sábado, 16 de diciembre de 2023

Entre las más que suspicacias y las cosas sucias en el mundo judicial


Noto al mundo de la judicatura muy revuelto. En sus alturas no soportan que se hable de quienes forman parte de él y de sus decisiones, aprovechando cualquier ámbito para lanzar sus proclamas. Entre sus filas han llegado a salir a las puertas de los juzgados para manifestar su malestar cuando empezó a nombrarse lo "lawfare", la forma fina de lo que no es otra cosa que guerra sucia judicial. Hablan de agresión al principio de separación de poderes. Porque, dicen, se critica muchas de sus decisiones y se alude que en muchos casos resulta más que sospechosas determinadas actuaciones y sentencias. Noto, sin embargo, poca o ninguna autocrítica. Y los casos saltan a la vista. Veamos algunos ejemplos. ¿Qué han tenido que que sufrir Antonio Rodrigo Torrijos y José Manuel García, concejales de IU en Sevilla, después de doce años imputados por corrupción, cuando, por fin, vieron en enero pasado que quedaban absueltos? Un caso claro de d
año personal y de daño político para su grupo ¿Y qué ha pasado con la conocida jueza que estuvo detrás de las acusaciones? En vez de dimitir quienes forman el Consejo General del Poder Judicial, siguen anclados en él pese a los 5 años de caducidad. ¿Acaso eso no es una agresión al principio de separación de poderes? El "caso Neurona" contra la dirigencia de Podemos y las acusaciones de corrupción por apropiación indebida de fondos electorales: archivado después de tres años de investigación; un caso más con la misma suerte. ¿Tanta saña judicial para dañar a ese grupo político? Lo ocurrido con Ada Colau: una jueza acaba de archivar ¡15 querellas! interpuestas por un grupo de inversión; habían sido aceptadas previamente por quienes las instruían, hasta el punto que en una de ellas se vio obligada a declarar dos meses antes de las elecciones municipales de este año. ¿Acaso eso es, por parte de de quienes instruían los casos, una actuación adecuada? ¿Afectó a los resultados electorales? El espionaje policial a David Fernández, ex dirigente de la CUP, con el consentimiento de la Audiencia Nacional, bajo la acusación de formar parte del "tsunami democratic" y, por tanto, de terrorismo. ¿Eso qué es?