forma escrita y oral principalmente, aunque también no verbal (dibujos, cuadros, gestos…), donde se da una interacción en el uso del lenguaje. Para el mismo autor las ideologías son “sistemas que sustentan las cogniciones sociopolíticas de los grupos” (1996: 18).

Las ideologías son organizadoras de las actitudes de las personas que conforman los distintos grupos sociales. Tienden a organizarlas, aunque esquemáticamente, en los temas de mayor relevancia. De esta manera ponen de manifiesto una estructura polarizada en dos extremos: el NOSOTROS y el ELLOS (Van Dijk, 1996: 19). Es decir, por un lado, el mundo de quienes se benefician del sistema, y, por otro, el de quienes viven en la exclusión o sus proximidades, donde se encuentran las personas que se ven obligadas a migrar.

Las élites están formadas por aquellos grupos políticos, burocráticos, corporativos, mediáticos y educativos que “controlan las dimensiones y decisiones más cruciales de la vida cotidiana de las minorías y los  inmigrantes” (Van Dijk, 2001: 191). Dado su acceso más fácil y eficaz a las fuentes del conocimiento y la información, son las principales conformadoras de los valores y las metas sociales, así como las creadoras del consenso social. Son, pues, la generadoras de los distintos discursos que compiten entre sí por hegemonizar la sociedad e intentan contrarrestar los discursos que surgen a modo de contrapoder desde los grupos dominados.

Desde una perspectiva crítica, el análisis de los discursos permite descubrir las ideologías subyacentes que los sustentan, así como articular sistemáticamente sus estructuras con las estructuras de las ideologías (Van Dijk, 1996: 24).


2. Un análisis crítico del reportaje "La valla de los mundos"

Características del reportaje

El reportaje es obra de Pedro Ingelmo y ha sido publicado en el Diario de Cádiz (edición digital de 23-11-2008). En él se hace una descripción de la ciudad de Melilla que, como ciudad de frontera entre España y Marruecos, resulta una verdadera encrucijada de diversas situaciones: la de la población española, cristiana o musulmana, que vive en ella por razones distintas que luego apuntaremos; la de la comunidad china, que se dedica al comercio de  ropa barata con destino a Marruecos; la de la población migrante subsahariana, en su mayoría, hindú y argelina, que vive en chabolas, en la calle o en el CITE, a la espera que se tome una decisión sobre su futuro; la de la población subsahariana que desde el monte Gurugú espera la ocasión para poder acceder a Melilla, saltando la valla o camuflándose en los bajos de camiones; la de la población marroquí que entra y sale por la frontera de Beni Enzar para portar los productos que le permiten vivir; la de la población marroquí que trafica con hachís hacia España...

Describe esas situaciones desde tres intentos de saltar la valla y las alambradas que separan Marruecos de Melilla ocurridos en 2005 y 2008. Hechos que son narrados con un lenguaje bélico (“la batalla ha durado una media hora”), presentando a uno de los bandos como atacante (el ELLOS) y otro a la defensiva (el NOSOTROS). En medio, la vida cotidiana de la gente pobre de un lado y otro que lucha por sobrevivir, pero dentro de un panorama donde reina la ley del más fuerte (“se aleja insultando a los derrotados de la refriega”), la corrupción policial (“no viven de esa miseria [de 250 euros], sino de la rasca”), la explotación insinuada (“ropa que la comunidad china vende a precios irrisorios”), la falsificación de marcas comerciales (“el paraíso de las Nike de pega”), la ilegalidad de sus actividades (“contrabandear”, “desde allí salen las lanchas con hachís”), la maldad de los inmigrantes que viven en Melilla (“no paran de provocar peleas”), su también astucia (“mientras no diga su origen, su principal secreto”), la insolidaridad entre esos grupos (“un ejército de desclasados que apedrean (…), les patean”), la nimiedad de las mujeres porteadoras (“reguero de hormigas”)…   

El título del artículo, "La valla de los mundos", sintetiza las situaciones que describen. Melilla es la frontera entre España y Marruecos, pero también, por extensión, entre el mundo rico y el mundo pobre. El reportaje se centra en la lucha por la supervivencia de la población subsahariana que espera en el monte Gurugú, la migrante que vive en Melilla, la dedicada al porteo de mercancías… Me pregunto si la policía marroquí, que completa su salario con la “rasca”, e incluso los guardias civiles españoles, que cobran un plus por estar en Melilla, no se le puede también incluir entre esa gente pobre, aunque, por supuesto, no al mismo nivel.

El subtítulo se refiere a “la porteadora que murió pisoteada” en medio del “caótico comercio fronterizo”, al que sitúa “en el limbo de los ‘sin papeles’”. Es decir, la muerte de una mujer pobre que, siendo víctima de la lucha por la supervivencia, es mostrada como víctima de las personas de su misma condición que viven en una especie de jungla salvaje. Apenas aparece en este paisaje de los dos mundos quién es la gente rica. De la comunidad china, “los chinos”, difusa en su caracterización, aparece un “proveedor chino”. De Marruecos se habla de Mohamed VI y de “un comerciante marroquí”. Y de España aparece el presidente de la ciudad. ¿Dónde están quiénes generan la pobreza y obligan a que haya tantas personas que se jueguen la vida para mejorar en ella?

Una  aproximación crítica al discurso que sustenta el reportaje

El comienzo del relato refleja una hipérbole en el tratamiento de uno de los intentos de saltar la valla. Este tratamiento resulta más acentuado, en primer lugar, con su ubicación en un desastre natural: “las lluvias torrenciales (…) arrojaron sobre Melilla toneladas de cañizo y raíces, cuarenta tortugas y lazadas de serpientes, que atravesaron la valla y convirtieron la ciudad en un lodazal de mugre y bichos desquiciados”. Pero también con la identificación de esos elementos naturales con los “negros” y “africanos”: “detrás de la comitiva destructora, los negros se colaron por el agujero. (…) Los africanos que reptan (…) armados con ramajos y navajas”.

Hay una gran confusión en el uso de términos hacia la gente de color, a quienes se llama indistintamente “negros”, “africanos”, “subsaharianos” e incluso “sin papeles”.  Con frecuencia se les identifica con animales (“reptan”). También en el caso de las mujeres marroquíes, de quienes se dicen que forman un “reguero de hormigas”.

Las palabras y expresiones utilizadas son un compendio de la forma como se trata a las personas que protagonizan el reportaje:

  • De “los africanos” asaltantes se dice “que reptan”; que están “armados con ramajos y navajas; que emiten “un grito enloquecido”; “que contestan a palos”; que van “apuñalando la nada”; “que lanzan dentelladas, atacan con todo”; que forman “turbas”, “una marea”, una “avalancha”…
  • De “los porteadores marroquíes”, que son “un grupo de desclasados”; que está formado por personas que cumplen sus tareas, como el “motorista asaltado”, los “paisanos enzarzados a puñetazos” o las mujeres que forman “un reguero de hormigas aplastadas por gigantescos bultos”; que lo hacen en medio de una competencia feroz y violenta “a puñetazos”, que “se matarían a navajazos”, que destilan “salvajismo masculino”, que provocan “tumultos diarios”…
  • De los subsaharianos, argelinos e hindúes que están en Melilla se dice que “vagabundean” o “matan el tiempo”; que esconden su origen como “su principal secreto”; que se ofrecen “a conseguirnos hachís”; que uno de ellos, “bebido hasta el vencimiento”…
Sin embargo, apenas aparecen sus voces. Sólo la de ese inmigrante de adentro “bebido hasta el vencimiento”, pero del que no se resalta ninguna expresión entrecomillada. La de un hindú al que sí se reproduce entrecomillado que su viaje costó “mucho, mucho dinero, todo mi dinero”. O la de Abdul, que mostrando el hierro clavado en una de sus piernas, advierte que “me la cortarán si no la cura un médico antes, un médico de Madrid”. Casi todos estos testimonios son anónimos y con frecuencia aparecen con expresiones entrecortadas, sin un hilo narrativo continuado. Esto da la  impresión  de un lenguaje pobre, pese a la mezcla de palabras del inglés, el francés y el castellano: “prison, prison”; “mucho, mucho dinero, todo mi dinero; “help, journalist, do you understand”; “oh, señor, only fish”... El periodista ha dado muestra de un escaso interés por buscar un acercamiento a esas personas, por conocer las motivaciones de su presencia allí, por conocer de sus propios testimonios el infierno que están pasando. La barrera lingüística podría servir de explicación, si bien, sólo es una conjetura. Este argumento no sirve para la ausencia de voz de otros grupos, como el de los porteadores marroquíes o el de la comunidad china, de quienes no se ofrece ningún testimonio.

La mayoría de los testimonios son de un guardia civil musulmán, el presidente de la ciudad, un funcionario de la delegación del Gobierno, una periodista de la televisión local o dos miembros de asociaciones de solidaridad, tratados, además, de distinta manera y extensión. Todos, menos el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, son interlocutores del periodista. Las dos personas que representan a los grupos de solidaridad tienen una menor cabida. Y la propia expresión escrita marca las diferencias en el uso de las comillas, al enfatizar dichas expresiones tanto por quien las dice como por las personas a  quienes se refiere.

A modo ilustrativo se puede poner los siguientes ejemplos:

  • Del guardia civil, a quien se entrecomillan sus declaraciones, se reproducen expresiones como: “estoy convencido que hubo algún muerto”; “la vida del negro allí no vale nada”; “¿armados? Claro”. Es el mismo que cuenta cómo descubrió un día “a dos chavales africanos” en los bajos de un Peugeot. 
  • Dos miembros de asociaciones de solidaridad intentan contra argumentar la imagen negativa. José Alonso, de Derechos Humanos, no cree en la versión del asalto de 2008 y que fueran armados, pero sin que se entrecomillen sus palabras. A Isabel, de Melilla Acoge, se entrecomilla su referencia a la represión marroquí y la huida desde la zona de asentamiento. 
  • Del presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, se mencionan testimonios sin entrecomillar acerca de la violencia de los subsaharianos o su agradecimiento a Marruecos.
  • Un funcionario de la delegación del gobierno hace una narración más amplia, siempre entrecomillada. Empieza refiriéndose al mal trato recibido por “los subsaharianos” por parte de las autoridades marroquíes, que matiza con la frase “por utilizar términos suaves”; luego se refiere al cambio de actitud del gobierno desde 2005, cuando “Rabat recibió dinero europeo”; después sobre el refuerzo de “la valla con una estructura tridimensional” y “alambre” a lo largo de 16 kilómetros, y su coste  de “30 millones de euros”.
  • Una periodista de la televisión local, a quien se da nombre, María, acompaña al reportero a recorrer la valla por la noche. Hace una descripción del efecto que produce hacia quienes puedan saltarla y los melillenses. De los primeros dice cosas como que “al parecer, al recibir cuatro o cinco flashes, la visión se desestabiliza”. De los segundos, que “se sienten encerrados”. En su relato se refiere al aumento de la población melillense musulmana sobre la cristiana o las diferentes expectativas que tienen. Si en el primer caso es  “para quedarse”, en el segundo “no lo tienen claro”. Por eso entre la población de origen peninsular se viaja con frecuencia a Málaga, los fines de semana “escapan a las desiertas playas del vecino” o, más contundentemente, explica la principal razón que les retiene en Melilla: “nos atrapa el sueldo”, al recibir un complemento de residencia.  
Si el cuadro que se describe resulta tremendamente negativo en todos los grupos que pertenecen al otro mundo, en él podemos incluir a Marruecos, del que se trazan unos perfiles variados, pero muy reveladores de lo que se busca. Veamos unos ejemplos:

  • En la alusión a la ensenada desde la que “salen lanchas con hachís rumbo a Alicante”.
  • La descripción de las actuaciones policiales: “antidisturbios de Fez hicieron una batida por el monte (…); “desmantelaron campamentos ‘con contundencia, por utilizar términos suaves’”; “se los llevan (…) al desierto”.
  • La actitud de los portadores hacia quienes quieren saltar la valla, a quienes tildan de “ejército de desclasados” y reflejando su insolidaridad, si no su racismo (“fuera, cerdos, fuera”).
  • Resaltar la actividad delictiva que realizan, porque “deberán contrabandear bultos de ropa”.
  • La relación de la actitud cambiante del gobierno desde la recepción de los fondos europeos, que pasó de “la pasividad de los gendarmes de Mohamed VI” a ponerse “las pilas y limpió su lado de la vaya”.
Es un tratamiento que en parte se repite con la  comunidad china, que, aunque se  menciona menos, en la explanada de su barrio es donde se encuentra una  de las zonas más conflictivas de Melilla y lugar donde se produjo el suceso que da origen al reportaje: la muerte de la porteadora marroquí.


3.  Reflexiones finales

En la entrevista ya referida en este trabajo, Van Dijk (2006) manifiesta que “el racismo de los sectores populares se hace visible a través de los medios de comunicación que reproducen esos discursos de discriminación”.

En este reportaje se refleja de una forma muy ilustrativa las actitudes y lenguaje de la gente pobre. La violencia o la delincuencia están expresadas explícitamente; la insolidaridad o el racismo, de una forma más sibilina e implícita. Es algo que se corresponde con las palabras que pronuncia Van Dijk (2006) en la entrevista ya referida en este trabajo: “Ellos, los pobres, los inmigrantes, son racistas entre ellos, dicen los medios de las élites”. Sin embargo, cabe preguntarse cómo se construye ese racismo. Y aquí los medios de comunicación juegan un papel importante, como parte de las élites a las que nos referimos antes: “El racismo de los sectores populares se hace visible a través de los medios de comunicación que reproducen esos discursos de discriminación. No los ignora, sino que los enfatiza. Y, así, es una forma de construir el racismo”.

La dicotomía entre las élites y los grupos dominados está presente a lo largo del reportaje. Pero una dicotomía tratada de distinta manera, asimétricamente. El NOSOTROS aparece visibilizado sobre todo en quienes aportan la mayor parte de la información al periodista e invisibilizado en quienes se benefician pero no aparecen. El ELLOS aparece visibilizado, pero sin apenas voz. Otras personas hablan por ellas y cuando se lo permiten, sólo se muestran frases cortas, sin interés por parte del periodista por conocerlas.

La práctica invisibilidad de quienes en el fondo son responsables de todas estas situaciones dramáticas, incluida la que el periodista denomina “el limbo de los ‘sin papeles’”, contrasta con la presencia relevante en el reportaje de la figura del guardia civil que ofrece su testimonio: se trata de un guardia civil musulmán. Es decir, quién  mejor refleja la integración desde su comunidad originaria en el mundo al que pertenecen las personas y los grupos invisibles en el reportaje, pero responsables de la verdadera jungla, que no limbo, que se describe. Una integración hecha a través de la actividad que mejor define la barrera punitiva que se interpone entre los dos mundos.

Ya para acabar, voy a hacer una mención de algo, quizás anecdótico, que con frecuencia realizo en las clases que imparto en el instituto donde trabajo. Se trata de formular al alumnado la pregunta sobre qué personas ricas conocen. Las respuestas suelen estar en la mayoría de las ocasiones alejadas de la realidad. Es normal que les cueste mencionar a personas y casi siempre empiezan por el jefe de gobierno de turno (González, Aznar, Zapatero), luego sigan con “los políticos” y cuando se les aprieta un poco más, mencionen a algunos futbolistas de élite. Raras veces se refieren a “ricos de verdad”, aunque pueden aparecer personas como “el dueño de Zara” o Florentino Pérez. A los banqueros no se les menciona. Cuando al final les voy ofreciendo más nombres de personas o de empresas, suelen reconocerlas. En ocasiones, dependiendo de las circunstancias, les puedo pedir que busquen en casa información para traerla a clase. Me gusta concluir con una frase parecida a ésta: “la gente rica es tan lista, que existiendo, apenas se sabe identificarla, pasando así desapercibida”. Cuando he estado haciendo este trabajo no he podido por menos que recordar esto.   


DOCUMENTACIÓN UTILIZADA

Documento de análisis

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(En Salamanca y Barbate, 1 al 4 de abril de 2010).


(Fotografía: mural en Melilla, kahinarte.com)