La desvergüenza de Esperanza Aguirre

"Nos están metiendo en el mismo saco de los socialistas y los comunistas de los EREs". Lo acaba de decir Esperanza Aguirre, que accedió a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2003 después de un escándalo mayúsculo, cuando dos representantes del PSOE en la Asamblea madrileña se abstuvieron en el pleno de investidura en el que el PSOE e IU habían llegado a un acuerdo de gobierno. Uno de los ausentes, Eduardo Tamayo, tenía claras vinculaciones con grupos empresariales del sector inmobiliario y la construcción. Hace un mes infoLibre publicó unos documentos que refuerzan las más que sospechas de entonces. María Teresa Saez, la acompañante en la abstención, declaró por esos días que se siente engañada, que no recibió un duro y que Tamayo "cobró mucho dinero". Después de una comisión de investigación y unas nuevas elecciones, Esperanza Aguirre acabó siendo elegida presidenta. Durante los años que estuvo al frente de la comunidad creó un modelo de gestión claramente ultraliberal, basado en las privatizaciones de los servicios públicos, las concesiones cuantiosas a empresas privadas en numerosas obras públicas, los recortes sociales... Fue también en Madrid donde nació y se desarrolló la trama Gürtel. Ahora se presenta como adalid de la anticorrupción. Y encima salpica con sus palabras "a los comunistas", que no tienen nada que ver con el caso de los EREs de Andalucía. ¡Qué desvergüenza!