viernes, 6 de septiembre de 2019

"Vista y plano de Toledo", del siempre sorprendente El Greco






















Visité hace unas semanas la conocida como Casa-Museo de El Greco, sita en la judería toledana. Adquirida por el marqués de a Vega Inclán hace un siglo creyendo que había sido residencia del pintor, al parecer fue un error. Estuve en ella en 1981, durante un viaje que hicimos el último año de mis estudios universitarios, pero apenas tengo recuerdos más allá de algunos rasgos arquitectónicos que alberga y el tipismo  de su mobiliario. El Museo, en realidad, no estaba muy definido, careciendo de las obras más reconocidas del pintor, algunas de las cuales pude ver bien en el mismo Toledo, como "El entierro del conde de Orgaz", en la iglesia de Santo Tomé, o "El Expolio, en la catedral, o bien, ya en Madrid, en el Museo de Prado.  

El edificio contiene desde hace pocos años obras muy interesantes, bastantes de las cuales provienen del museo madrileño. Una de ellas es "Vista y plano de Toledo", pintado a principios del siglo XVII, en los últimos años de su vida. Una obra de una madurez técnica y expresiva que contiene a la vez lo que tuvo siempre de artista innovador y las concesiones propias de la época que hizo. 

En el primer plano  puede verse a un joven sosteniendo el plano de la ciudad, hecho con tal minuciosidad que pueden percibirse al detalle buena parte de sus viviendas. Hacia la izquierda se sitúa una alegoría del río Tajo, representada a través de una figura desnuda que sostiene un cántaro de donde mana el agua, que a su vez está acompañada de una figura cornucopia, que simboliza la prosperidad. Su contribución profana al clasicismo que siempre mantuvo. Detrás puede verse la ciudad en su conjunto, en la que destaca en primer lugar, extramuros, el edificio del Hospital Tavera. Por último, en el cielo tormentoso destaca un recurrente Rompimiento de Gloria, que contiene las figuras de la Virgen María y un pequeño tropel de ángeles. 

La vista general está orientada de norte a sur, lo contrario de otro cuadro parecido, también de esos años, que tituló "Vista de Toledo", actualmente conservado en Nueva York. Hay dos detalles que llevan a considerar quién pudo encargar el cuadro. De un lado, pudo hacerlo el administrador del Hospital Tavera, dado que la orientación permite que de la ciudad destaque ese edificio. De otro, se pudo hacer desde el mismo Ayuntamiento, ya que los ángeles portan la casulla de san Ildefonso, patrono de la ciudad. 

De lo que no hay duda es de la modernidad técnica, como pude observarse sobre todo en el tratamiento de los edificios de la ciudad, adelantándose en algunos aspectos a lo que fue el impresionismo decimonónico e incluso el postimpresionismo de Cezanne . Lo primero, mediante la técnica de pinceladas sueltas, flexibles, que adoptó de la escuela veneciana. Y lo segundo, por la manera de representar los edificios, sintetizados en sus formas cuasi geométricas y hasta en la coloración de tonalidades grises. 

El Greco, tan puesto en entredicho en su época y hasta olvidado en los siglos siguientes, es un artista del que felizmente vamos sabiendo cada vez más, más allá de la idealización religiosa que conoció en los años del nacional-catolicismo.