Antonio Miguel Carmona ha fichado por Iberdrola. Va a ser nada menos que vicepresidente de la sección española de una de las empresas más poderosas del sector eléctrico. Ha sido un miembro destacado del PSOE madrileño, al que ha representado como parlamentario en la Asamblea de la comunidad autónoma y por el que llegó a ser en 2015 candidato a la alcaldía. Sus posiciones políticas han estado ligadas al sector más conservador del PSOE, estando entre quienes apoyaron a Susana Díaz en las primarias de 2017, en las que por segunda vez Pedro Sánchez resultó vencedor. Este hecho ha supuesto que en la actualidad ya no tuviera ningún cargo representativo, dedicándose a su función como profesor en el centro universitario San Pablo CEU y a su actividad de tertuliano, en la que lleva bastantes años.
Y ahora, en plena polémica en torno al recibo de la luz, ha saltado una noticia que no ha gustado ni al gobierno, ni a quienes dirigen el PSOE en la actualidad, ni, por supuesto, a Unidas Podemos. Estamos ante el enésimo caso de las puertas giratorias, en las que representantes públicos destacados de los partidos se pasan a puestos directivos de grandes empresas privadas.
Algo que no es nuevo en el entorno del PSOE, en el que, además, ha habido cierta "predilección" por el mundo de las empresas eléctricas. Veámoslo a través de ejemplos: Felipe González (Naturgy), Miguel Boyer (Red Eléctrica Española), José Manuel Atienza (Red Eléctrica Española), Josep Borrell (Abengoa), Narcís Serra (Naturgy), Elena Salgado (Endesa), Mª Ángeles Amador (Red Eléctrica Española), Manuel Marín (Iberdrola), Pedro Solbes (Viesgo/Repsol)...
Una presencia en el sector donde el PP no ha faltado: Rodolfo Martín Villa (Endesa), José María Aznar (Endesa), Pío Cabanillas (Endesa), Ángel Acebes (Iberdrola y Red Eléctrica Española), Luis de Guindos (Endesa)...
Eso es lo que tenemos.