sábado, 17 de marzo de 2018

La muerte de Mame Mbaye, un episodio de racismo institucional
























La muerte de Mame Mbaye, un senegalés dedicado a la venta ambulante en el centro de Madrid, está causando una gran consternación. El pasado jueves sufrió una parada cardiorrespiratoria cuando era perseguido por la policía municipal, lo que ha ocasionado protestas de diversa índole. 

Para quienes se dedican a esa actividad, como también para muchas personas solidarias, existe rabia y tristeza por lo ocurrido. Conscientes de las condiciones que tienen que soportar, con la losa de la criminalización, las persecuciones permanentes, y la precariedad de su trabajo y su propia vida. Se trata de personas humildes, venidas de otros países y continentes que en la mayor parte de los casos lo ha sido como consecuencia del saqueo económico que sufren por los países ricos, o el clima de violencia que tienen que soportar por sus intervenciones militares directas o indirectas.

Se está discutiendo si la muerte de Mbaye tuvo lugar durante la persecución u ocurrió después. De lo que no cabe duda, como se denuncia desde SOS Racismo, es que ha sido un episodio que tiene una clara connotación racista, en este caso ejercida desde el ámbito institucional. Según fuentes de dicha asociación, como ha recogido el diario digital cuartopoder,  “las redadas racistas y paradas por perfil étnico ejercidas por las autoridades suponen una constante persecución, criminalización y estigmatización de migrantes y racializados con consecuencias que pueden llegar a la muerte”. 

Las movilizaciones de protesta y solidaridad continúan. Es de desear que desaparezcan las situaciones de violencia, tanto las provenientes de algunos colectivos como las policiales. La muerte de Mbaye debe ser motivo de una reflexión y toma de conciencia en los distintos ámbitos sociales e instancias oficiales acerca de una realidad dura e injusta. Las medidas que haya que tomar no deben nunca tener como objetivo atacar al eslabón más débil del problema.