Esta mañana ha parecido en Público una entrevista que ha hecho el periodista Sato Díaz a Abdulah Arabi, delegado del Frente Polisario en España. Su titular no da lugar a dudas: "Para
Marruecos, la vida humana no tiene valor ni en Ceuta ni en el Sáhara". Y su contenido resulta altamente interesante y esclarecedor de lo que está ocurriendo estos días con la crisis provocada por el gobierno de Marruecos en torno al paso de migrantes hacia Ceuta y Melilla.
Analiza con detalle lo que está pasando sobre todo en la frontera de Ceuta, las intenciones del gobierno del país vecino, tanto en lo referente al Sáhara Occidental como en la obtención de una compensación económica por los "servicios" que presta en el control de fronteras. Como el objetivo del gobierno marroquí es conseguir el reconocimiento diplomático de la ocupación del Sáhara Occidental, tal como lo hicieron meses atrás EEUU, al final del mandato de Donald Trump, o Israel, el no haberlo conseguido por los países europeos "ha irritado mucho a Marruecos". A lo que añade que "Desde entonces, comenzó el envío masivo de pateras a las Canarias para presionar para que España cambiara su posición respecto al Sáhara. No le ha funcionado, ningún otro país ha apoyado esa proclama de Trump. El nerviosismo de Marruecos explica lo que está sucediendo estos días".
En todo caso, no duda en apuntar que el comportamiento del gobierno marroquí no es nuevo: "Es
una política que (...) ha utilizado contra todos los gobiernos que ha
habido en España, no solo con el actual. Le ha funcionado".
Abdulah Arabi nos recuerda, así mismo, lo ocurrido en el mes de noviembre pasado en la crisis de Al Guerguerat. Y no se olvida tampoco de los derechos de su pueblo, sufriente desde décadas de una ocupación militar que es ilegal dentro de los cánones del derecho internacional. Y sufriente también de los continuos incumplimientos por el gobierno marroquí de la celebración de un referéndum de autodeterminación, indicado desde las ONU. Un mandato que no ha contado con el apoyo de las potencias occidentales: "Durante
los últimos 29 años, la comunidad internacional ha evitado facilitar un plan de
arreglo acorde a nuestro derecho a la autodeterminación, lo que ha llevado a
que Marruecos haya llegado hasta a violar el alto el fuego firmado en 1991".
E incide en la continua violación de los derechos humanos sobre la población saharaui que vive en los territorios ocupados, como lo ocurrido hace poco con la activista saharaui Sultana Khaya y su familia, que han sufrido agresiones de todo tipo, incluidas las sexuales, por parte de miembros de las fuerzas de ocupación y de grupos paramilitares. Y en ese sentido, a la vez de denunciarlo, destaca el comportamiento heroico de muchas mujeres saharauis: "Esto
sucede con la absoluta ausencia de observadores internacionales y medios de
comunicación. Aún así, la valentía y el coraje de las mujeres saharauis hace
que el mundo conozca la situación de los Territorios Ocupados".
(Imagen: obtenida desde la fotografía del autor de la entrevista).