Hay una honda preocupación por el problema de las pensiones y todo lo que se deriva sobre la edad de jubilación. Considerar el problema como lo hacen los voceros de los organismos internacionales del capitalismo (FMI, OCDE, UE...) y de las grandes corporaciones transnacionales (donde, por supuesto, se encuentran los bancos y demás empresas financieras), y como también hacen sus correveidiles de los gobiernos de los países, sólo es entrar en el juego que les interesa. Los argumentos que nos ofrecen a través de los medios de comunicación están generando una alarma social que tiene como finalidad atemorizarnos y, por tanto, atenazarnos para evitar respuestas alternativas colectivas. Nos abruman con mensajes catastrofistas, presentados con una aparente racionalidad y, ante todo, ofrecidos como irremediables. Unas recetas que lo único que buscan es dirigir contra la mayoría de la población las cargas consecuencias. Leer, por ejemplo, a Vicenç Navarro o Juan Torres, economistas los dos, resulta altamente clarificador (se puede hacer a través de Rebelión, Público o del propio blog de Juan Torres, Ganas de escribir). No son opiniones aisladas, que tampoco sería un demérito. Son coincidentes con las de Dean Baker, codirector del Center for Economic and Policy Research de Washington, o Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía.
En el artículo que Rebelión publicó de Vicenç Navarro el pasado 30 de diciembre con el título El dogma neoliberal y las pensiones se ponen al descubierto, una vez más, las falacias que se lanzan desde el sistema y se repiten machaconamente. Parten de un planteamiento acientífico, consistente en hacer proyecciones de futuro comparando el valor del dinero de hoy con el de años posteriores sin tener en cuenta la inflación. Así nos lo cuenta Navarro: "Si la productividad laboral creciera un 1,5% por año (una cifra razonable), esto querría decir que en el año 2060 el PIB sería 2,20 veces mayor que ahora, cifra que se calcula elevando el 1,5% a la 53 potencia (2060-2007= 53 años). Esto quiere decir que si el PIB fuera 100 en el año 2007, en el año 2060 serían 220 unidades. Naturalmente que el PIB en 2060 será mucho mayor que 2,20 veces que ahora, debido predominantemente a la inflación. Pero es importante comparar manzanas con manzanas y no con peras. Es decir, que cuando digo 2,20 veces mayor, estoy utilizando monedas con la misma capacidad de compra. O sea que el PIB de 2060 que utilizo es el que España tendría descontando la inflación".
Son meros cálculos matemáticos hechos dentro del paradigma capitalista. Resuelto el problema que se deriva de la trampa, he aquí cuál sería el resultado final: "Pues bien, en el año 2007 nos gastábamos 8 unidades en pensionistas y 92 en no pensionistas. Y en el año 2060 nos gastaríamos el 15% de 220, es decir, 33, en pensionistas y para los no pensionistas 220-33=187. Resultado del incremento de la productividad, habrá más recursos para los pensionistas y para los no pensionistas".
Está claro, ¿no? Otro día seguiré con esto de la economía, que no faltan motivos.