siglo -VI. Encontrada en los años sesenta del siglo XIX en las excavaciones que se estaban llevando a cabo en la Acrópolis ateniense, puede contemplarse actualmente en el nuevo Museo que se ha construido recientemente para albergar las obras del recinto sagrado ateniense de la Antigüedad. La obra tiene todos los rasgos propios de ese periodo artístico, con claras influencias del arte egipcio, como la frontalidad, la rigidez, el esquematismo anatómico, la sonrisa arcaica... Y ha sido, así mismo, base para la representación de un conocido tema de la iconografía cristiana: el del Buen Pastor. En este caso se ha cambiado el ternero por un cordero o una cabrita y se identifica simbólicamente la figura del pastor con la del propio Jesús. La que quizás sea la representación más antigua, datada en la segunda mitad del siglo III, se ha encontrado en las catacumbas romanas de Priscila, en uno de cuyos techos se ha pintado al fresco la figura de Jesús portando una cabrita sobre su hombro, flanqueado a su vez por otros dos animales.