¡Vaya con el Teddy! Buen canario está hecho. El tío ha declarado que gana al año 250.000 euros, lo que traducidos a pesetas, que es como me entiendo mejor con esas cantidades, serían algo más de 40 millones. No está mal, teniendo en cuenta que, como presi de la SGAE, es el guardián del tesoro de la propiedad intelectual y de algo más, porque ha conseguido que se apruebe el pago de un canon por cada producto que permita hacer copias aunque no las hagas.
Soy defensor de la propiedad intelectual como reconocimiento de la labor creativa. Pero el problema que se ha planteado con lo que la SGAE denomina pirateo de obras intelectuales sólo se ha centrado en cómo recaudar más al precio que sea y como sea. Quienes se están encargando de gestionar esos recursos, que utilizan como argumento la legitimidad de resguardar los intereses de quienes aportan su trabajo en la creación de una obra, no se han preocupado de lo que para mí es lo más importante: lo poco que pagan las empresas productoras de música y editoras de libros a la mayoría de autores y autoras, lo elevados que son los precios de los productos que ponen en el mercado y las enormes ganancias que obtienen. En vez de dirigir las críticas contra esas empresas, quienes dirigen la SGAE se han dirigido contra quienes consumimos, copiemos o no; e incluso, rozando el ridículo si no fuera porque es un atropello, contra quienes escuchan música mientras se cortan el pelo.
Estoy seguro que mucha de esa gente que se muestra tan intransigente con lo de hacer copias, hacía lo propio en su juventud, en otro tiempo, con esas cintas de caset que grabábamos desde un disco de vinilo o desde otro caset. Así aprendíamos música. Alguien, cada cual, compraba un disco y lo demás era intercambio solidario en pequeños redes. Dinero teníamos poco y había que optimizar los recursos. Hoy se sigue haciendo con otros medios. Pero estoy seguro que se haría menos si los precios fueran más bajos.
Desde luego que el presi de la SGAE está muy bien pagado. Buen servicio está haciendo a mucha gente, incluidas las empresas productoras y editoriales que, una vez más, se salen de rositas, como si la cosa no tuviera que ver con ellas. El sueldo del presi está en la línea de lo que cobran los altos cargos ejecutivos de las empresas. Me imagino que quienes le rodean en la gestión de la SGAE se llevarán también un buen pellizco. Pero que conste que parte de eso sale del canon que paga todo quisqui, haga o no copias. Con lo que se embolsa Teddy, mi hermano hubiera dicho: "¡jodo, titi!".