El debate está servido en torno a la situación que se está viviendo en Cuba en los últimos días. He leído y escuchado mucha información proveniente de distintas fuentes y naturaleza. No voy a entrar en las opiniones que se están vertiendo en la mayor parte de los medios de comunicación, donde abundan argumentos simples y falaces. Me voy a quedar con artículos que, no siendo coincidentes en el diagnóstico de esa situación y siendo a veces antitéticos, aportan luz al debate. Más concretamente propongo la lectura de algunos de ellos, para lo que ofrezco los enlaces correspondientes, lo que no quita que en esta entrada también deje constancia de algunas de sus partes.
“Estamos con Cuba contra el bloqueo y la guerra híbrida de Estados
Unidos", carta de 37 intelectuales de EEUU
Se trata de una carta enviada a The New
York Review of Books como respuesta a otra que se publicó en dicho diario el 26 de mayo, en la que se afirmaba que el artista cubano Luís Manuel Otero Alcántara había sido detenido "por expresar sus ideas a través de su arte". He aquí algunos de los párrafos de la Carta, publicada el 9-07-2021 en Cuba Información:
"Los
abajo firmantes desafiamos a los citados firmantes a que reconsideren su carta,
ya que no menciona las supuestas conexiones de Otero Alcántara con el gobierno
de Estados Unidos e ignora el contexto crucial que es la actual guerra
emprendida por Estados Unidos contra Cuba.
(...)
Otero
Alcántara saltó a la fama el pasado mes de noviembre tras liderar otra huelga
de hambre para exigir la liberación de su compañero de San Isidro Denis Solís,
partidario de Trump y partidario de la anexión de Cuba a Estados Unidos, que
había sido condenado a ocho meses de prisión tras gritar insultos homófobos a
un agente de policía.
(...)
Creemos
que los seres humanos no deben encarcelar a otros seres humanos ni justificamos
la represión de ningún gobierno. Pero cuestionamos que se defienda la causa de
un supuesto «defensor no violento de los derechos humanos» que aboga
abiertamente por el derrocamiento del único gobierno del Caribe que desafía
audazmente la hegemonía de Estados Unidos. También rechazamos que se ilumine la
dudosa contienda de un individuo cuando deja en la oscuridad todo el contexto
político e histórico.
(...)
Esperamos
que los firmantes de la carta reconsideren por qué han priorizado este tema por
encima de otros (como el impacto del bloqueo estadounidense en el pueblo
cubano, incluidos los cubanos negros). Hacer esto abre una brecha entre la
gente de color en EE.UU. y los cubanos, a la vez que alimenta una campaña impulsada
por Miami para presionar a la administración Biden para que mantenga una
política injusta e inhumana de agresión hacia Cuba. Hay casos de activistas de
coraje y valientes que han pagado el precio por defender a los más marginados
de los más poderosos. Este no es uno de ellos".
“Joven cubana no aguantó más y explotó en Facebook”, de Arianna Álvarez Ávalo
Se trata de un texto
publicado en Facebook por una profesora de
clarinete en la Universidad de las Artes de Cuba y que fue reproducido en varios medios digitales. Uno de ellos, el semanario colombiano Voz, lo hizo el 12-07-2021, y hoy puede leerse en Rebelión. El escrito es una reacción contra una de los mensajes que se difundieron masivamente en Cuba en el primer momento por las plataformas digitales y que no era otra cosa que la demanda de una "intervención humanitaria". Entre lo que puede leerse se encuentran cosas como éstas:
"¿Dónde
estaban los que unen las palabras 'ayuda y 'humanitaria' cuando Estados Unidos
prohibió la entrada de un buque proveniente de China con insumos para enfrentar
la Covid y ayudar al pueblo cubano? ¿Dónde estaban cuando Trump prohibió la
ayuda monetaria a las familias en la isla, cuando recrudeció una política
inhumana en medio de una crisis mundial y una enfermedad mortal, cuando
prohibió la compra de ventiladores a empresas norteamericanas, cuando dejó
barcos de petróleos en el mar? ¿Dónde estaban cuando más el pueblo los
necesitó? La principal ayuda humanitaria para todos los cubanos sería la
eliminación total del Bloqueo. Si no estás de acuerdo no eres humano, ni
quieres ayudar a nadie. Casualmente son los mismos que pusieron el grito en el
cielo cuando Cuba ayudó al buque Inglés porque nadie más quiso hacerlo…
(...)
Me
niego a ser utilizada. Toda la ayuda es bienvenida y el agradecimiento será
eterno. La solidaridad de los grupos que se encuentran en el exterior y que no
han parado de buscar las vías para enviarnos insumos son la verdadera ayuda
humanitaria, son el único corredor humanitario que ha existido hasta la fecha.
Las organizaciones están, las vías están, los mecanismos existen, la intención
está. Si quieren ayudar a sus hermanos cubanos háganlo de corazón y
desinteresadamente como solo puede ser la verdadera solidaridad. Cuba necesita
de todos pero para hacer por ella. Dejen de figurar en redes que aquí hay vidas
que salvar".
“Cuba, el bloqueo y la crisis”, de Atilio A. Boron
El conocido profesor y politólogo argentino ha sido uno de los primeros intelectuales no cubanos en reaccionar, mostrando su solidaridad con la revolución cubana e intentando analizar la situación por la que está pasando la población de la Isla. El pasado 13-07-2021 el periódico argentino Página 12 publicó un artículo suyo, reproducido en numerosos medios digitales, donde pone de relieve lo que supone el bloqueo de sesenta años y las acciones de última hora llevadas a cabo a través de las redes sociales, pero sin olvidar tampoco los errores cometidos por las autoridades cubanas.
"Lo que Washington ha estado haciendo se llama genocidio porque el bloqueo, condenado casi con absoluta unanimidad por la comunidad internacional, provoca enormes sufrimientos en la población. Esas políticas matan, enferman, provocan hambre y privaciones indecibles. Son, en pocas palabras, un crimen de lesa humanidad. Estados Unidos fue preparando el terreno para el asalto actual en los últimos años, con un bombardeo sistemático, multimillonario, comprando endebles o ambiciosas voluntades, apelando a las redes sociales y sus fatídicos algoritmos, las 'fake news' y el coro formado por su peonada de politiqueros de pacotilla y pérfidos agentes de propaganda disfrazados de 'periodistas serios e independientes'. Con una maldad inconmensurable Washington intensificó las medidas del bloqueo cuando estalló la pandemia, gesto que es suficiente para desnudar el infamia moral del imperio, su verdadera naturaleza.
Algunas protestas actuales son comprensibles; otras, probablemente la mayoría, son producto de los dineros y la enorme campaña de desestabilización urdida por la Casa Blanca. Si bien tienen una magnitud muchísimo menor de lo que dice la corrupta prensa hegemónica, la dirigencia de la Revolución se hizo cargo de las mismas y explicó la génesis de esos padecimientos que movilizaron a las calles a pocos cientos de cubanas y cubanos. Que ha habido errores de gestión macroeconómica; o que las recientes medidas de la unificación cambiaria fueron inoportunas, tal vez tardías; o que los precios relativos se descuadraron considerablemente es indudable. Pero sería absolutamente incorrecto tratar de explicar esos problemas y la reacción de algunos sectores sociales ante ellos sin tomar en cuenta los desquiciantes efectos de un bloqueo que se extiende por seis décadas. He visto y oído estos días a sesudos analistas hablar de los problemas de la economía cubana sin pronunciar ni una sola vez la palabra 'bloqueo'".
“Unas palabras sobre la Cuba de los humildes”, de Wilder Pérez Varona
El autor es un investigador y marxista cubano, que vive en la isla caribeña. El artículo fue publicado originalmente el 13-07-2021 en el blog La Cosa, del también cubano Julio César Guanche, y ayer mismo lo hizo la revista ctxt. Se trata de un texto crítico hacia las autoridades cubanas, basándose en el principio de la soberanía popular y el derecho a equivocarse, pero deslindándolo de la injerencia estadounidense.
"La
soberanía es, ante todo, soberanía de la nación, del pueblo como soberano. Por
avatares ideológicos, el discurso político y el sentido común de cubanas y
cubanos han delegado esa soberanía en el Estado. La soberanía es identificada
al Estado soberano, a la independencia política del Estado nacional, a su
autodeterminación respecto a la injerencia extranjera. Sobre todo, de los
Estado Unidos.
Para
el gobierno cubano, se trata de provocadores, provocados y confundidos por la
crisis inducida y por los posts, tweets y dinero de agentes del imperio yanqui.
Portavoces y acólitos del vecino del Norte quieren ver en las protestas el
cumplimiento tan dilatado de sus profecías de insostenibilidad, y gritos
desesperados de auxilio (de intervención militar en forma de “ayuda
humanitaria”).
(...)
La
gramática de las protestas es compleja y diversa, como lo son sus causas. Aún
más, si es ahogada por la policía y el apagón digital, por un lado, y por la
vociferación en redes y canales, por otro. Esa polifonía popular puede y debe
ser más que un balbuceo confuso y violento si tiene la posibilidad de organizar
su propia voz, de hablar sus propias demandas, en su propio lenguaje.
(...)
El
gobierno que dice representarle haría bien en dar una muestra inusual de
humildad y dejar que los descendientes de 1961, por fin, hagan suya su herencia. A la postre, esta apropiación, esta capacidad popular de hacer política a su
imagen, siempre fue la única garantía contra el imperio del Norte".
“Fiesta y velorio en La Habana”, de Alejandro Hernández
El autor es un escritor y guionista cubano que lleva residiendo en España desde el año 2000. El contenido del artículo, publicado ayer, 14-07-2021, en infoLibre, supone una dura crítica al régimen cubano, al que descalifica con contundencia. El título alude a unas palabras pronunciadas a mediados de los años 90 por el escritor cubano Humberto Arenal.
"Me pareció [el título] una metáfora perfecta para definir una sociedad donde la desconexión entre la realidad de la calle y la propaganda oficial era, y sigue siendo, cada vez más abismal. Esas dos visiones, una llena de triunfalismo y la otra de desencanto, han convivido durante décadas sujetas por el miedo: la del oficialismo a reconocer que la Revolución mítica ha derivado en una dictadura bananera, la de los desencantados, a hacer públicas sus ganas de cambio. Salvo excepciones (periodistas independientes, Damas de Blanco, opositores y últimamente artistas plásticos) la inmensa mayoría de los cubanos ha canalizado su descontento marchándose del país o desahogándose en la intimidad de la familia y los amigos.
(...)
Para el gobierno, los miles de cubanos que salieron a manifestarse el domingo son solo eso: marionetas del imperio, mercenarios que sirven a un plan diabólico para destruir un estado soberano. Eso son las abuelas y madres del domingo, tan bien pagadas por el imperio que no tienen un mísero dólar (en pesos cubanos no se encuentra nada que comer) para alimentar a sus hijos y nietos. Es el hambre lo que rompe las costuras del miedo.
(...)
No, no es el imperialismo. No es Norteamérica y su estúpida política de mantener un embargo que ha sido el mejor regalo de la Revolución. Porque le ha permitido maquillar sus fracasos y esconder su propia deriva autodestructiva. No fue el embargo el que acabó con la agricultura cubana, fue una decisión de Fidel Castro, empeñado en hacer la guerra a los propietarios de tierras, y confiscó la inmensa mayoría para imponer planes absurdos que arrasaron los campos y han convertido a la isla en un erial. No es el embargo quien prohíbe a un arquitecto cubano constituir una empresa para desarrollar su talento. No es el embargo quien impide a los artistas montar galerías o compañías de teatro, no es el embargo quien prohíbe tener una imprenta o un cine, o una fábrica de baterías artesanas que el ingenio produce de forma clandestina. No es el embargo quien me impide a mí publicar este artículo en un periódico cubano.
(...)
El miedo a cualquier cambio les ha llevado a un inmovilismo suicida que, para desgracia suya, ha terminado anulando el miedo del pueblo a expresar su hartazgo. Y ese es el verdadero cambio. Porque la fiesta ya no va de una orquesta que toca y gente bailando con cara de sumisión. Alguien ha encendido las luces y de repente todos, hasta los violinistas, han visto un salón que se cae a pedazos. Unas ventanas rotas. Unas cortinas rasgadas. Y caras de enfado, de rabia, de desolación. La fiesta ha terminado mostrando su realidad de velorio. Y ante eso, o salen todos despavoridos, o buscamos la forma de evitar que nos sepulten los escombros".
“Cuba hoy: Patria, pueblo y soberanía”, de Julio César Guanche
Este artículo del ensayista e investigador cubano apareció el 14-07-2021 en su propio blog, La Cosa. En la línea de Wilder Pérez Varona, aunque más concreto, apunta a la soberanía popular, rechazando la deslegitimación y represión de las protestas, como un derecho inalienable. A la vez, deslinda buena parte de esas protestas del papel de injerencia que está jugando EEUU.
"El
derecho de resistencia se regula 'contra cualquiera que intente derribar el
orden político, social y económico establecido por esta Constitución', e
incluye todas las vías. Por ser un recurso extremo, requiere el empleo previo
de otros recursos.
El
primero es buscarle soluciones políticas a la protesta. Luego, declarar el
estado de emergencia con garantías para los derechos fundamentales. Saltarse
todo eso, y pretender sin más el 'derecho de resistencia' sería un uso
ilegítimo, y plantearía un escenario completamente trágico para la nación.
(…)
Existe
un llamado a la intervención estadunidense por partes del sector extremista del
exilio cubano. Pagan por acciones violentas, producen a conciencia noticias
falsas, incentivan a incendiar, saquear bienes, matar policías y a 'poner el
cuerpo' desde la trinchera de sus teléfonos. Cualquiera sea el resultado de
esta situación, y de lo que se sufra en Cuba, van a seguir en su lugar.
(…)
El
hecho de la intervención en sí es absolutamente inaceptable, pero más allá de
su posibilidad real, la mera percepción de la amenaza de intervención incentiva
el cierre de todo el campo posible de críticas hacia lo interno, y lo traslada
hacia la defensa compacta de la nación, con justo derecho.
Cuba
tiene un serio problema con la política estadunidense, pero también tiene
problemas consigo misma y es imprescindible abrir el espacio para encararlos.
(…)
El
presidente Biden ha continuado la política de sanciones, y no la ha modificado
incluso en medio de la fase más grave de la pandemia. La política de bloqueo es
una afrenta a la nación cubana, por ser de orden estrictamente colonial, y es
un crimen contra el pueblo cubano.
(...)
El
que piense que esta situación empieza y termina aquí, o que solo se explica por
el 'golpe blando', confunde el centro del problema.
(…)
Se
pueden y deben hacer algunas cosas ahora mismo. Comparto las siguientes desde
la urgencia y la necesidad de ser útil, seguramente insuficientes, pero no
irrelevantes.
Detener
de inmediato toda represión policial sobre población desarmada, que se exprese
pacíficamente. Contener con normas de proporcionalidad, y reglas claras de
responsabilidad, las acciones violentas civiles contra personas y bienes.
Prohibir el uso de armas letales excepto en caso inminente de peligro de muerte
para cualquier persona. Ningún militar vestido de civil en la calle. Ninguna
convocatoria a centros de trabajo, unidades del servicio militar, etc., a
participar de respuestas violentas contra protestas.
Asimismo,
procesar solo a personas que hayan cometido delitos graves sobre otras personas
o bienes (…). Promesa, con garantías, de revisar la actuación policial con
sanción firme para casos de excesos (…).
También,
adelanto urgente del plan legislativo de todas las leyes pendientes
relacionadas con derechos civiles y políticos. Aceleración y puesta en práctica
inmediata, con información precisa de sus cronogramas, de medidas de beneficio
popular".