Durante el paseo que dimos la tarde de la llegada a Atenas, mientras visitábamos el ágora y su entorno, capté con el teleobjetivo de la máquina fotográfica un edificio clásico. Estaba como semiescondido entre los árboles y me llamó la atención su parecido al Partenón, coincidiendo hasta en el orden dórico de sus capiteles. Días después, ya en la Acrópolis, volví a divisarlo desde lo alto, resolviendo su nombre cuando Giordano me dijo que era el Templo de Hefesto, al que también se conoce como el Hefestión. Su morador religioso era el dios del fuego, renombrado como Vulcano en la mitología romana. Data de la segunda mitad del siglo -V, durante el gobierno de Pericles, y fue construido a la par de los templos que hoy conocemos de la Acrópolis, aunque su finalización fue posterior. Hexástilo, por el número de sus columnas frontales, consta de una estructura similar a la del Partenón en lo exterior (es períptero) y en lo interior (con pronaos, cella y opistódomos). Pese al paso del tiempo, ha logrado mantenerse casi intacto, no así todos los relieves decorativos de sus frisos y frontones. Ya de vuelta a casa, mientras miraba las fotografías de lo que fue mi fugaz visita a Atenas en 1984, en una de ellas aparece, también a lo lejos, el templo que la ciudad de Atenas dedicó al dios del fuego. El mismo que siglos después, como un humilde herrero, fue representado magistralmente por Velázquez en su cuadro "La fragua de Vulcano".
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viernes, 28 de octubre de 2022
El templo dedicado a Hefesto en Atenas
Durante el paseo que dimos la tarde de la llegada a Atenas, mientras visitábamos el ágora y su entorno, capté con el teleobjetivo de la máquina fotográfica un edificio clásico. Estaba como semiescondido entre los árboles y me llamó la atención su parecido al Partenón, coincidiendo hasta en el orden dórico de sus capiteles. Días después, ya en la Acrópolis, volví a divisarlo desde lo alto, resolviendo su nombre cuando Giordano me dijo que era el Templo de Hefesto, al que también se conoce como el Hefestión. Su morador religioso era el dios del fuego, renombrado como Vulcano en la mitología romana. Data de la segunda mitad del siglo -V, durante el gobierno de Pericles, y fue construido a la par de los templos que hoy conocemos de la Acrópolis, aunque su finalización fue posterior. Hexástilo, por el número de sus columnas frontales, consta de una estructura similar a la del Partenón en lo exterior (es períptero) y en lo interior (con pronaos, cella y opistódomos). Pese al paso del tiempo, ha logrado mantenerse casi intacto, no así todos los relieves decorativos de sus frisos y frontones. Ya de vuelta a casa, mientras miraba las fotografías de lo que fue mi fugaz visita a Atenas en 1984, en una de ellas aparece, también a lo lejos, el templo que la ciudad de Atenas dedicó al dios del fuego. El mismo que siglos después, como un humilde herrero, fue representado magistralmente por Velázquez en su cuadro "La fragua de Vulcano".