lunes, 28 de noviembre de 2022

Málaga, entre "La hija de la espuma" de Bergamín y la postmodernidad neoliberal de nuestros días


Pasear por las calles y rincones de Málaga me genera sentimientos diferentes. Y hasta contradictorios. Residí en ella durante un tiempo. Y sigue siendo motivo de periódicas visitas. He leído sobre ella. En forma de literatura, de historia... Mantengo vivos recuerdos de lo que fue hace unas tres décadas, cuando se percibía el contraste de lo que fue siglos atrás y los estropicios de la ola macabra y desalmada de los años 60 y 70 del siglo pasado. Y ahora todo eso lo comparo con esta otra ola de la postmodernidad neoliberal que se ha ido instalando durante la dos últimas décadas. La misma ola que atrae a millones de turistas por sus calles céntricas en busca de sucursales de museos, bares y restaurantes, y se detiene puntualmente en busca de pequeños objetos para el recuerdo que se ofrecen por sus tiendas. Eso es Málaga, pero no toda. Eso es el oasis que está blindado por un cinturón que lo aísla de otra realidad, la de esa buena parte de la población que vive en el otro lado. Esas barriadas dejadas de la mano de los gestores del omnipresente e idolatrado mercado.   

Este fin de semana he vuelto a visitarla. Y divisando su paisaje desde la cercanía de su popular Farola, volví a ver el contraste de ese ayer que conocí décadas atrás con el hoy en que vivimos. Y me vinieron a la mente unos versos -vagos, dispersos, incompletos- de José Bergamín, escritos en 1926 para el primer número Litoral. Una revista, pequeña joya de la literatura, que fue promovida por dos jóvenes y entusiastas malagueños: Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. En ese número participó Bergamín con su poema "Hija de la espuma", que dedicó a esos dos poetas y editores de la revista. 

Me ha costado un poco encontrar el poema completo, pero el esfuerzo ha merecido la pena (1). Estamos ante unos versos que para mí tienen una gran actualidad. Porque el poeta madrileño -con raíces malagueñas, no lo olvidemos-, sin haber conocido la postmodernidad de la ciudad mediterránea -murió en 1983 y además en Donostia/San Sebastián-, nos muestra una Málaga que, allá por la década de los 20 del siglo pasado, está situada en medio de las turbulencias de su tiempo. Una Málaga que parece que es y que puede que no sea. Y  Bergamín nos la muestra mediante un estilo que era propio del momento: desde el surrealismo naciente que parece llevarnos al mundo de los sueños. Y nos la muestra haciendo del verso y de la prosa una síntesis, buscando con ello superar la barrera de las formas. Hay quien también relaciona el poema, por la alusión que en su título hace a la espuma, con unos versos de Luis de Góngora, ese poeta cordobés por entonces reivindicado por la generación del 27: "Que, siendo Amor una deidad alada, / bien previno la hija de la espuma / a batallas de amor, campo de pluma" (2).  

Pero dejemos que sea el propio José Bergamín quien defina a esa ciudad del sur, mediterránea y rodeada de montes: 

¿Málaga existe?
Fuera de España, y poquito fuera del mundo, tal vez.
Se supone que la descubrió a principios del siglo XX (X y O) el aventurero Pablo Picasso; o que la inventó, entre perspectivas septentrionales, y por sorpresa.
(¡Ay, terrible broche de Picasso, doloroso como un cinturón ajustado, se me quedó clavado en las entrañas!).

Málaga limita al N. con el oceano glacial ártico y al S. con el oceano glacial antártico; al E. con el mar de Japón y al O. con el mar de Japón otra vez.
No tiene remedio.

La había soñado para poder llegar a verla. La he visto para no poder volverla a soñar.
Me moriría sinó.

Hemos pasado por el puentecillo ideal, abstracción pura -sin tierra y sin río-, blanco de plata, cartón, ausencia angélica.

Mi amigo, con una despreocupación astral digna de Hamlet adolescente -todo él hecho gabán, con el sombrerito torcido- sonríe como si estuviese en Noruega:
mi otro amigo, se siente perdido de pronto, cogido por un pulpo de niebla rosa
-eso dice él-, envuelto en su algodón... ¿No te matará esa asfixia blanda? ¿o llegará, protegido por el duro papel azul -desnudo y encubierto, en el pecho de una cruz sangrienta (¡no tiréis!)- a una melancólica playa de África en donde los soldados españoles se hirieron, al desembarcar, con un pedacito de lata?...

Voy andando entre capas, entre copos, entre copas de cristal rosa; y me hundo -sin querer, claro- dentro del cielo.

"Entre espinas, crepúsculos pisando"
(¡era verdad!, ¡era verdad!).

Se empeñó en arrancar del fondo del mar las estrellas que se reflejaban en la nebulosa terrestre.

El gris de pita y el carnoso blanco rosado envuelto en verdinegro, no eran bastante para explicar mi maravilla; hasta que sacaron en las redes todo el mar hecho una sola rosa.

Cristo: rosa en la cruz
        (No es eso).
    Figura de lo invisible
        (Eso sí).

¿Por qué sube a la torre conmigo este niñito que habla tan divinamente? ¿quiere avergonzarme con su charla, confundirme con su graciosa creación poética?
Estoy arriba, arriba, arriba...
        Vivo de milagro.

Hemos  pisado a Juana de Arco otra vez; y siempre. Ella grita, desesperadamente, clamando su inocencia.
-Esta perrita -dicen mis amigos- debía tener un nombre de perra marinero...
-No debíais darle de comer pescado frito -respondo.

La transparencia extraterrestre, la suavidad, este embalsamamiento de todo me envenena.
Cuando me vaya, llevaré en el pecho una herida incurable.

Ya no podré ser más que extranjero -sonámbulo o borracho-, bohemio sobrenatural y divino!

No llores. ¿Qué puede una sola mujer contra toda la feminidad del mar, de la tierra y del cielo?

La continuidad del milagro, su constante repetición, su permanencia, me volvería loco.
¡Fuera, fuera de aquí!
¿Pero cómo podré estar ya, nunca, dentro de nada?

No es la belleza lo que mata sino su belleza; prostituye el alma.
Hay que huir, camino de los montes, y sin volver la vista atrás.


Notas

(1) https://bibliotecavirtual.malaga.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1103600 

(2) Luis Melero Mascareñas, “Historia de la revista Litoral: José Bergamín, una presencia constante (1926-1984)” (en Caracol, Sao Paulo, n. 21, junio de 2021; file:///C:/Users/pc/Downloads/174744-Texto%20do%20artigo-499424-1-10-20210625.pdf).


martes, 22 de noviembre de 2022

Murió Pablo Milanés, que fuera ese torrente de voz de la revolución


La madrugada del nuevo día nos ha traído una mala noticia: la muerte de Pablo Milanés. Hace unos días había llegado a España muy enfermo y al final ha tenido lugar lo irremediable. Tenía una voz inconfundible, por su potencia y su timbre, que nos transmitió tantas canciones, en buena parte propias, que luego cantábamos entre amigos y amigas, o coreábamos cuando asistíamos a sus recitales. Fue con el disco La Nueva Trova Cubana en vivo, en el que participó junto a Amaury Pérez,  Sara González y el Grupo de Experimentación Sonora, donde empecé a escuchar sus primeras canciones (¿te acuerdas, Jorge, hermano?): las dedicadas a Salvador Allende y a Latinoamérica y, sobre todo, "Yo pisaré las calles nuevamente", que tuvo al Chile ahogado por el golpe militar de 1973 como motivo de la letra. Luego fueron llegando a mis oídos más discos, y más y más canciones: "Amor""Años", "Si morimos" (basada en un poema de despedida de Ethel Rosemberg), "Para vivir" (entre las mejores canciones de amor de la historia, según Luis Eduardo Aute), "Aniversario II", "Yolanda", "El breve espacio en que no estás""Identidad"... Musicó a José Martí, como hizo en "Abril" o "Es rubia, el cabello suelto", y Nicolás Guillén, en "Tengo". Cantó junto a sus amigos y amigas, como Ana Belén, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez, Chico Buarque... Toda una lista, en fin, larga de discos y canciones del que ha sido uno de los máximos exponentes de la Nueva Trova Cubana y de la música cubana del último medio siglo. Se nos fue Pablito, como le llamaban allá en la isla caribeña. 

lunes, 21 de noviembre de 2022

Avelino González Fraile (Alba de Tormes, 1879 / Pedrosillo de los Aires, 1936), víctima mortal de la represión en la provincia de Salamanca


Hace unos días, en mi breve paso por Salamanca, visité el Memorial a las víctimas de la represión franquista que hay en el cementerio. Eso motivó que iniciara la escritura de una entrada dedicada a Avelino González Fraile, un pariente lejano de la familia y cuyo nombre se encuentra en el listado de víctimas mortales erigido sobre el muro del recinto. Así mismo, me llevó a retomar un artículo de investigación que en 2008 le dedicamos mi hermano Juan Miguel y yo, cuyo título es "Avelino González Fraile: la recuperación de un desaparecido durante la Guerra Civil". Por distintas razones no ha podido publicarse, pero ahora, a la espera que pueda concluir su revisión, voy a dedicar las siguientes líneas para reflejar un  acercamiento a su figura.

Desde niño oí hablar a mi madre del tío Avelino, muerto al inicio de la guerra como consecuencia de “un paseo” a manos de una patrulla de falangistas. Era un hombre de campo próspero, pues disponía de  propiedades para vivir más que holgadamente.  Mi madre siempre se refirió al caso como una injusticia contra “un hombre bueno”.  Era un pariente lejano de mi madre, casado con una tía lejana por parte de su padre. El matrimonio había adoptado, además, a su sobrina Eulalia, que era hija de una hermana de su mujer, la tía Manuela. La tía Eulalia y mi madre, por tanto, eran primas lejanas. Pero para entrelazar más las relaciones familiares, más importante que ese parentesco fue el hecho de que un hermano de mi madre, el tío Manolo, se casara con la tía Eulalia, por lo que las dos se convirtieron también en cuñadas.

En medio de distintos avatares de la vida, las dos cuñadas llegaron a tener una profunda confianza mutua, pese a la diferencia de edad que había entre ambas, ya que mi madre podría tener unos 11 años menos. Tras la muerte del tío Manolo, en 1977, vivieron varios años en los que mantuvieron una relación muy estrecha. La tía Eulalia empezó a ir mucho por casa y siempre dio muestras de cariño hacia el resto de los miembros de mi familia. En algunas ocasiones me encargaba que le hiciera algunos chaperones, como arreglos de persianas y de electricidad, o cualquier otra cosa que necesitara para la casa. Siempre generosa, me gratificaba con algún dinero, que me venía muy bien para mis gastos. Ella sabía de mi militancia política en el Partido del Trabajo de España, por lo que estoy seguro que a través de mí, su sobrino pequeño, buscó una complicidad encubierta por algunas similitudes existentes entre mi caso y el de dos de sus familiares más queridos, pues éramos de izquierdas, rojos...

Fue en el verano de 2007 cuando me decidí a dar los primeros pasos en busca del paradero del tío Avelino. Empecé a darle vueltas a la idea de encontrar una explicación a la ausencia de su nombre en las distintas publicaciones leídas. En mi familia no sabíamos sus apellidos, pero teníamos tan sólo dos referencias: el nombre de pila y las localidades por donde podía haber transcurrido su vida. Se trataba de tres municipios y una pedanía, colindantes entre sí: Cuatro Calzadas, donde tenía la vivienda y la finca; Martinamor, de donde era la familia de la tía Eulalia; Buenavista, el municipio a donde pertenece parte de Cuatro Calzadas; y Morille, donde vivía parte de la familia de la tía Eulalia.

Siendo consciente de que era necesario un trabajo de investigación directo y, además, dada la lejanía del lugar donde resido, le planteé a mi hermano Juan Miguel la posibilidad de iniciar entre los dos la búsqueda. Por mi parte, me dediqué a indagar nuevas fuentes de información y a releer varias publicaciones. Pero fue mi hermano quien, después de su búsqueda entre los familiares, inició, ya en el año 2008, una estrategia basada en visitas de varios pueblos. Eso le permitió entrevistarse con algunas personas que le fueron dando datos y pistas de gran valor, a lo que fue uniendo el acceso a documentos oficiales y a alguna publicación de interés (1). Los primeros provenían del Registro Civil de Alba de Tormes, el Archivo Diocesano de Salamanca y el Registro Municipal de Pedrosillo de los Aires. 


Gracias a esa labor de mi hermano fuimos sabiendo que había nacido en 1879 en Alba de Tormes; que su padre procedía del municipio orensano de Entrimo y su madre había nacido en La Maya; que en Cuatro Calzadas, dentro del término de Martinamor, era conocido como “el Renovero”, por la maquinaria moderna que tenía para renovar las semillas; o que el jefe de la patrulla de falangistas que acabó con su vida procedía de Alba de Tormes y era conocido como Pepe “el Zampón”  o Pepe “el de Alba”. Y, más importante todavía, que fue fusilado el 7 de septiembre de 1936 en la finca Castillejo, en el término de Pedrosillo de los Aires, en cuyo  cementerio fue enterrado, como se desprende del acta de defunción que se encuentra en el Registro Municipal de Pedrosillo de los Aires. Y es precisamente a través de esta última fuente desde donde el portal digital de la Asociación Salamanca Memoria y Justicia ha hecho públicas las circunstancias de la muerte de Avelino González Fraile, así como algunos datos personales (2).

La muerte de Avelino González Fraile tiene ciertas diferencias sobre las ocurridas en Salamanca durante esos años. Se sabe que la represión se centró principalmente sobre dirigentes políticos y sindicales, y sobre aquellas personas que habían sobresalido en los movimientos sociales, como la reforma agraria y huelgas, o en el mundo de la cultura. Fue una represión que tenía como objetivo descabezar cualquier atisbo de reorganización o resistencia, así como atemorizar a la población, en previsión de que cualquier movimiento de oposición o resistencia pudiera poner en peligro el poder de las nuevas autoridades. Este modelo se aplicó en todas las provincias donde triunfó el golpe de estado militar de julio de 1936 y, después, sucesivamente, en las localidades que fueron conquistando las tropas sublevadas. Y aunque la represión en las provincias “fieles” fue menor que en las que mostraron apoyo al gobierno republicano, no se puede despreciar su dimensión. Los datos que se van ofreciendo sobre las víctimas en Salamanca son variables, pero, como está ocurriendo en la mayor parte de las provincias controladas por el ejército sublevado y vencedor, van aumentando en su cuantía (3).

Su caso sigue siendo de hecho el de un desaparecido, pues no existe la posibilidad de identificar sus restos, dada la ausencia y/o ignorancia de familiares directos. Sí sabemos, empero, que se trata de una persona que fue asesinada al principio de la guerra. Como también, que lo fue por motivos políticos, por republicano y rojo. ¿También por motivos económicos? Es lo que queda por dilucidar, pues su viuda vio cómo fueron desapareciendo sus propiedades. 

A la espera de que concluya la revisión del artículo referido al principio de esta entrada, espero que estas líneas hayan servido para avanzar algunos aspectos de la vida y las vicisitudes de la muerte de Avelino González Fraile que merecen ser recordados. 


Notas

(1) Entre esas publicaciones se encuentra Martinamor, un pueblo en la Tierra de Alba de Tormes (Salamanca, Ayuntamiento de Martinamor, 1999), obra de Hilario Almeida Cuesta. 
(2) http://salamancamemoriayjusticia.org/vic_ver.asp?id=22463
(3)  El libro coordinado por Enrique Berzal (2007) dedicado a la comunidad castellano-leonesa ha resaltado que las 6.700 ejecuciones reconocidas por las autoridades franquistas han sido superadas por las investigaciones que se están llevando a cabo, hasta alcanzar ya, al menos, el número de 14.500, de las cuales unas 1.000 corresponderían a Salamanca. Y son datos incompletos, porque falta mucho por investigar, sobre todo en los pueblos.  



(Imágenes: 1, retrato familiar de Avelino González Fraile, Eulalia Boyero Vicente y Serafina Vicente Barrado, publicado en el libro de Hilario Almeida Cuesta; 2, fotografía realizada por Ángel Hernández, correspondiente al lugar de la finca Castillejo, en Pedrosillo de los Aires, donde pudo haber sido fusilado Avelino González Fraile junto a otras personas; y 3, Memorial de las Víctimas del franquismo sito en el cementerio de Salamanca). 

domingo, 20 de noviembre de 2022

Ha fallecido Hebe de Bonafini, pionera de las heroicas Madres de la Plaza de Mayo


Me acabo de enterar del fallecimiento de Hebe de Bonafini. Una de las figuras más representativas de las heroicas Madres de la Plaza de Mayo, un grupo que presidió casi desde su fundación. Dos de sus tres hijos, así como una nuera, fueron víctimas mortales de la represión llevada a cabo por el gobierno militar argentino. Tras sus detenciones entre 1977 y 1978, todavía se sigue sin saber dónde se encuentran sus cuerpos. Eso la llevó a iniciar una lucha que ha durado hasta su muerte, que ha sucedido cuando estaba a punto de cumplir 94 añosOtra de esas mujeres sufrientes, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, ha declarado sobre ella: "Personas así llenan la historia". 

En octubre de 1997 le dediqué una breve semblanza en el número 21 de Debate Ciudadano de Barbate, la cual reproduzco: 

"En 1977, un año después de que los militares se hiciesen con el poder en Argentina, un grupo de mujeres de más de cincuenta años empezó a reunirse todos los jueves en la plaza de Mayo de Buenos Aires, frente al palacio presidencial, y se dedicaron a dar vueltas de la pirámide situada en el centro. Ataviadas con un pañuelo sobre la cabeza, que se ha convertido en su verdadero símbolo, querían averiguar dónde estaban sus hijos e hijas, e incluso sus nietos y nietas, al principio con una cierta candidez ("me dirijo al presidente, pero también al hombre, al padre, al hijo (...). Quiero creer en los gobernantes y solicito de usted una audiencia (...). Le escribo con el corazón de madre", escribió en una ocasión Hebe de Bonafini al general Videla). Entre estas mujeres destacaron Graciela Fernández, Estela de Carlotto o Marta Oyanahrte, pero quizás sea Hebe de Bonafini la que mejor haya representado al conjunto. Era una corriente ama de casa y madre de dos desaparecidos, que con su verbo rápido y contundente ("la rabia puede cambiar el mundo") ha expresado con emoción un mensaje lleno de amor y esperanza ("queremos a nuestros hijos, que nos digan dónde están"). Despreciadas en los primeros años (las llamaban "las locas de la plaza de Mayo"), desafiaron la dictadura con valentía y decisión ("siempre en el límite de lo permitido, pero una razón interior nos impedía medir nuestros riesgos") y pronto su presencia se hizo sentir por todo el mundo. Hebe se ha entrevistado con jefes de gobierno, ha visitado los distintos organismos internacionales políticos o humanitarios y su rostro no ha parado de salir por los medios de comunicación. Acabada la dictadura prosiguieron su lucha para que los culpables de la terrible represión durante los 7 años de dictadura fueran juzgados y condenados. A pesar del demoledor informe que presentó una comisión presidida por el escritor Ernesto Sábato (certificaron 9.000 personas desaparecidas, aunque se habla de 30.000) y de que en 1985 el juicio a los  nueve miembros de las juntas militares acabara con tres cadenas perpetuas, las presiones sobre los presidentes  Alfonsín y Menem posibilitaron la aprobación de medidas legales entre 1986 y 1990 que han exonerado de las responsabilidades por sus crímenes a los otros implicados y han acabado por indultar a los condenados. "No nos reconciliaremos jamás con los asesinos", ha dicho Hebe, que sigue dispuesta a continuar la lucha: "contamos con nuestras propias fuerzas, no cederemos, no nos callaremos". 

¡Bien, Neuer!

Es lo que se merece la valentía del portero de la selección alemana de fútbol y del Bayern de Munich, después de que haya hecho pública su decisión de llevar el brazalete con los colores del arcoiris en los partidos del mundial de Catar. También ha manifestado que es consciente de los riesgos  que conlleva, pues no sabe cuál va a ser la reacción de los rectores de la federación internacional de fútbol, la todopoderosa FIFA, e incluso de las autoridades cataríes. En todo caso, se trata de un gesto que debería ser secundado por los demás capitanes e incluso el resto de jugadores.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Parias de la tierra, un documental sobre el centenario del PCE


Fue el año pasado cuando se cumplió el centenario de la creación del Partido Comunista de España*. Con ese motivo apareció el documental Parias de la tierra, con la pretensión de ser un homenaje a la historia de ese partido y a sus militantes. 
Dicho así, podría pensarse que estamos ante un acto formal de reconocimiento, cuando lo que en realidad se desprende de los 107 minutos de duración es la entrega desinteresada de cientos de miles de hombres y mujeres que lucharon por la dignificación de las personas explotadas, olvidadas y oprimidas. Una lucha que se ha ido concretando en la defensa de la democracia, la igualdad social o la de género. Y que no ha estado exenta de errores y contradicciones, pero que debe ser reconocida para poder entender lo que hoy somos. 

El documental se ha ordenado a través de la locución de un texto narrativo que va dando sentido a lo que va apareciendo: de un lado, imágenes de archivo y escenas de animación; y de otro, testimonios directos de varias generaciones de militantes y análisis de expertos en la Historia o la Filosofía. 

Ha sido dirigido y producido por Rosa Valiente y Rodrigo Bazzano, que han contado con la colaboración de Guillermo Zapata para la elaboración del texto de la narración. Además, han participado, entre otras personas, Juan Bardem, en la composición de  la banda sonora; Raúl Peña, en la fotografía; Carlos de la Peña, en la animación, Fernando Hernández Sánchez, en la asesoría histórica; o Petra Martínez, en la voz de la narración.     


*Con motivo del centenario, entre los meses de septiembre y diciembre del año pasado publiqué en este cuaderno 6 entradas, en las que intentaba historiar su evolución a lo largo de los años (los orígenes y los primeros años de vida, la IIª República, la Guerra Civil, la dictadura, la Transición y desde finales de los 80 hasta la actualidad), a lo que añadí otras dos entradas dedicadas al arte y a la poesía.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

¿Inseguridad jurídica... o esa inseguridad judicial que no cesa?

La conocida como ley del "sólo el sí es sí" está en el punto de mira. La derechona política, judicial y mediática se han lanzado al ataque. Contando, una vez más, con la colaboración de sectores del PSOE (los García Page o Fernández Vara, la Robles...). Nada nuevo. Empero, por ahora, Pedro Sánchez se ha posicionado a favor de defenderla. Y la excusa ha nacido de las revisiones que se están haciendo de algunas sentencias judiciales sobre casos de violencia sexual contra las mujeres. Si hasta su aprobación la derechona fue a saco contra su contenido, ahora utiliza errores técnicos. Y, lo que quizás sea peor, se olvidan que la clave está en quienes deben aplicar la ley. Con la ley anterior, por ejemplo, hubo sentencias escandalosas que banalizaron o negaron la violencia sexual. Ocurrió, por ejemplo, con la primera sentencia, la de la Audiencia de Navarra, del caso conocido como "la manada", voto particular incluido de un juez que escribió lo del "jolgorio"; o con la de los dos policías locales de Estepona. Y ahora, de pronto, salen nuevas sentencias, basadas ya en la ley recién entrada en vigor. Hablan que se ha generado inseguridad jurídica. Ya, más de lo mismo. ¿No será que lo que sigue existiendo es inseguridad judicial para las mujeres?

domingo, 13 de noviembre de 2022

Un sello, una jueza y una asociación, ante la Centenario del PCE

Correos había decidido que un sello reflejara los 100 años de vida del Partido Comunista de España (1921-2021), pero, de momento, la cosa se ha paralizado. La magistrada Carmen Casado, del juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid, ha impedido que podamos adquirir el sello. Una medida cautelar, según el auto emitido. Atendiendo a la demanda presentada por la asociación Abogados Cristianos. Una jueza que ha sido un cargo de la administración durante el mandato de Mariano Rajoy. Y una asociación que hace gala de los valores del nacional-catolicismo.


Post data

La entrada ha sido reproducida, con fecha de 14-11-2022, en el periódico digital La Crónica de Salamanca. Mi agradecimiento a mi amigo Chema, que tomó la iniciativa de enviarla.

lunes, 7 de noviembre de 2022

La necesidad de unidad, generosidad y diálogo en la izquierda


Leo y escucho, luego  opino. Y lo hago a bote pronto. No me gusta el panorama en la izquierda, o las izquierdas, de cara las elecciones que tendremos en medio año. No me gusta lo que se dice -está diciendo, ante todo, uno: Pablo Iglesias-. A mi parecer -humilde- debe primar la unidad. Creo que debe ser así siempre. Y eso conlleva buscar acuerdos sobre mínimos. Aunque tenga que haber renuncias. Conlleva generosidad. Aunque no se consiga todo lo que cada grupo pretenda en forma de asientos. Conlleva mantener una actitud dialogante. Aunque en el día a día vayan surgiendo contratiempos. Enfrente tenemos a una derecha cada vez más radicalizada, que, además, vuelve a concentrarse en un partido. Esa derechona con ribetes cada vez más fascistas. De aquí, de otros países europeos y de otros continentes. No se puede dejar de lado al PSOE, pese a sus enormes contradicciones. Hay que saber entenderse con otras izquierdas en Cataluña, País Vasco, Galicia... Y lo que actualmente es Unidas Podemos debe abrirse a otros grupos, con decisión y sin titubeos. Se llame como se llame. Lo contrario será una debacle. Y lo peor, regalarle a la derechona triunfos electorales. Con lo que eso supondría... 

viernes, 4 de noviembre de 2022

La valentía de Paqui Maqueda defendiendo la dignidad de las víctimas de Queipo de Llano


Fue entre los últimos momentos del día 2 y las primeras horas del día 3 cuando se procedió a iniciar la exhumación y el traslado de los restos mortales del general Gonzalo Queipo de Llano desde la basílica sevillana de la Macarena, donde estaba enterrado junto a su esposa. Se hizo con nocturnidad y contó con la presencia de familiares y algunas personas allegadas, además de periodistas y cámaras de  medios de comunicación. Al final, cuando se alejaba el coche que trasladaba los restos, se soltaron aplausos y no dejó de faltar un grito aislado de "¡Viva Queipo!". Pero alguien más se había acercado allí, con urgencia, pero con decisión, después que alguien la levantara de la cama para informarle de la operación que se estaba llevando a cabo. Fue Paqui Maqueda, hija y nieta de víctimas mortales de Queipo de Llano, también de personas represaliadas, y una incombustible de la lucha por la memoria de las víctimas del fascismo. Y con valentía, en medio del silencio, después de haber oído el grito que vitoreaba al general genocida, dio rienda suelta a sus emociones: Honor y gloria a las víctimas del franquismo! ¡Juan Rodríguez Tirado, Enrique Rodríguez Rodríguez, Juan Rodríguez Rodríguez, Pascual Rodríguez Rodríguez, Francisca Rodríguez Rodríguez...! ¡Honor y gloria a las víctimas del franquismo! ¡Ayer, hoy, siempre!". No faltó que alguien soltara un "¡Cállate puta!". Lógico entre esa jauría de fascistas, machistas, misóginos y homófobos. A quien estaban acompañando no era otro que, en un 23 de julio de 1936, soltó estas palabras: "Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a sus mujeres. Después de todo estas comunistas y anarquistas se lo merecen. ¿No han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen". Más que nunca, pues, con Paqui, "¡Honor y gloria a las víctimas del franquismo! ¡Ayer, hoy, siempre!". 

miércoles, 2 de noviembre de 2022

En la memoria de los barbateños asesinados por el fascismo


Ayer, quizás precipitadamente, publiqué un panel de fotografías en honor de los vecinos de Barbate que fueron asesinados entre julio de 1936 y marzo de 1937, que siguen estando en su mayoría desaparecidos. Hoy, por distintas razones, he hecho algunas variaciones. 

La primera tiene que ver con un requerimiento de familiares de los hermanos Caro Marín, con el fin de corregir la asignación que hice de sus nombres. En la familia mantienen que Juan, que era el de mayor edad, sería el que ahora he  situado el primero por la izquierda del panel, mientras que Manuel estaría a su derecha. Hecha la corrección, también he modificado el mismo panel.

La segunda variación es la publicación de un poema de la escritora Marta Sanz, titulado "Fascismo". Considero que su contenido ayuda a entender el contexto en que se produjeron los asesinatos.   

EL FASCISMO RELLENA los huesos con baúles cerrados,

huesos que han enmarcado el miedo;

baúles cebados con úlceras de deseos.

Ante la pendiente,

ofrece mirar hacia arriba

mientras el caminante se precipita.

Amortigua con clavos los huecos

que el abrazo no cubre.

Apuntala con engranajes el cuerpo hambriento

y lagunado de mapas agujereados.

Su ilusión lo desliza áspera

a la vez que impulsa la automutilación:

Sin pies, sin ojos, sin manos,

sólo dejas las uñas

para masticar el odio.

 

¿Has notado el filo que tienen tus dedos?

Lo que susurra el agua, un nuevo poemario de José Gilabert Ramos


Hace unos días llegó a mis manos un nuevo poemario de José Gilabert Ramos. Su título es Lo que susurra el agua (Granada, Scriptum, 2022) y consta de 48 h
aikus. A ellos hay que unir los que aparecen de otros autores al principio del libro y de cada una de las cuatro partes que lo forman: Shuoshi Mizujara, Mario Benedetti, Matsuo Bashô, Den Sute-jo y Jorge Luis Borges. Me pregunto, quizás atrevidamente: ¿cada parte se corresponde a las cuatro estaciones del año?

Después de varias semanas intensas de viajes y emociones, he podido dedicar el tiempo debido a la lectura de los poemas/haikus. Y lo he hecho con detenimiento y repetidamente. Son pocos, sí, pero están llenos de sensibilidad y sabiduría. He aquí una muestra:

Crece la hierba
con el mismo latido
que mueve el mundo  
(De "La luz de mediodía").

Suena la vida
cuando el agua se acalla
y se remansa
(De "Lo que susurra el agua").

Guijarro humilde
que rodando y rodando
se va puliendo
(De "Los caminos del tiempo").

La luz, el agua,
el devenir del tiempo,
todo es sagrado
(De "La tarde y la montaña").

No puedo por menos que agradecer, una vez más, la generosidad de José, después de que me haya regalado y dedicado el libro.

Y para acabar, lo hago con otro poema/haiku -no sé si mi favorito-, que parece una invitación a no desistir, pese a las fuerzas que quieren forzarnos a que eso no ocurra:

Hay una hoja
enfureciendo al viento
que no la vence
(De "Los caminos del tiempo").

martes, 1 de noviembre de 2022

El Monasterio de Juan el Teólogo en la isla de Patmos


La isla de Patmos, cercana a las costas de Turquía, está vinculada a uno de los personajes principales de los orígenes del cristianismo y, por ello, de las leyendas que se han ido trasmitiendo en el tiempo. Estamos hablando de Juan el Teólogo, sobre quien no existe acuerdo si se trata también del cuarto evangelista. En esas leyendas se le ha atribuido la autoría del Apocalipsis, ordenado como el último libro del Nuevo Testamento, y a la isla de Patmos como el lugar donde recibió las revelaciones divinas para su redacción. En honor de ese personaje se construyó a finales del siglo XI un monasterio, situado en la localidad de Chora y en la parte alta de la isla, que gozó desde el primer momento de la protección y los privilegios de los emperadores bizantinos hasta la ocupación otomana en el siglo XV. Su sencilla iglesia contiene la iconografía propia del arte bizantino, desde la representación del Pantocrátor  o Todopoderoso, rodeado de una corte de querubines,  hasta la de la Teotokos o Virgen con el Niño, pasando por escenas relativas al Nuevo Testamento o la vida de Juan el Teólogo. A ello hay que unir una variada colección de cuadros y objetos religiosos, conservados en el actual museo, así como de una rica biblioteca.