viernes, 15 de mayo de 2020

Juan Genovés: el compromiso social en el arte
























Recuerdo de Juan Genovés cuando contó en cierta ocasión, quizás a principios de los años 80, una anécdota sobre algo que le sucedió en 1976, estando detenido en los sótanos de la Dirección General de Seguridad, sita durante el régimen franquista en la Puerta del Sol. Al parecer un policía lo reconoció, medio admirado, como un artista famoso, pero al poco tiempo otro policía se acercó al calabozo donde se encontraba y de malos modos le soltó: "¡Veronés, Veronés...! ¡Tú eres Genovés, desgraciado!". Y es que lo habían confundido con el artista veneciano del siglo XVI. 



En un primer momento estuvo ligado a los movimientos de vanguardia artística, como los grupos Los Siete, Parpalló, Estampa Popular y Hondo. Si en los dos primeros la abstracción era la base de su creatividad, especialmente dentro del informalismo en boga, en los otros dos, a caballo entre los años 50 y 60, dio un giro hacia la figuración, empezando por un expresionismo con claros tintes provocadores. "Maternidad" es un ejemplo de esos años.


Fue un camino que no abandonaría en el resto de los años. Pronto imprimió una mayor carga social a sus obras, consciente de que debía apegarse a la realidad para poder incidir en la situación política que estaba viviendo el país. Y, a la vez, empezó a utilizar nuevas técnicas, materiales y formas, donde no faltó la influencia del mundo del cine.

Fue el momento en que inició el  compromiso político explícito frente a la dictadura, que se concretó con su ingreso en el Partido Comunista de España. Y fue también cuando incorporó en sus cuadros nuevos temas. La multitud se erigió en uno de sus protagonistas, representada a base de blancos y negros, y recordándonos a esas gentes que huyen despavoridas en "El coloso" de Goya. 


No faltaron cuadros donde aparecieron escenas de denuncia y/o de solidaridad, en este caso empleando tonalidades grises y terrosas. Lo hizo, por ejemplo, en "El preso" o en el famoso "El abrazo", donde un grupo de personas manifiestan su alegría cuando salen a la calle quienes han estado encarcelados. Utilizado en 1976 por la Junta Democrática como imagen de la lucha por la amnistía, se multiplicó en miles y miles de carteles, y acabó siendo un icono mundial de la lucha por la democracia.



En los años 80, marcado por su vivencia del golpe del 23-F, inició una nueva etapa. Sus Paisajes urbanos adquirieron una dimensión metafísica. Hizo que el silencio, las calles vacías y los edificios desnudos acabaran llenando sus cuadros. Pero no a la manera pesimista de Giorgio de Chirico, sino, como indicó en cierta ocasión, con la intención de rehumanizar el paisaje.

Atrás dejó la militancia comunista, pero mantuvo su compromiso social en defensa de los derechos humanos, reivindicando a las víctimas de la dictadura franquista, protestando contra las guerras o poniendo de manifiesto que el neoliberalismo no es la solución, sino la condena.  



Volvió a recuperar la multitud, a la que dotó de un cromatismo minimalista, 
pero llamativo. Siguió indagando sobre la creación artística. Alejado y enemigo del individualismo, ha sabido reconocer que nada de lo que se crea es producto de una sola persona. Como le ha ocurrido a tantos artistas, de algunas de cuyas obras se va sabiendo que pudieron ser hechas en el taller del maestro, esto es, colectivas. Pudo haber ocurrido en "Las meninas" de Velázquez, "El coloso" de Goya... o en las pinturas prehistóricas. Para "El abrazo" Genovés se inspiró en la salida del colegio de unos niños y precisamente con éstos, y con éstas, le ha gustado interactuar acerca del significado de sus cuadros.


Sí, Genovés ha fallecido esta mañana. No ha sido por el covid-19, sino como consecuencia de un ataque al corazón. Está entre los artistas españoles más destacados de la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del actual, pues hasta el último momento no ha dejado de trabajar. Abarcó varias áreas de las artes plásticas (pintura, dibujo, litografía, escultura...). Llegó a hacer reproducciones como litografías de muchos de sus cuadros, como en "Éxodo", cuyos derechos cedió a la Comisión Española de Ayuda al refugiado.

Incluso realizó algunas versiones como esculturas, como, por ejemplo, en "El abrazo". Desde 2003 puede contemplarse sobre un pedestal situado en la calle Atocha de Madrid, frente al despacho donde fueron asesinados en 1977 los cinco abogados de CCOO y el PCE. Y desde 2016, recuperado de los sótanos del Museo Reina Sofía, el cuadro puede verse en una de las salas del Congreso, a cuya intrahistoria le dediqué una entrada. 



(Parte de la información proviene de las entrevistas publicadas en Tendencias del mercado del Arte y llevadas a cabo por Carlos García-Osuna, http://www.tendenciasdelarte.com/entrevista-juan-genoves-mayo-2009/ , y Marga Perera, http://www.tendenciasdelarte.com/entrevista-juan-genoves-diciembre-2014/; la primera fotografía se ha publicado en https://cadenaser.com/ser/2020/05/15/cultura/1589535487_073439.html).