te asesinaron,
te masacraron?
¿Por qué, Chile?
¿Por qué?
Era casi un niño y seguía tu destino.
Cuando vino la hora de la muerte,
descubrí cuán grande había sido lo vuestro.
Lloré aquel día,
contuve mi rabia años y años
y ahora vuelvo a rememorarte.
¡Qué terribles debieron de ser aquellos días, aquellos meses, años!
Dolor, sangre, muerte...
(Diciembre de 1982).