lunes, 16 de septiembre de 2019

Ascensión Mendieta, símbolo de la dignidad humana


























Ha muerto Ascensión Mendieta, la mujer que quizás mejor simbolice la tenacidad por hacer posible que las víctimas del fascismo sean reparadas. Con su lucha consiguió que se recuperaran los restos de su padre, fusilado en Guadalajara en noviembre de 1936 y enterrado anónimamente en una fosa común. Y lo hizo pese a los múltiples obstáculos de las autoridades españolas y de esa administración de Justicia a la que a veces habría que antecederla con un "in". Gracias a la colaboración de lo que se conoce como "querella argentina" y el papel que en ella está jugando la jueza María Romilda Servini, que se hizo eco de algo primordial: los crímenes del franquismo lo fueron contra la humanidad. A Ascensión solíamos verla en algunos programas de televisión con su sonrisa permanente. Optimista como ninguna. Confiada en que su tesón iba a dar los frutos deseados. Hace un par de años se dio con los restos de Timoteo Mendieta y se confirmaron a través de una simple prueba de ADN. El día que eso ocurrió Ascensión dijo que ya podía morir tranquila, recordando que, cuando fuere, se la enterrara junto a su padre. Todo un símbolo de la dignidad humana. Que descanse en paz.