En dos días el Tribunal Supremo ha tomado sendas decisiones sobre asuntos que tienen que ver con Catalunya y que previamente había tratado la Junta Electoral Central. En las dos ha ratificado las decisiones tomadas por el máximo órgano electoral: las inhabilitaciones de Oriol Junqueras, como europarlamentario, y de Quim Torra, como diputado del parlamento catalán.
En el caso del President de la Generalitat catalana resulta evidente que no ha tenido en cuenta un principio básico del derecho, que es de las garantías procesales, teniendo en cuenta que la sentencia por la que se le ha inhabilitado no es firme.
Y lo de Junqueras resulta de traca. Para Javier Pérez Royo estamos ante un enrocamiento del Tribunal Supremo y una degradación de la justicia española. Por su parte, Jordi Nueva, catedrático de Derecho Procesal en la Universidad de Barcelona, entrevistado anoche en el programa Hora 25 de la cadena SER (puede escucharse en la parte final del tramo horario), fue rotundo en sus declaraciones: lo que ha hecho el Tribunal Supremo es todo un despropósito en el procedimiento que está llevando a cabo sobre Junqueras, ajeno a la resolución tomada el pasado diciembre por el Tribunal de Justicia Europeo y al propio Parlamento Europeo.