Auriga Zeus / Poseidón
Entre las obras de escultura exentas más relevantes del periodo clásico de la Hélade, nombre primigenio de la Grecia Antigua, conocemos pocas que sean originales. Las esculpidas en mármol son copias hechas con posterioridad durante la época romana, lo que ha dado lugar a que en la actualidad, por distintas razones, estén dispersas en diferentes países y que en ocasiones existan varios ejemplares. Ocurre, por ejemplo, con el "Discóbolo" (lanzador de un disco) de Mirón, que se encuentra en Londres; el "Doríforo" (portador de una lanza), obra de Polícleto, en Nápoles; el "Apoxiomeno" (el que se raspa el brazo) de Praxíteles, en el Vaticano; la "Venus de Cnido", también de Praxíteles, en Roma; o la "Ménade" de Scopas, en Dresde. Distinto es el caso de las esculturas hechas en bronce, algunas de las cuales se han conservado hasta nuestros días. De estas últimas, hemos podido ver en días pasados dos esculturas de gran interés y pertenecientes a la etapa de transición de lo arcaico a lo clásico, durante la primera mitad del siglo -V: el "Auriga" (conductor de carros), en el Museo de Delfos, que es lo que se conserva de un grupo escultórico más amplio; y "Zeus lanzando un rayo", en el Arqueológico de Atenas, si bien hay quienes la asocian a Poseidón. Y entre las esculturas de mármol que están expuestas en Grecia hemos podido contemplar dos muy conocidas: el "Diadúmeno" (el que se ciñe la cinta) de Polícleto, de finales del -V, en el Museo Arqueológico de Atenas; y el "Hermes" de Praxíteles, de la primera mitad del -IV, en el Museo de Olimpia. Puede añadirse la escultura dedicada el atleta "Agias", que se atribuye a Lisipo, coetáneo del anterior, que se encuentra en el Museo de Delfos. Todo un culto a la belleza y la armonía del cuerpo humano (principalmente masculino), y al equilibrio y la serenidad espiritual.