martes, 31 de mayo de 2022

Nos ha dejado Joaquín de Alba Bernal, pero permanecerá en nuestro recuerdo

Te recuerdo subido en lo más alto de una escalera,
como buscando una estrella 
escondida en el cielo de la noche.
Tu mundo fue el de la mar.
Allí forjaste la reciedumbre de esos héroes 
que os jugáis la vida en cada viaje.
Tuviste conciencia de lo que eras
y sentiste la necesidad 
de empujar con tus iguales
para que la dignidad 
se convierta en el aire necesario 
que haga habitable, sin distinciones, 
el lugar donde vivimos. 
Por eso te gustaba enviar en tus mensajes 
esos puños que simbolizan la fuerza de la unión.
Siempre estabas sonriente 
y nunca te faltaron esas palabras de aliento 
que ayudan cuando se está en el fragor de cada batalla.
Joaquín, sólo hay una cosa inevitable en la vida
el momento de perderla.
Y hoy, con mucho dolor,
te ha tocado a ti, compañero.
Permanecerás siempre en nuestro recuerdo
y estoy seguro que cada noche 
te buscaremos entre las estrellas que nos iluminan 
y evitan que nos venza la oscuridad.
 




sábado, 28 de mayo de 2022

Colombia: en apoyo de Gustavo Petro y Francia Márquez

El domingo se celebra la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. La gran novedad en esta ocasión se encuentra en que por primera un candidato popular y de izquierda tiene importantes posibilidades de alzarse con la victoria. Gustavo Petro, candidato de Colombia Humana-Unión Patriótica, es el favorito en todos los sondeos. Cuenta como compañera para la vicepresidencia con Francia Márquez, una mujer ligada a las luchas sociales, medioambientales y el feminismo. Otra cosa es el porcentaje de votos que consigan, teniendo en cuenta que necesitan obtener la mitad más uno de los votos para erigirse en presidente y vicepresidenta en la primera vuelta. De lo contrario, el resultado se tendría que dirimir en un segunda entre los dos candidatos más votados.

El camino que han realizado no ha sido fácil. Colombia es el país donde sus gobernantes han actuado como los principales aliados de EEUU en el continente latinoamericano. Es la sede del mayor aparato militar del imperio desplegado fuera de sus fronteras. Un imperio que a lo largo de todo el siglo XX y lo que llevamos del XXII ha hecho y deshecho a su antojo lo que ha querido. Ha convertido al país en uno de los más violentos del continente, con una especial saña contra las personas que han liderado la resistencia contra todo tipo de agresiones y violaciones de derechos y en la defensa de los derechos humanos, de tierra, de recursos naturales... Un imperio que impuesto gobiernos, promovido golpes de estado, asesorado operaciones criminales encubiertas, protegido matanzas, estimulado el narcotráfico... 

En diciembre de 2010 publiqué el artículo "La violencia en Colombia", en el que traté la situación que vivía el país. Aún no se habían firmado los acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, que se consiguieron en 2016, pero se estaban abriendo las puertas en esa dirección. Lo que vino tras dicha firma ha sido una continuación de lo mismo, con la diferencia de que las acciones de los grupos armados resistentes habían quedado reducidas casi a la nada. No ha cesado la violencia sistémica, a la vez que se están sucediendo los asesinatos de dirigentes y militantes del grupo guerrillero extinguido y dificultando su integración en la sociedad, como estaba contemplado en los acuerdos. Algo parecido a lo ocurrido en los años 80 y principios de los 90 a raíz del primer acuerdo de paz habido entre el gobierno y las FARC, en 1985, cuando se fueron produciendo numerosos asesinatos de miembros de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, hasta el punto de haber sido tipificado de genocidio político por algunos  organismos de derechos humanos. 

Y todo porque el poder ha seguido en manos de los mismos grupos sociales y/o sectores políticos del país. Un país controlado por una todopoderosa oligarquía, arraigada en los distintos sectores económicos (con especiales raíces en las áreas rurales), apoyada por los gobiernos de EEUU, secundada en gran medida por los aparatos del estado (ejército, policía, judicatura...), con tentáculos en el mundo del narcotráfico, con la complicidad de los gobiernos de los países europeos y con la aquiescencia de buena parte de los medios de comunicación.

El miedo que ha surgido en los poderes económicos, el estado colombiano y el imperio es grande. Lo ocurrido en el mes de marzo durante las pasadas elecciones legislativas fue un aviso. Se dio un importante avance en las dos cámaras por parte de las candidaturas de Pacto Histórico, donde opera Gustavo Petro, junto con otras como Alianza Verde, los Comunes o varias candidaturas indígenas. También hubo una clara derrota del uribismo político, que fue contrarrestada por una desviación del voto conservador hacia posiciones más moderadas. Todo ello no estuvo exento de maniobras fraudulentas durante el recuento y custodia de los votos, que fueron llevadas a cabo desde algunos sectores del aparato del estado, que llegó a no contabilizar cientos de miles de papeletas favorables a Pacto Histórico.  

El programa político que presentan abarca aspectos que van desde los derechos sociales, para combatir la pobreza y las desigualdades, a los ambientales, para luchar contra las agresiones al medio natural, pasando por el reconocimiento de nuevos derechos a las mujeres, la diversidad sexual, los pueblos originarios... Una síntesis de sus propuestas más llamativas puede verse en lo publicado por La Oreja Roja.

Lo que están reflejando los apoyos a Gustavo Petro y Francia Márquez son las esperanzas de cambio real que existen en amplios sectores de la sociedad colombiana. El hartazgo hacia la cronicidad de las injusticias sociales y las violaciones de los derechos humanos ha avanzado de tal manera, que el miedo, el engaño y la indiferencia van quedando atrás. 

El domingo (en la madrugada de nuestro lunes) conoceremos los resultados. De momento, junto a la esperanza de tanta gente, mi apoyo solidario.    

(Imagen: tratamiento digital de una fotografía publicada en La Oreja Rojahttps://www.laorejaroja.com/las-propuestas-mas-llamativas-de-gustavo-petro-y-francia-marquez/).

miércoles, 25 de mayo de 2022

El volcán nuevo de la isla de La Palma


Su nacimiento ha sido retransmitido como una crónica permanente a lo largo de los casi tres meses que duró su erupción. Sus imágenes llenaban las portadas de las televisiones y los periódicos. Lo que antes había sido un paraje inclinado en una parte de la falda de la sierra de Cumbre Vieja, acabó convirtiéndose en el último volcán del archipiélago y quién sabe si del planeta. Divisar ahora su silueta impresiona. Como ocurre también hacerlo con la colada de lava que yace extendida ladera abajo hacia el oeste y cortada por el océano. En su recorrido fue arrasando casi todo lo que se encontró. Enterrándolo para siempre y consumiéndolo con un fuego abrasador que todavía, aun aminorado, se deja sentir en su hondura. Lo que fue un manto incandescente, resaltado en su color rojizo durante las noches, se ha tornado en un espacio ennegrecido por el basalto que ha emanado desde las entrañas de la Tierra. Y en su cúspide, formando una corona, el volcán nos deja ver la casi blancura del azufre, mientras siguen saliendo, ahora tímidamente, gases de su interior, como restos vivos de ese azote furioso que sacudió la isla canaria de La Palma en el último cuarto del año 2021.
 
   

Usurpar, escaquearse, regodearse...

 
Tienen mucho y quieren más. Cada vez más. No paran. Viven en su mundo. Distantes. Heredan. Hacen negocios. Usurpan todo lo que pueden. Son hábiles en los chanchullos. Obtienen prebendas. Se escaquean en los impuestosLos evaden sin reparos. Crean pobreza e ignorancia. La ocultan. O la disimula. Compran voluntades. Silencian las voces críticas. Lanzan falsedades. Calumnian si es preciso. Organizan sus saraos. Fabrican gente crédula que los imitan. Rinden pleitesía a la corona. Exaltan al que huyó con su botín. Imploran a la divinidad. La reverencian. Compran su hueco en el cielo. Hacen ostentación de lo que hacen. De cómo viven. Se regodean sin rubor. Se ríen de la mayoría de la gente

martes, 24 de mayo de 2022

Piet Mondrian, en su recorrido de la figuración a la abstracción

Autorretrato (1918)

En el mundo del arte sus protagonistas han ido evolucionando a lo largo de los años. Decir que entre las primeras obras y las últimas existen muchas diferencias quizás pueda resultar en bastantes casos exagerado, pero en otros sí ocurre. Se da esto último en mayor medida en los momentos en que se han producido en el mundo artístico-cultural cambios sustanciales, cuando no de paradigma, dando paso a otro nuevo, diferente y, en ocasiones, hasta antitético en relación al que le precedió. Y donde mejor se perciben estos cambios es sobre lo ocurrido a principios del siglo XX en Europa y América, después que desde las décadas anteriores se iniciara el proceso de horadación del paradigma clásico/clasicista, en cualquiera de sus formas, que fue predominante desde los siglos XV y XVI en Europa Occidental.

Los primeros años del siglo XX fueron un momento de gran efervescencia artística, heredera de la sucesión de estilos que se fue desarrollando durante el siglo anterior (romanticismo, realismo, impresionismo, neoimpresionismo...). Tuvieron como expresión en el fauvismo, el cubismo, el expresionismo o el futurismo, manifestaciones que adquirieron con rapidez entidad propia. Pero lo más llamativo de ese momento no fue tanto esa sucesión de ismos -sin que esto suponga desmerecer ese hecho en sí mismo- como la aparición de la abstracción como un nuevo paradigma artístico, en cualquiera de sus variantes y/o formas de expresión, algo que todavía sigue presente en nuestros días

En esta ocasión no me voy a extender en cada uno de esos estilos, sino detenerme en un artista, que desarrolló su labor en la primera mitad del siglo XX: el neerlandés Piet Mondrian (1872-1944). El objetivo que pretendo es mostrar su evolución desde sus primeros años hasta que acabó adquiriendo la personalidad que le ha hecho famoso y por la que resulta fácilmente identificable. En suma, ilustrar desde dicha evolución lo vivido por buena parte de cualquiera otro u otra artista de esos años, cada cual con su especificidad.

A través de las obras que muestro de Mondrian puede verse cómo fue evolucionando desde la figuración hasta la abstracción. En un primer momento, adscrito al fauvismo y el empleo de colores vivos y llamativos; después, bajo la influencia del cubismo picassiano, la descomposición de las figuras en planos y la pérdida de los colores; y finalmente, en la adquisición de un estilo propio, dentro de la abstracción geométrica y con una base doctrinal justificativa, no exenta de peculiaridad. Pero vayamos por partes.

La primera de las obras es "Atardecer, árbol rojo", realizada en 1908. Se inserta en los cánones cromáticos del fauvismo, con un predominio de las tonalidades rojizas del árbol, en el primer plano, y las azuladas del cielo, en el fondo, cuya frialdad, así como la ausencia de las hojas, nos lleva a la estación invernal. No falta el color amarillo, intercalado en el suelo y el tronco, en mayor medida, y las ramas del árbol con el rojo y el azul; ni tampoco faltan el negro o unas tonalidades azules muy oscuras, que muestran las sombras o anuncian la llegada de la noche.

Atardecer, árbol rojo  (1908)


La cosa cambia con el segundo de los cuadros: "El árbol gris", realizado en 1912. Por su curvatura, visto desde el lado opuesto, y la ausencia de hojas podría tratarse del mismo árbol y de la misma estación. Pero eso ahora es secundario. Lo importante son tres cosas: la pérdida del cromatismo, que se ha sustituido por tonalidades grises y el negro; la percepción de un mayor grado de descomposición de las formas; y la casi ausencia de profundidad. 

El árbol gris (1912)


Eso se explica por la influencia del cubismo triunfante de Picasso y Braque, quienes en su fase analítica habían despojado a sus obrasen la mayor medida de lo posible, de colores y de formas convencionales, descomponiendo estas últimas en una yuxtaposición de planos, mientras que el sentido de la perspectiva desaparecía. Un año antes, después de haber asistido a una exposición en Amsterdam, Mondrian había quedado seducido por las posibilidades que le ofrecía el nuevo estilo. Por ello decidió trasladarse a París, donde visitó el estudio del pintor malagueño y se empapó de cubismo. A la vez, empezó a incorporar a sus cuadros algunos aspectos específicos que, no siendo relevantes, habrían de perdurar en el tiempo.   

En "Manzano en flor", también de 1912, ya aparecen dos novedades: la figura del árbol se ha simplificado hasta el extremo; y el número de planos se ha reducido. A diferencia del cuadro anterior, empero, se ha recuperado algo el color mediante tenues tonalidades amarillentas, azuladas, verdosas... Y a ello hay que añadir la importancia que empiezan a jugar las líneas negras, delimitadoras de  cada uno de los planos. La abstracción se está asomando.

Manzano en flor (1912)


Ese tránsito hacia algo diferente puede verse también en las dos versiones que en el mismo 1912 hizo de "Naturaleza muerta con un bote de jengibre". En ambas estamos ante trabajos propiamente cubistas, pero el grado de descomposición, y hasta de simplificación, de las figuras se ha agudizado claramente en la segunda.   

Naturaleza muerta con un bote de jengibre I (1912)

Naturaleza muerta con un bote de jengibre II (1912)


Esa evolución hacia la abstracción llega en "
Cuadro nº 2 / Composición nº VII", de 1913. Mondrian ha abandonado la figuración y ha entrado en un camino de no retorno. Pese a ello, hay quien considera que la figura del árbol sigue presente en la parte central del cuadro (Gompertz, por ejemplo), cuasimperceptible. No lo está, desde luego, si nos atenemos al título. Se perciben todavía elementos del influjo cubista, por supuesto, pero en su proceso creativo ya se ha alejado de la figuración y con ello, del mismo cubismo. No debemos perder de vista que este movimiento, en cualquier caso, siempre ha  tenido un anclaje con los objetos que se representan en el cuadro. 

                                        Cuadro nº 2 / Composición nº VII (1913)

En "Composición nº 6", de 1914, estamos a las puertas del Mondrian más reconocible. Es cuando aparece, como un elemento nuevo en el cuadro, una retícula de figuras geométricas cuadrangulares sobre un fondo casi blanco, a su vez delimitadas por líneas negras verticales y horizontales, salvo algunos pequeños detalles. El color aún no asoma con rotundidad, pero está apuntando hacia lo que ha de venir en los años siguientes. 

Composición nº 2 en rojo, amarillo, azul, blanco y negro (1914)


Con el inicio de la Gran Guerra en 1914 Mondrian se vio obligado a regresar a su país, lo que no significó que abandonara el camino nuevo que había iniciado. Conoció a Theo van Doesburg, con quien coincidió en lo principal de los planteamientos. El resultado fue la fundación en 1917 de la revista De Stijl [El Estilo], donde, con la colaboración de otros creadores, expusieron las bases de su forma de concebir el arte. De es manera dejaron constancia de los principios teóricos en los que se basaban, influidos por la filosofía racionalista de Spinoza, un pensador holandés del siglo XVII, y por la corriente teosófica que había surgido unos años antes en Europa. Desde la primera buscaban el sentido de la armonía, teniendo en cuenta que para el filósofo la percepción debía partir de la reflexión y sustentarse en una racionalidad expresada a través de las matemáticas y la geometría. En cuanto a la teosofía, pretendían encontrar las claves de construcción interna de la realidad. 

Toda una cosmovisión del mundo y de la vida cargada de espiritualidad, pero partiendo de lo racional, que llevó a los integrantes del grupo a hacer de la geometría la base de sus trabajos. En la pintura se tradujo en la representación de figuras planas, y líneas rectas horizontales y verticales, pero eso no fue óbice para que se fuera extendiendo a otros campos de la creación y que dejara sentir su influjo en otros artistas. Había nacido una nueva corriente artística, que recibió el nombre de neoplasticismo. Así como lo denominó el propio Mondrian, que en 1920 publicó el libro Neo-plasticismo. Para él, con el nacimiento de la abstracción moderna había emergido "una plástica exacta de las relaciones puras, lo esencial de toda emoción de belleza plástica".

Composición (1916)


En 1916 Mondrian pinta “Composición”, en el que asoman sin pudor los colores primarios sobre un fondo grisáceo, entremezclados en una sucesión de líneas negras verticales y horizontales con una trazo más definido. Pero no se encuentran todavía las figuras geométricas. A lo sumo se atisban.

En "Composición con gris y marrón claro 1", de 1918, ya se nos muestra depurando su delimitación de las formas y pone de manifiesto un grado de simplificación extremo. Lo hace a base de cuadrados y rectángulos separados por líneas negras gruesas, aunque el color, aplicado en el interior de cada figura, queda reducido al amarillo, ya plano, y a distintas tonalidades de grises.         

Composición con gris y marrón claro 1 (1918) 


Pero es en "Composición nº 2 en rojo, amarillo, azul, blanco y negro", de 1921, cuando, en su proceso de abstracción, adquiere lo que acabó siendo su estilo inconfundible. El cuadro está formado por lo que Mondrian denominaba como los colores, esto es, los  tres principales; y los no colores, esto es, el negro, el blanco y el gris. Un cromatismo plano, desprendido de tonalidades. 

Composición nº 2 en rojo, amarillo, azul, blanco y negro (1921)


A partir de ese momento las variaciones en sus cuadros se limitarán a las distintas formas de distribuir esos elementos, en la medida que cada color y cada no color tenga mayor o menor presencia. Y siempre respetando el principio de una retícula basada en líneas verticales y horizontales. Es lo que puede contemplarse, como en tantos otros cuadros, en "Composición C (nº III) en rojo, amarillo y  azul", de 1935. 

Composición C (nº III) en rojo, amarillo y  azul (1935)


Son los años en los que el influjo del neoplasticismo se ha hecho sentir en otros campos, como la escultura, el diseño industrial, la arquitectura, el mobiliario doméstico, la decoración, la tipografía... Y aunque en un primer momento el centro se encontraba en Mondrian, eso no fue óbice para que afloraran disensiones entre sus componentes. La más llamativa, la ruptura entre las dos figuras más representativas del grupo. El motivo, quizás nimio, se originó cuando Van Doesburg introdujo las líneas diagonales en sus cuadros. Algo que resultó imperdonable para Mondrian, al considerar que con ello se rompía el equilibrio hacia "la belleza pura". 

En 1940 Mondrian huyó a Londres y desde ahí se trasladó a Nueva York. El nazismo se había instalado en su país, después que en mayo de ese año las tropas alemanas lo hubieran invadido. La armonía y la belleza que buscó durante tanto tiempo habían sido inundadas de la destrucción más atroz. Sus últimas obras nacieron al otro lado del Atlántico. Y entre ellas, la inacabada "Victory Boogie Woogie", de 1943-1944". 

Victory Boogie Woogie (1943-1944)



Bibliografía consultada

Argan, Giulio Carlo (1977). El Arte Moderno, v. 2. Valencia, Fernando Torres.
Blanco Planelles, Javier (s.f.). "Piet Mondrian. El neoplasticismo holandés (1817-1928)". AULADADE, Aula de Humanidades (https://www.auladade.com/wp-content/uploads/2020/12/Vanguardias-y-tendencias.-Clase-11.-Piet-Mondrian-23-abril.pdf).
Farina, Violetta (2009). Arte del siglo XX. Visual Encyclopedia of Art. Florencia, Scala.
Gompertz, Will (2017). ¿Qué estás mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Madrid, Taurus. 
Jaffé, L. C. (1978). "Abstracción geométrica", en Autoría Colectiva, Historia del Artev. 9. Barcelona, Salvat. 
Vicens, Francesc (1973). Arte abstracto y arte figurativo. Barcelona, Salvat.

domingo, 22 de mayo de 2022

El viento de levante en la poesía


Al viento de Levante

Dicen que el viento levante
Se nos lleva las ideas
Y que nos turbia el talante
Pero yo no le hago caso
Aprovecho para escribir
De mi mundo y del vivir
Y cuando calma, repaso

Al repasar aprovecho
Para pensar lo ya escrito
Y a veces borro lo hecho
Para ponerlo distinto

Y así ocurre una y cien veces
Nunca me encuentro contento
Me parece que no crece
La calidad de mis versos
¿Será por culpa del viento?

No habrá que tomarlo a broma
Este es un viento inquietante
Que nubla el sol que se asoma
Cuando lo tienes delante

Vuelan todos los objetos
Vuela la imaginación
Estamos insatisfechos
Se encoje el corazón

Los mayores refunfuñan
Los pequeños alborotan
La mujer está de uñas
Y las plantas ya ni brotan

Este viento es excitante
No nos deja meditar
Nada se puede rimar
Es el viento de levante
Que parece un huracán

Pero hay que vivir con él
Forma parte de este clima
Se le va teniendo estima
Y hay que ceñirse a su ley

(Autor del blog Rincón de la imaginación).


Con tu viento

I

Arriba y abajo,
como un peregrino
me lleva tu canto
por esos caminos.
Me cuesta trabajo,
incluso decirlo
y el significado
real no descifro
de éste maremágnum
de dulces sonidos
que de vez en cuando
me roba el latido.
Con tu viento ando,
con tu viento vivo
a tu viento clamo
en mis desatinos.
Y un paisaje plano
sin viñas ni olivos
yo voy transitando
en pos de un destino
que se me ha parado,
que se me ha perdido,
que sabe a fracaso
si no estoy contigo.

Es hora de irse,
el sol ya se ha puesto,
ya pintó el eclipse
de alquitrán el cielo.
Ya se queja el cisne,
ya llora el jilguero,
de aquí a los confines
del ancho universo
porque en los perfiles
de un rápido vuelo
de mí tú te fuiste
prendida en tu viento.

¡Que frío y que triste
se quedó el almendro!
¿Por qué deshiciste
lo que estaba hecho?
Sabes que te quise
como a nadie quiero
y mi alma gime
porque no te tengo.
Ya nada me sirve,
ya todo se ha muerto.
Es como un desfile
de amargos recuerdos.

II

Tu viento mecía mi abeto
y hacía girar mi molino,
me empujaba a mar abierto
y aupaba mi andar cansino,
avanzaba pecho adentro
convertido en torbellino
despejando por momentos
a niebla de mis sentidos.
Sin chispa ya y sin talento,
desgastado y aburrido,
la pobreza de mis versos
es la muestra de mi hastío.

(Viento de Levante, pseudónimo).


El levante

De repente, la atmósfera se vuelve grávida y tersa, se hace espesa la luz y a la vez más diáfana, el pensamiento se nos nubla y parece afilarse como un cuchillo, con ganas de herir.

"Viene levante".

Llegan bandadas de insectos, se cuelan en las casas. Libélulas y diablillos verdosos, con sus élitros como de cristal resquebrajado.

Los perros ladran sin porqué…

Y el viento de levante rompe al fin, suntuoso y demente, doblegando los árboles, dando vuelo a las arenas, batiendo puertas y ventanas, y el mundo parece entonces un espejismo oscilante, un lugar medianamente maldito.

La gente camina cabizbaja, con porte sombrío de conspiradores, con mirada huidiza. En el cielo, las gaviotas planean igual que cometas, inmóviles casi, momificadas en el vacío. La playa es un remolino de oro. Apestan los husillos, porque este viento remueve incluso los submundos.

Pasa por la realidad, en fin, el dios pagano, el dios invisible y loco, y todo tiembla.

(Felipe Benítez Reyes).


Es bueno convivir con nuestros sueños, pero en habitaciones separadas

Nunca ha sabido nadie el peso de los sueños.
Azules son sus pies,
pero nadie ha llegado a predecir el color, la forma de sus huellas.
Yo vengo de unos sueños que son como un país,
recuerdo los veranos,
conozco la caída de sus hojas,
sus épocas de lluvia
sobre la libertad y las banderas.
Tampoco nadie sabe cuánto tardan los sueños
en ponerse intratables amarillos,
en decir la verdad de sus mentiras,
en doler por los muebles de la casa
tropezando con todo y rompiendo las copas.
Cuando expulsé a los sueños para no traicionar la realidad, conocía su herida,
el peso de la noche y su presencia, pero no calculaba su vacío.
El vacío de un sueño
pesa como la risa de los cínicos,
como los ojos débiles que miran a otro lado, como el soberbio
de pureza fría que vive más allá de las tormentas.
Los paraguas se vuelven del revés por decisión del viento de levante, 
                                                                  / y la altura del cínico
se parece a una torre de marfil igual que las promesas del ingenuo.
Llamo para pedirles que regresen,
me humillo en el teléfono, les digo
lo que quieren oír sobre su ausencia.
Y cuando vuelven tengo preparadas
dos camas en distintos dormitorios,
dos frentes, dos verdades
al otro lado del pasillo,
para quedar en medio y vigilamos.
Si beben demasiado, no les dejo 
negar la realidad de forma temeraria.
Y si yo me comporto como un cínico, 
se abrazan a mis pies, menos azules
y mucho más cansados,
para que no los borre de mi agenda.

Resistimos así el paso de los años.
Convivo con mis sueños,
pero en habitaciones separadas.

(Luis García Montero).


Levante

el cielo arde.
tiembla el bosque.
el cielo arde,

hasta la sierra tiembla
los hombres doblan la frente,
es él
¡es él!
llega para arrastrarlo todo
¡sopla Levante sopla!
¡sopla Viento de Viaje!
ábreme los cruces de la tierra
¡sopla sopla!
¡llévate mi alma!
más allá del horizonte de mi vida
en la tierra virgen de un día
nuevo de Viaje.

(Alejandro Sidonia).


Levantera

Una espiral diminuta,
una ráfaga,

un rasgueo desenfrenado
de guitarra.

La caja de Pandora
se desata.

Nadie puede hacer
nada.

La quietud, hecha añicos,
estalla.

Vocea el tendero su dolor
de espalda.

Una señora sostiene el vaivén
de su falda.

En silencio una voz grita
desaforada.

—¡Vete a la mierda, niño
-exclama.

—A la mierda te vas tú,
pánfila.

Un tropel de niños enloquecidos
brama

a la hora del primer recreo
de la mañana.

La loca del barrio su locura
desata

y ríe bulliciosa frente al espejo
de la estancia.

Son interminables las colas
del psiquiatra.

En la batidora se agita el perfil
del mapa

y Dios canta por peteneras
una  taranta.

Las papeles de las papeleras
saltan

y giran y giran, con frenesí,
en la plaza.

Los turistas  por los aires
danzan.

Un peine de invisibles púas
peina la playa

y se cubre de arena la tortilla
de papas.

De repente los remolinos
se paran

y tras la tempestad vuelve
la calma.

Cesa el  rasgueo
de la guitarra,

la Caja de Pandora cierra
su tapa.

El tendero alivia su dolor
de espaldas.

La señora deja de plisarse
la falda.

La voz desaforada afina
su garganta.

─¡Hola!, ¿cómo estás, niño?
-proclama.

─Estoy muy bien señora,
gracias.

Los niños en el colegio
cantan

y forman en fila con el sonido
de la campana.

La loca deja de estar loca
y se calma.

Menguan las largas colas
del psiquiatra.

Dios  hace acto de contrición
y se larga.

Y los contornos vuelven
al mapa.

Los papeles sobre las aceras
descansan,

y los turistas repliegan
sus alas.

El sol firma una tregua con la arena
de la playa.

Y Eolo se fue tan pancho,
como si nada. 

(Francisco Malia Sánchez).


Tribunal del viento

El rudo viento de levante arrastra
la arena hasta los soportales
y entra en los dormitorios y toma posesión
de los enseres indistintos,
se asocia a las cortinas y a las sábanas,
cuartea la vetusta madera de la noche.

Y sucede de pronto que también
hostigan a la vida esos furiosos aguijones,
ese acérrimo enjambre
de historias polvorientas, mientras
se van superponiendo alrededor
soñolientos algodones del cansancio.

A mi quererla el tribuna del viento.

(José Manuel Caballero Bonald).


Viento de levante

Agitado de ropas sacudidas
que al loco vendaval-desarbolados
torres, veletas, cúpulas, terrados-
gritan como banderas combatidas.
Batallas que se dieran por perdidas
al filo de los cielos cimbreados,
sábanas blancas, cuerpos inflamados,
blusas sin senos por el sol henchidas.
Tundido a golpes silbadores vienes
y vas, doblado y vas, rotas las sienes,
iluso en tu avanzar, sin movimiento.
Siglos de sacudidas sin reposo,
el viento, el viento súbito en acoso,
el viento de levante, siempre el viento.

(Rafael Alberti).


Viento de levante

Por las callejas encaladas,
olorosas a peces y a bodegas,
parecía un rey loco y vagabundo,
vieja la barba, la mirada joven,
ebrio de ron o de nostalgia.
El viento le seguía como un ronco
fantasma polvoriento,
dando portazos por los callejones.
Crujía el pueblo como un viejo barco.
Por todas partes resonaba el mar.

(Fernando Sabido Sánchez).


Viento de Levante

Ven, arrebata raudo mi sentido,
eres la fuerza que mi tierra enciende
en llamas de aire que su luz extiende,
ráfaga de vida, ardiente latido.

Envuélveme en tu soplo embravecido,
y que así penetre mi ser tu duende,
arrebóleme el halo que desprende
tu fugaz estela, agudo silbido.

Tu divina locura creadora
se trueque en mí mies de fruto abundante,
gracia de tu energía  arrolladora,

que mi alma eleva en éxtasis amante
rendida ya ante tu aura inspiradora,
don de los dioses, viento de Levante.

(Inma Calderón).


Viento de Levante

Albatros sobre los mares,
susurros de caracolas;
y pisadas de nativa desnudez posadas sobre la ribera marina.

Se esparce el aroma de la espuma blanca,
a través de la costa,
bajo una primavera de añil y jade.

El andar perfumado de lunas y cuerdas,
procedente del litoral mediterráneo.

Un reposo sumergido en el océano;
acordes tibios sinuosos excitantes,
estrofas y colores;
en las boreales voluptuosas de un canto literario.

Girones de provincias,
un afluente de constelaciones;
que ardientes anidan dentro cada pupila quimera, de infinito oleaje.

En cada metáfora,
un manantial de invitaciones
sobre los labros de uvas recién sesgadas.

Un velamen,
conducido por vientos que se esparcen
con la fragancia de barricas del tinto.

Insustancial demora…
bajo el canto del rostro,
donde se unan los vuelos, el hálito y los suaves besos.

Que no daría yo…
por estremecerme al talle,
con el abrazo del viento de levante.

(Gabriela Ponce de León).


Viento de Levante

Tableteo siniestro.
Otro día más,
azotando las persianas.
(Del alma).

Viento lóbrego y espeso,
sopla fuerte
por las calles y las plazas.

Solano.

Terrible viento, agazapado
detrás de las esquinas.
Al acecho.

Ozono puro que contrae
los pulmones
y te asfixia
y te fatiga…

Hay cenizas en el cielo.
Y en su rastro se dibuja...
un reguero sombrío de locura
entre palmeras despeinadas
de avenidas polvorientas.

Ni un aullido de los perros.
Ni un trino de los pájaros.
Ni un sonido de los pasos.
Solo su terrible silbo...
¡Solo su silbo terrible!

Remolinos, tintineos
de la arena en los cristales
de tu cuerpo.

No hay nadie.
En estos extraños días
extrañamente
no hay nadie.

Estos días de trincheras
que mastican ansiedad,
desasosiego,
desazón y pesadumbre
una árida inquietud
de sombra inerte.

¿Muerte?

Eolo.
Ese dios mediterráneo
flagelante,
que revuelve tu oleaje
y que sube, inclemente,
tus espesas mareas de la tarde.

(Marejada gris en tu cabeza…).

Viento maldito
que te arrastra,
que te empuja,
te vacía
y te devasta…

(Tus ojos, de tierra y grava blanca).

... Y no hay nadie por la calle,
tan solo su gemido acelerado.

(Me repliego).

... No hay, tampoco, nadie dentro…

¿Fuera? ¿Dentro?
Dos paisajes desolados.
Yermos.

... Nadie…no hay nadie fuera.

(Pero están llenas las calles,
todas llenas...
ocupadas por completo por el aire).

Y por dentro…

(Ya no me queda nada dentro).

Solo viento…

(María Prieto).


Viento de levante

la luna llena-
sonido de tambores
con el levante.
En el suelo, los pétalos
de rosas, marchitándose.

(marya Jesús).


Yambos del viento de Levante

Con solano impetuoso harás pedazos
las naves de Tarsich.
Salmo XLVIII, v.  8.

Levante: viento sabio, trotador de los mundos,
que en las olas volcabas las naves de alto bordo
de Tartesos, la sabia;
mensaje del desierto:
respiración del negro continente
entre los gordos labios
espumosos del Atlas.

Levante: largo, ardiente y arenoso:
cimitarra de Dios sobre los trigos
temblorosos de Europa, rubia y blanca.

Atleta de los aires
con músculos de luz y pies de plata:
sabio de siglos y de forcejeos
con la cintura esquiva de las palmas
y los brazos membrudos
de los dragos, que sangran
colores y recuerdos.
                            Toro bravo,
que se descuerna y brama
en la barrera doble
de Tarifa y Ronda, con sus pinos
y sus dehesas coloradas.

¡Corred, corred, que viene;
corred, que nos alcanza!,
de una en otras las flores,
amarillas y blancas,
se gritan, temblorosas,
orillas de la Janda.

Y se le ve venir, cómo, gigante,
con su manto de nubes y de arena
y su turbante de hojas secas, salta
por Trafalgar cantando
sus canciones de susto sin palabras.

(¡Cómo tiemblan las flores
orillas de la Janda!).

Todo: el mar, y los cielos, y los árboles,
cuerdas para su arpa.
Y los genios del mar cierran, a golpes,
balcones invisibles y ventanas.

Y las esquinas todas
gritan, zamarreadas
por las manos del monstruo,
como vírgenes blancas.

¡Y él, cara al sol, cantando
con locas carcajadas,
segador de veletas,
cruces, torres y ramas!

Hasta que, satisfecho
y harto, el monstruo descansa
con un soplido tenue
de modorra pesada.

En el suelo, hojas secas…,
y flores…, y unas ramas…
Y la paz en las cosas…

Y un baño de oro viejo,
seco y enjuto, sobre las espigas
y sobre las almas.

¡Y es que ha pasado, trotador y altivo,
con el Mundo y el Tiempo en las espaldas,
harto de siglos y de tierra, el viento
de la Sabiduría centenaria!

(José María Pemán).