viernes, 31 de diciembre de 2021

El último atardecer del año


Ha sido el último atardecer del año.
Esplendoroso, 
con ese sol que, cuando está a punto de fenecer,
se recrea formando un lienzo iluminado
de tonalidades rojizas, anaranjadas y amarillentas,
matizadas por unos tenues estratos blanquecinos.
Es lo que he contemplado, 
como en tantas ocasiones del mismo día,
desde esa atalaya privilegiada 
que es el balcón de la casa que me vio crecer.
Lástima que no haya podido presenciarlo,
como cada año,
esa hermana nuestra tan querida 
que nos dejó cuando se asomaba la primavera.

jueves, 30 de diciembre de 2021

miércoles, 29 de diciembre de 2021

El PCE, desde finales de los años 80 hasta la actualidad


EL PCE y el crecimiento de IU

Desde el nacimiento de IU el PCE vivió un proceso de adaptación a una nueva realidad organizativa. Lo que inicialmente fue una plataforma formada por diversos grupos políticos y personas independientes, acabó conformándose a lo largo de los años noventa como un movimiento socio-político que se fue extendiendo a lo largo y ancho del solar hispano. Y en ello jugó un papel importante Julio Anguita, tanto desde la secretaría general del partido, a la que llegó en 1988, como desde la coordinación general de la propia IU, sustituyendo en 1989 a Gerardo Iglesias.  

Ese proceso, no obstante, estuvo lleno de tensiones y contratiempos, tanto en el seno del PCE como, por extensión, en la propia IU. Desde el primer momento hubo quienes, como Enrique Curiel, no vieron en IU el instrumento necesario para incidir en la sociedad. Poco después, en plena hecatombe de los países socialistas del este de Europa y de la URSS, un sector consideró que el PCE debía disolverse y hacer de IU el nuevo cuerpo político. Fue el caso de Nicolás Sartorius, Juan Berga o Francisco Palero, influenciados por los vientos que venían de Italia con la trasmutación del PCI en el Partido Democrático de la Izquierda. En ese empeño tuvieron poco éxito, pues el apoyo que recibieron en el Congreso del partido en 1991 quedó reducido a una cuarta parte. Distinto fue el caso del PSUC, que en 1990, bajo la dirección de Rafael Ribó, subsumió al partido en Iniciativa per Catalunya, dejándolo formalmente hibernado, algo que llega hasta nuestros días. 

IU, y dentro de ella el PCE, no se conformó como una izquierda revolucionaria en el sentido tradicional, pero supuso una renovación en ese espacio político, al recoger con determinación las aportaciones de los nuevos movimientos sociales, como el ecologismo, el pacifismo y el antimilitarismo, el feminismo, la solidaridad con el tercer mundo, etc. También permitió en su interior la diversidad de grupos y la participación más activa de la militancia, a la vez que se abría hacia la sociedad. Algunas propuestas incidían en los problemas sociales y políticos desde la izquierda, como la oposición al servicio militar obligatorio, la insumisión, la defensa de lo público, la oposición a los nuclear, el reparto del trabajo, el modelo federal, etc. Más que novedosas, resultaron atractivas a amplios sectores de la población.

IU fue creciendo en afiliación y organizativamente. El PCE, a su vez, aportó su estructura y experiencia, lo que le permitió aumentar incluso en militancia. Electoralmente IU duplicó el porcentaje de votos sobre 1986 en las generales de 1989 y 1993. En las europeas de 1994 consiguió el 13’4%, con una subida de 7’3 puntos sobre las de 1989. Y en las municipales pasó del 8’4% de 1991 al 11’7% de 1995. En Andalucía el PCA vivió en primera línea todo este proceso. Pionero como fue con la constitución de Convocatoria por Andalucía, el 17’9% de IU-CA en las elecciones andaluzas de 1986 se vio superado en 1994 cuando, con Luis Carlos Rejón como candidato, llegó al 19’3%. Y los resultados en las otras contiendas siempre estuvieron por encima de la media del estado, destacando el 18’1% en las municipales de 1995. 

Durante esos años IU mostró una gran valentía en algunos asuntos espinosos, como hizo en la oposición al Tratado de Maastricht de 1992, la defensa estricta del estado de derecho frente al terrorismo de estado, la manera de enfocar el problema vasco (condenando la lucha armada de ETA, pero reconociendo la necesidad de la paz de inmediato y el derecho de autodeterminación) y hasta la posición ante la monarquía.

Fue el momento en que tomaron cuerpo dos ideas fuerza: una, el del sorpasso; y la otro, la teoría de las “dos orillas”. Con la primera se pretendía superar electoralmente al PSOE. Y con la segunda se quería dejar patente que, en lo fundamental, tanto el PP como el PSOE se encontraban en la misma orilla. Eso era extensible al conjunto de la derecha, pues en 1993, tras la victoria electoral del PSOE sin mayoría absoluta, Felipe González no dudó en pactar con CiU, pese al ofrecimiento que le hizo Julio Anguita para llegar a un acuerdo programático progresista.

En ese contexto de fricciones entre los distintos espacios políticos en competencia (PP/PSOE y PSOE/IU) se lanzó desde el PSOE y los medios afines, especialmente los del grupo PRISA (El País, Cadena SER...), una campaña de demonización del PCE, IU y el propio Julio Anguita. Tomó cuerpo el término de la “pinza”, que tuvo a Andalucía como origen, pero que extendió al conjunto del estado, bajo la acusación de una connivencia entre el PP e IU para acabar con los gobiernos del PSOE en los dos ámbitos territoriales.

IU, entre el aumento de las divergencias internas y estancamiento electoral

Las elecciones habidas en 1996 marcaron un antes y un después para IU. Acosado el gobierno central por los escándalos de la “guerra sucia” contra ETA y los casos de corrupción, la victoria del PP, aun siendo ajustada, puso fin a 14 años de gobiernos del PSOE. Por otro lado, en Andalucía, con un gobierno en minoría del mismo partido que no pudo sacar los presupuestos adelante, las elecciones tuvieron lugar el mismo día que las generales. Mientras que en estas últimas IU, con el 10’5% de los votos, obtuvo el máximo de su historia, en las andaluzas IU-CA perdió 4’2 puntos sobre 1993.

La estrategia de la “pinza” surtió efecto en el electorado de la izquierda, siendo mayor en Andalucía, independientemente de que los hechos demostraran, incluso en los años siguientes, que hubo más coincidencias en las votaciones parlamentarias entre el PP y el PSOE que entre el PP e IU.

Lo que vino después fue un periodo de fuertes controversias internas dentro de IU, donde los sectores contrarios a la dirección y el coordinador general se agruparon en torno a Nueva Izquierda, que tuvo a Diego López Garrido y Cristina Almeida como principales líderes. La dirección de IU mantuvo su línea política e incluso en 1997, aprovechando la fiesta septembrina del PCE, Anguita anunció la defensa de la República, el estado federal y el derecho de autodeterminación. Por su parte en NI se defendió una mayor moderación y el estrechamiento de relaciones con el PSOE. Después de diversos episodios, entre los que no faltó la indisciplina de voto parlamentario, en 1997 se decidió la expulsión de NI, que pasó a constituirse como partido (el PDNI), del que una buena parte de sus cuadros acabaron integrándose en el PSOE.

Esta crisis tuvo en Cataluña Y Galicia dos escenarios específicos. En el primero la mayoría de Iniciativa per Catalunya apoyó a NI, lo que provocó la salida del sector crítico, que en 1998 formó Esquerra Unida i Alternativa. Sus dos integrantes principales fueron el PCC y quienes reivindicaban la herencia del PSUC, que un año antes habían pasado a denominarse como PSUC Viu. En el caso gallego el problema derivó de la decisión de un sector de Esquerda Unida, con Anxo Guerreiro al frente, de presentarse junto al PSG en las elecciones gallegas de 1997. Desautorizado por la dirección federal, Anxo y sus seguidores decidieron salirse de EU-IU.  

Pero los problemas de IU no sólo fueron internos, sino que abarcaron su relación con el movimiento obrero y en especial con CCOO. Ya en los años anteriores la dirección de esa central sindical, con Antonio Gutiérrez al frente, se había ido alejando de una práctica combativa. Se concretó en el apoyo al Tratado de Maastricht o en priorizar la vía negociadora con el gobierno y la patronal, y prosiguió incluso con el gobierno del PP. Tampoco faltaron las correspondientes divergencias internas, llegando a formarse una corriente crítica, con Agustín Moreno o el propio Marcelino Camacho como principales referentes, pero que nunca logró la mayoría sindical.

Un momento crítico tuvo lugar cuando desde IU se defendió la implantación de la semana laboral de 35 horas, a lo que se opusieron tanto UGT como CCOO. La iniciativa legislativa popular, que fue el procedimiento elegido para llevar esa reivindicación al Congreso, pese a haber resultado exitosa en la recogida de las firmas necesarias, fue desestimada en la sede parlamentaria por los votos contrarios del PP, el PSOE y los grupos nacionalistas de derecha (CiU y PNV).

Fracasos electorales en 1999 y 2000, y el relevo de Julio Anguita

A finales de 1998 Anguita, después de haber sufrido en el verano un segundo infarto, cedió a Francesc Frutos la secretaría general del PCE. Si bien mantuvo su puesto como coordinador de IU, no dejaba de ser evidente que era una decisión que acabaría dando lugar a un relevo completo.

Las elecciones municipales de 1999 dieron el primer aviso de lo que se estaba avecinando en IU: en las municipales, 6'5% de los votos y pérdida de 5 puntos; y en las europeas, 5'8% y pérdida de de 7'6 puntos. Un fuerte desgaste, después del revuelo por la salida de NI y como víctima de una intensa campaña mediática en contra. A ello se unió una acción de gobierno por parte del PP que había sorprendido por su moderación, su capacidad de llegar a acuerdos con la derecha vasca y catalana, e incluso una negociación con ETA. 

Las perspectivas electorales también se presentaban difíciles al PSOE, tras el fallido intento de relevar a Felipe González por parte de Josep Borrell, cuya repentina dimisión hizo que el perdedor de las primarias internas, Joaquín Almunia, se convirtiera en el candidato de su partido. Eso llevó a que IU y el PSOE llegaran a un acuerdo sobre un programa de gobierno de mínimos, la investidura y las listas al Senado. Pero la elevada abstención en el electorado de izquierda y la pérdida de votos moderados en el PSOE no lo hicieron posible y catapultaron al PP hacia la mayoría absoluta.

En medio de ese panorama, la desorientación y la división en el seno de IU y del PCE se pusieron de manifiesto en la VI Asamblea de IU, celebrada en otoño  de 2000. Tres fueron los candidatos que se presentaron para relevar a Julio Anguita y los tres eran militantes del PCE: Francesc Frutos, Nines Maestro y Gaspar Llamazares. El primero contó con una buena parte del aparato del PCE. La segunda buscó los apoyos desde la radicalidad política, entre los que estuvo el de Marcelino Camacho. Pero fue Gaspar Llamazares, que se presentó como renovador y con la voluntad de recomponer la unidad y las relaciones perdidas en la izquierda, el que acabó siendo elegido nuevo coordinador. 
           
Una larga travesía en el desierto que duró hasta 2011

Los ocho años que duró el mandato de Llamazares coincidieron con el peor momento electoral de IU y con su intento por recomponer la unidad y las relaciones con otros grupos de izquierda. Y a ello se unió una clara división interna.

Los resultados en general fueron pobres, con unas oscilaciones que fueron desde el 3'7% en las europeas de 2009 y 3'8% en las generales de 2008 hasta el 6'1% en las municipales de 2003. Algo distintos fueron los casos de Cataluña, País Valenciano, Asturias, País Vasco o Andalucía, donde los resultados fueron mejores o adquirieron unas características específicas. En Cataluña la alianza entre IC y EUiA se concretó en 2003 en la integración, junto al PSC y ERC, en el conocido como gobierno tripartito, que estuvo inicialmente presidido por Pasqual Maragall e impulsó la elaboración de un nuevo Estatut. En el País Vasco, por su parte, Esker Batua-Berderak, formó parte del gobierno presidido por el peneuvista Juan José Ibarretxe, a la vez que apoyó el conocido como Plan Ibarretxe, que buscaba la vía del estado libre asociado para ese territorio.

En las elecciones generales de 2004 IU sufrió el impacto del voto útil que se orientó hacia el PSOE, que tenía como candidato a José Luis Rodríguez Zapatero, como consecuencia de lo ocurrido el 15 de marzo con los atentados en Madrid. Cuatro años después se mantuvo el efecto del voto útil ("para que no gane la derecha") y que conllevó para IU aún peores resultados. Fueron años, a su vez, de una bonanza económica, aderezada del modelo neoliberal iniciado por los gobiernos de Felipe González e intensificado por los de José María Aznar. Como contrapartida, la acción de ese gobierno estuvo acompañada de algunas reformas (matrimonio igualitario o segunda ley de aborto), a veces tibias (memoria histórica), de gestos más o menos simbólicos (salida de las tropas de Irak o no saludo de Zapatero a la bandera de EEUU), del apoyo a las reformas de varios estatutos de autonomía (limitada en el caso de Cataluña) o de la negociación con ETA (culminada en un primer momento con el anuncio del abandono de la lucha armada). Todo ello le confirió, de un lado, una popularidad en los sectores progresistas y, de otro, una animadversión creciente en los sectores conservadores del españolismo. 

Pese a los intentos del equipo de Llamazares por abrirse a grupos nacionalistas y ecologistas, y dar a IU un tinte ecosocialista, los logros fueron escasos. Durante su mandato se fueron alejando progresivamente algunos grupos que, siendo minoritarios y en algunos casos con escasos integrantes, hicieron que IU fuera perdiendo la pluralidad de la que había hecho gala desde su fundación: el PASOC (2001), Izquierda Republicana (2002), Corriente Roja (2004) o Izquierda Anticapitalista (2007).

En 2008 Cayo Lara tomó el relevo en la dirección de IU, recuperando la hegemonía del PCE, que al año siguiente había elegido a José Luis Centella como secretario general. Esos dos años fueron de gran importancia en el panorama económico internacional, pues coincidieron con el inicio de la crisis económica internacional que puso en entredicho no sólo el modelo neoliberal, sino la especificidad española basada en gran medida en la especulación financiera y urbanística.           
 
IU y el PCE, ante la crisis económica, la contestación social y el nuevo gobierno del PP

Desde 2008, como respuesta a la crisis económica, las movilizaciones se multiplicaron por todos los rincones del país. Inicialmente fueron la respuesta a los recortes sociales que aplicó el gobierno del PSOE y el aumento creciente del paro. El desgaste del gobierno propició la victoria electoral del PP en 2011, que abarcó no sólo a lo concerniente al ámbito central del estado, sino también a buena parte de las comunidades autónomas y municipios. 

En Andalucía se vivió, sin embargo, una situación desconocida: en 2012, después de haber obtenido el 11'3% de los votos,  IU formó con el PSOE un gobierno de coalición, basado en un pacto programático progresista intentando dinamizarlo a través de la vicepresidencia y las consejerías que asumió. Entre esas competencias estaban las relativas a la vivienda, que propiciaron, tres años después, la ruptura del pacto a instancias de Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía.
 
Pero la principal novedad de esos años provino de un movimiento de nuevo tipo, conocido como 15-M, por haberse iniciado en el mes de mayo de 2011, y que aportó una forma distinta de plantear las reivindicaciones, así como nuevas propuestas de cara a hacer posible un nuevo modelo político e incluso una sociedad distinta. Mucha gente de IU participó de dicho movimiento, lo que, unido a las numerosas movilizaciones sectoriales que se fueron sucediendo, propició que en las  distintas elecciones habidas en 2011 conociera una mejoría, con casi el 7% de los votos en las generales. 

Sin embargo, ya con el PP en el gobierno y en pleno apogeo de sus medidas antisociales, a la vez que de la salida a luz de sus graves y sistémicos escándalos de corrupción, las elecciones europeas de 2014 trajeron como novedad la irrupción de Podemos como una nueva fuerza política. Si bien IU, con el 10% de los votos, la superó en 3 puntos, desde ese momento el crecimiento de la nueva formación resultó imparable hasta las elecciones de finales de 2015.

Todo ello, en medio de la crisis creciente del bipartidismo, la irrupción de Ciudadanos por el flanco de la derecha y las dificultades en la jefatura del estado, que llevaron a la abdicación forzada de Juan Carlos I en el mismo 2014 y el relevo por su hijo. 

Esa nueva situación tuvo repercusiones en IU y tampoco faltaron en el PCE. En 2015 en IU se tomó la decisión de proponer a Alberto Garzón como candidato en las elecciones generales, lo que culminó al año siguiente cuando fue elegido nuevo coordinador general, sustituyendo a Cayo Lara. De esa manera no sólo se buscaba una imagen de renovación generacional (dada la juventud de Garzón, que en en 2011, con 26 años, había sido elegido diputado), sino el estar en consonancia con lo ocurrido con el movimiento 15-M y todo lo que conllevaba. Tanto en IU como en el PCE se abrió una brecha sobre la forma de afrontar esos retos, que se fue ampliando ante la actitud mostrada desde Podemos. El sector de Cayo Lara consideraba que IU tenía capacidad por sí misma para seguir en su línea de alianzas con otros grupos, al margen de lo que suponía Podemos. Desde el otro sector, con Alberto Garzón y Enrique Santiago como principales referentes, se incidía en que en el espectro de alianzas no se debía descartar a Podemos, independientemente de la actitud que estaba mostrando. 

Con ese escenario político, con unas encuestas que reflejaban una intención de voto creciente, Podemos aspiraba a ser la primera fuerza de la izquierda e incluso a llegar al gobierno ("alcanzar los cielos"), desplegando para ello una intensa e inteligente actividad publicística, incorporando las nuevas tecnologías y aprovechando el empuje de amplios sectores de la sociedad, descontentos con el estado de cosas que se estaba viviendo. 

Formado por la agregación de personas y grupos de diversa procedencia, un sector de Podemos lo constituía gente que hasta hacía poco había militado en el PCE o la UJCE, o había tenido determinados vínculos con esos grupos o con IU. El tratamiento que dio a IU, empero, resultó impropio, incluyéndola dentro de las viejas fuerzas del sistema. Eso conllevó que desechara cualquier posibilidad de acuerdo electoral, minusvalorara sus posibilidades electorales y hasta apostara por su desaparición. 

Defender espacios de confluencia, mantener la personalidad, seguir dando muestras de vitalidad...

En las elecciones municipales, sobre todo, y autonómicas de mayo de 2015 afloró la nueva realidad. Surgieron numerosas candidaturas que tenían como base confluencias de grupos políticos, colectivos sociales y plataformas ciudadanas, que adoptaron nombres variopintos. Ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña, Santiago, etc. pasaron a ser gobernadas por esos nuevos actores políticos. IU participó en ellas y, por su parte, mantuvo o recuperó alcaldías de otro tiempo, y hasta accedió por primera vez a la de Zamora.
 
En diciembre de 2015 tuvieron lugar las elecciones generales, en las que Podemos obtuvo el 20'7%, 1'3 puntos menos que el PSOE. Por su parte, IU, que se presentó bajo la fórmula Unidad Popular, fue capaz de retener casi un millón de votos, que se tradujeron en tan sólo 2 escaños. La repetición de las elecciones medio año después, con un Congreso muy fraccionado e incapaz de formar una mayoría parlamentaria, facilitó la formación de Unidos Podemos, tras el acuerdo al que llegaron, por fin, IU, Podemos y diversos grupos nacionalistas en Cataluña, Valencia y Galicia. Las reticencias de algunos sectores de ambas organizaciones, así como de parte del electorado de izquierda, impidieron que no consiguieran sumar los votos obtenidos por separado en diciembre. 

El retroceso electoral di lugar en Podemos a un proceso de división interna que se expresó, en un primer momento, en lo que se ha conocido como errejonismo. Se concretó a finales de 2018, mientras se fraguaban candidaturas propias en las municipales y autonómicas de Madrid, y luego se extendió a las generales de noviembre, en este caso como Más País. Luego, tras la formación del gobierno de coalición PSOE-UP a principios de 2020, vino el pulso lanzado desde Anticapitalistas. Opuesto al citado gobierno, acabó abandonando la organización e incluso rompiendo la coalición electoral Adelante Andalucía, formada entre Podemos e IU para las elecciones autonómicas de finales de 2018. 

Durante todo este tiempo en IU y el PCE se han mantenido las disensiones en torno a la idoneidad de la coalición Unidas Podemos. El sector partidario de su continuidad, e incluso de su profundización, es el que ha conseguido mayores apoyos internos, lo que se vio reforzado en el caso del PCE cuando en 2019 Enrique Santiago asumió la secretaría general del PCE. 

Y, ya para terminar, no se puede dejar de lado la designación de Yolanda Díaz y Alberto Garzón como integrantes del gobierno de coalición. Han reforzado la presencia institucional del PCE, algo que sólo había ocurrido ocho décadas atrás. Y

Pero de lo que no cabe duda es que, al cabo de su historia centenaria -con sus errores y sombras- el PCE sigue dando muestras de gran vitalidad, lejos de quienes en diferentes momentos lo habían dado por agotado.


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lunes, 27 de diciembre de 2021

Una entrevista en SER La Janda sobre el libro Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra

Esta mañana me han entrevistado en el programa Hoy por Hoy La Janda, de la cadena SER, que ha sido retransmitida desde la emisora de Vejer de la Frontera. Realizada por Juan Luis Iglesias, ha versado sobre el libro Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra, editado por la Mancomunidad de Municipios de La Janda y la Diputación Provincial. Ha sido un momento muy agradable y en la que el entrevistador -que encima es paisano- ha dado muestras de su buen hacer profesional, teniendo en cuenta además el poco tiempo con el que ha contado para formular las diferentes cuestiones que ha ido planteando. Considero que ha dado en las claves de lo que se expone en el libro.

En la página electrónica de la emisora comarcal jandeña puede leerse, con el título "Un libro cuenta la represión franquista en Barbate", lo siguiente: 

"Un recorrido por los nombres y los lugares donde durante la guerra y la postguerra muchos barbateños sufrieron una dura represión.

Todo lo que cuenta Jesús María Montero en su libro es solo la punta del iceberg de lo que fue la represión durante la guerra y la postguerra en Barbate. Así lo cree tras recabar una ingente cantidad de documentación que ha ido analizando y recopilando en los últimos años en diferentes archivos de la provincia de Cádiz, completándolo con los testimonios de quienes vivieron o les contaron cómo sufrieron el envite del fascismo en la localidad".

Su contenido también puede escucharse a través del siguiente enlace:

Me gustaría hacer dos correcciones, después de sendos lapsus, de unas palabras mías. Una, cuando me refiero al encarcelamiento de Francisco Tato Anglada y otros dos vecinos de Barbate (Juan Porta Crespo y Antonio Oliva Ramírez) durante el mes de julio de 1936, que se produjo en la cárcel municipal de Vejer de la Frontera y no en la de Barbate. Y la otra, cuando estoy refiriéndome a los archivos donde he recogido mayor cantidad de documentos e información, debería haber dicho el Archivo Histórico Provincial de Cádiz y no el de la Diputación, donde también he investigado, pero con una información menos relevante. 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Poemas para la llegada del invierno

Canción de amiga

Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.

Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.

Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.

No recuerdo un invierno tan frío como éste.

(Ángel González).


De invierno

En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.

El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Aleçón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.

Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño:
entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos; mírame con su mirar risueño,
y en tanto cae la nieve del cielo de París.

(Rubén Darío).


Frío como el infierno

Roma, 1995

Estamos en invierno y esto es Roma
y tú no estás.
                    Yo voy de un lado a otro
de tu nombre,
                    lo mismo
que un oso en una jaula;
                                   marco un número;
pongo la radio, escucho una canción
de Patti Smith dar vueltas dentro de Patti Smith
igual que un gato en una lavadora.

Estamos en invierno y yo busco un cuchillo;
miro la calle;
                  pienso en Pasolini;
coges una naranja con mi mano.

Y esto es Roma.
                       La nieve
convierte la ciudad en una parte del cielo,
ilumina la noche,
deja sobre las casas su ángel multiplicado.

Y tú no estás.
                    Yo cierro una ventana,
miro el televisor,
                        leo a Ungaretti,
                                              pienso:
la distancia es azul,
yo soy lo único que hay entre tú y este frío.
Estamos en invierno y esta ciudad no es Roma
ni ninguna otra parte.
                               Miro atrás
y puedo verlo: acabas de apagar una lámpara;
has cerrado los ojos
y sueñas con un bosque;
                                    de repente
alargas una mano,
                           buscas una manzana
que está en el otro lado de la mujer dormida...
 
Mientras,
             yo odio este mundo frío como el infierno
y el cansancio que caza lentamente mis ojos;
odio al lobo que has puesto en la palabra noche
y la forma en que llenas la habitación vacía.
Odio lo que veré
desde hoy y para siempre: tus pisadas
en la nieve de Roma, donde nunca has estado.

(Benjamín Prado).


Hijo en el invierno
 
El tren se detenía antes del alba
en la estación desierta. Caminábamos
sintiendo el aire frío
por las calles oscuras y vacías
hasta que se encendieron las luces de un café.
Allí esperamos a que amaneciera
y a que se abriera la Maternidad.
En una madrugada fuimos ricos.
Al fondo de nosotros podemos ver aún
amanecer en las estrechas calles
y la hilera de cunas en penumbra.
Hoy aquel niño es músico de jazz.
Mientras escucho cómo toca el saxo
en este club de Ciutat Vella,
se iluminan al fondo del pequeño escenario
los cristales de un tren o de un café al alba:
a luz tenue que aún sigue encendida
allí donde empezó,
tímidamente, nuestro amor por él.

(Joan Margarit).


Invierno

Cuando me acerco hasta tu orilla,
luz del invierno, me deshojas
y el amarillo de mis frutos
sufre desnudo por la sombra.
Van por el cielo nubes grandes,
celestes rocas misteriosas,
mientras un pájaro abatido
hiere la tarde y se desploma...

Triste es la carne, triste el alma,
triste la tierra oscura y roja.
Bajo los árboles helados
toda mi vida es una boca
que ya no sabe de los zumos
con que embriagaba su sed honda.

Puedo morirme... Ya he sabido
cómo se mueren otras rosas,
cómo se ocultan en la nada
todos los ramos de las frondas...
Pero mi vida no es lo mismo,
puede aún decir algunas cosas
contemplando cómo tus dedos,
luz del invierno, me deshojan.

(José Luis Hidalgo).


Jardín de invierno

Llega el invierno. Espléndido dictado
me dan las lentas hojas
vestidas de silencio y amarillo.

Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno.

Creció el rumor del mundo en el follaje,
ardió después el trigo constelado
por flores rojas como quemaduras,
luego llegó el otoño a establecer
la escritura del vino:
todo pasó, fue cielo pasajero
la copa del estío,
y se apagó la nube navegante.

Yo esperé en el balcón tan enlutado,
como ayer con las yedras de mi infancia,
que la tierra extendiera
sus alas en mi amor deshabitado.

Yo supe que la rosa caería
y el hueso del durazno transitorio
volvería a dormir y a germinar:
y me embriagué con la copa del aire
hasta que todo el mar se hizo nocturno
y el arrebol se convirtió en ceniza.

La tierra vive ahora
tranquilizando su interrogatorio,
extendida la piel de su silencio.

Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis germinaciones.

(Pablo Neruda).


Nos casaremos en invierno

Nos casaremos ahora que llueve a carcajadas.
Vos y yo y la tierra celebraremos juntos
el verdor de los cuerpos,
el sexo de las flores,
el polen de la risa
y todas las estrellas
que vienen confundidas
en la gota de lluvia.
Pondremos inviernos en el amor
para verlo crecer
al ritmo de las plantas.
Uniremos las nubes
para formar el trueno,
uniremos la tierra con el agua.
Nos casaremos con el cielo cerrado,
cuando suenen los techos
como ametralladoras
y el canto de las ranas
suba desde el jardín
junto con un cortejo de hormigas voladoras.
Nos casaremos sin sombrillas, amor,
con la cabeza descubierta,
en un patio mojado,
oloroso de tierra,
sin otra sed más que la del uno por el otro,
con la ropa empapada,
juntando nuestros quehaceres
para que se venga el temporal
que lo va a lavar todo,
como la lluvia, amor, de cuando nos casemos.

(Gioconda Belli).


Rêvé pour l’hiver

À elle

L’hiver, nous irons dans un petit wagon rose
avec des coussins bleus.
Nous serons bien. Un nid de baisers fous repose
dans chaque coin moelleux.

Tu fermeras l’oeil, pour ne point voir, par la glace,
grimacer les ombres des soirs,
Ces monstruosités hargneuses, populace
De démons noirs et de loups noirs.

Puis tu te sentiras la joue égratignée…
un petit baiser, comme une folle araignée,
te courra par le cou…

Et tu me diras: “Cherche!”, en inclinant la tête,
– Et nous prendrons du temps à trouver cette bête
– Qui voyage beaucoup…

[Sueño para el invierno

A ella…

En el invierno iremos en un pequeño vagón rosa
con los cojines azules
Estaremos bien. Descansará un nido de besos locos
en cada suave rincón.

Cerrarás los ojos para no ver por los cristales
las muecas de las sombras de la tarde,
esos monstruos amenazantes, gentío
de demonios y lobos negros.

Después sentirás la mejilla arañada…
un pequeño beso, como de una araña loca
que corre por tu cuello.
 
Y me dirás: “¡Busca!», inclinando la cabeza.
Y nos tomaremos tiempo para encontrar esa bestia
que tanto viaja…].

(Arthur Rimbaud).


Sol de invierno

Es mediodía. Un parque.
Invierno. Blancas sendas;
simétricos montículos
y ramas esqueléticas.
Bajo el invernadero,
naranjos en maceta,
y en su tonel, pintado
de verde, la palmera.
Un viejecillo dice,
para su capa vieja:
"¡El sol, esta hermosura
de sol!...". Los niños juegan.
El agua de la fuente
resbala, corre y sueña
lamiendo, casi muda,
la verdinosa piedra.

(Antonio Machado).


Solo a dos voces

En ninguna otra lengua occidental son tantas las palabras
fantasmas…
J. COROMINAS

Si decir No
al mundo al presente
hoy (solsticio de invierno)
no es decir
decir es solsticio de invierno
hoy en el mundo
no
es decir
decir mundo presente
no es decir
¿qué es
Mundo Solsticio Invierno?
¿Qué es decir?
 
Desde hace horas
oigo caer, en el patio negro,
una gota de agua.
Ella cae y yo escribo.

Solsticio de invierno:
sol parado,
mundo errante.
Sol desterrado,
fijeza al rojo blanco.
La tierra blanca negra,
dormida,
sobre sí misma echada,
es una piedra caída.
Ánima en pena
el mundo,
peña de pena
el alma,
pena entrañas de piedra.

Cae la gota invisible
sobre el cementerio húmedo.
Cae también en mi cuarto.
A la mitad del pensamiento
me quedo, como el sol,
parado
en la mitad de mí,
separado.

Mundo mondo,
Sonaja de semillas semánticas:
Vírgenes móndigas
(múndicas,
las que llevan el mundum
el día de la procesión),
muchachas cereales
ofrendan a Ceres panes y ceras;
muchachas trigueñas,
entre el pecho y los ojos
alzan la monda,
Pascua de Resurrección:
Señora del Prado,
sobre tu cabeza,
como una corona cándida,
la canasta del pan.
Incandescencias del candeal,
muchachas, cestas de panes,
pan de centeno y pan de cebada,
pan de abejas, pan de flor,
altar vivo los pechos,
sobre mesa de tierra vasos de sol:
como y bebo, hombre soy.

Sonaja de simientes, poema:
enterrar la palabra, 
el grano de fuego,
en el cuerpo de Ceres
tres veces arado;
enterrarla en el patio,
horadar el cemento
con la gota tenaz,
con la gota de tinta.
Para la diosa negra,
piedra dormida en la nieve,
dibujar un caballo de agua,
dibujar en la página
un caballo de yerba.

Hoy es el solsticio de invierno:
canta el gallo,
el sol despierta.
Voces y risas, baile y panderos,
sobre el suelo entumido
rumor de faldas de muchachas
como el viento corriendo entre espadañas,
como el agua que brota de la peña.
Muchachas,
Cántaros penantes,
el agua se derrama,
el vino se derrama,
el fuego se derrama,
enetra las entrañas,
a piedra se despierta:
lleva un sol en el vientre.
Como el pan en el horno,
el hijo de la piedra incandescente
es el hijo de nadie.

A solas con el diccionario
agito el ramo seco,
palabras, muchachas, semillas,
sonido de guijarros
sobre la tierra negra y blanca,
inanimada.
En el aire frío del patio
Se dispersan las vírgenes.
Humedad y cemento.

El mundo
no es tortas y pan pintado.
El diccionario
es un mundo no dicho:
de solsticio de invierno
a pascua de resurrección,
en dirección inversa
a las agujas del cuadrante,
hay: “sofisma, símil, selacio, salmo,
rupestre, rosca, ripio, réprobo,
rana, Quito, quejido,
pulque, ponzoña, picotín, peluca…”.
Desandar el camino,
volver a la primera letra
en dirección inversa
al sol,
hacia la piedra:
simiente,
gota de energía,
joya verde
entre los pechos negros de la diosa.
 
Escribo contra la corriente,
contra la aguja hipnotizada
y los sofismas del cuadrante:
como la sombra, la aguja
sigue al sol,
siempre futuro;
como un perro, la aguja
tras los pasos del sol,
sol ido,
desvanecido, sol de sombra.
 
No el movimiento del círculo,
maestro de espejismos:
la quietud
en el centro del movimiento.
No predecir: decir.
Mundo suspendido en la sombra,
mundo mondo, pulido como hueso,
decir es mondadura,
poda del árbol de los muertos.
Decir es penitencia de palabras,
la zona negra y blanca,
el húmedo cemento, el patio,
el no saber qué digo
entre la ausencia y la presencia
de este mundo, echado
sobre su propio abandono
caído como gota de tinta.

La letra no reposa en la página:
memoria la levanta,
monumento de viento.
¿Y quién recuerda a la memoria,
quien la levanta, dónde se implanta?
Fuente de claridad, alumbramiento,
la memoria es raíz en la tiniebla.

Como tiniebla,
come olvido:
no lo que dices, lo que olvidas,
es lo que dices:
hoy es solsticio de invierno
en el mundo
hoy estás separado
en el mundo
hoy es el mundo
ánima en pena en el mundo.

(Octavio Paz).


Solsticio de invierno

Por todas partes
el primer pájaro del año
ha entonado una alborada
al compás de la última estrella invernal.
Una voz fría y estridente,
los primeros amores de la primavera,
sin hojas como la floración
de los jazmineros.
Los intervalos de la estrella
guían los primeros vientos,
abren los primeros brotes,
mantienen en vilo las primeras pausas
de la esperanza latente,
anhelante de música,
augurio del despliegue de las hojas,
fiel al latido del corazón.

(Kathleen Raine).


Todo invierno incuba la palabra halda…

Todo invierno incuba la palabra halda
en su red de niebla. Pero madre está asustada.
Atardeceres, semanas, soles de vuelta entera
que está asustada.
A Ifigenia le duró apenas unas horas,
pero no a quien le ponen tan alto tabernáculo.

No se trata de zurcir un pantalón
ni de hacer una colada,
no es un trámite cualquiera,
no se hace poniendo la cabeza en otro sitio.
En ningún sitio. En qué hectárea de soledad
hay formas que mantener.
Esto no se atraviesa y a otra cosa. No hay más.
O sí. Tanto que decir.

Como tiras de cortinas muevo sus labios
y me asomo a su mirar. Los tábanos
son una bendición
comparados con sus pensamientos.

(Fui persona y lo recuerdo).
 
Una alegría las avispas
al lado de todo lo que puja y puja por salir.
 
(Fui persona y lo recuerdo. Fui mujer).

Los tábanos. Zumba que te zumba
consiguen hacer un agujero entre los surcos
y algo despunta en briznas,
algo enredado da la cara y silabea.

(Fui persona y lo recuerdo.
Fui mujer y labradora.
Algo de aquello
Que por los ojos de las mulas
aún se ve).

Aunque la encina, aunque la vaca
se pusieran a buscar su corazón
mirando con las ramas el alto cielo,
un crepitar de lengua estofada para otros
lo apagaría de inmediato.

¡Qué drías tú! ¿Ella ha dicho yo?
Clavada en su parcela, ha dicho ¿qué?
Hoy todo sucedió de golpe, cuando insistí:

Soy yo, la mayor.
Y ella: ¡Tanto yo, tanto yo!
¿y quién te crees que eres yo?

(María Ángeles Maeso).