¿Recuerdas, hermano?
El
piano fue durante muchos años parte del paisaje de la casa. Cuando sus teclas eran
acariciadas por las dulces manos de mi hermano Jorge, se desprendía un sonido
que inundaba la atmósfera circundante y hacía vibrar a quienes lo escuchábamos.
No en todas las casas se podía tener ese lujo. Porque lo era poder escuchar los
compases rutinarios de las lecciones, ejecutados ya desde la niñez con
maestría, y, ante todo, degustar las bellas melodías donde aparecían Beethoven,
Mozart, Chopin, Schubert, Mendelson y tantos otros maestros de la música. Con
el tiempo la dificultad fue en aumento, a la par que iba ganando en experiencia
y virtuosismo, sin que faltaran tampoco títulos y premios. Y con el tiempo
también fueron apareciendo otras melodías, fruto de su propia inspiración, como
cuando surgieron sus acuarelas. ¿Recuerdas, hermano?