jueves, 19 de julio de 2018

De lo que ocurrió con la dirigencia del PCE tras la crisis de 1982 (a propósito del libro de Gregorio Morán)



En el mismo año de su publicación, en 1986, leí ávidamente el libro Miseria y grandeza del Partido Comunista de España. 1939-1985 (Barcelona, Planeta), de Gregorio Morán. Su contenido está basado en la consulta de los documentos guardados en el Archivo del PCE, que contaba por aquellos años como director con la figura del mítico Domingo Malagón. Fue un hecho insólito que eso ocurriera, en la medida que Morán puso al descubierto "intimidades" del partido y sus dirigentes. Poco después algunos documentos acabaron desapareciendo y al propio Morán se le tachó de ingrato.  

Recientemente se ha publicado una edición revisada, a la que incluso se ha hecho un retoque en su título: Miseria,  grandeza y agonía del Partido Comunista de España (1939-1985) (Madrid, Akal, 2017). No he accedido todavía a ella, pero sí al acto en que se presentó la nueva edición del libro, a finales de 2017, donde el autor trazó, anécdotas aparte, algunas de las claves del proceso de elaboración, allá por los años 80, y de su contenido. Puede verse también una entrevista de interés publicada en El Confidencial

No pretendo hacer un comentario crítico, sino que me voy a detener en un aspecto concreto, esto es, la evolución política de cada componente del Comité Ejecutivo del PCE a partir de noviembre de 1982. Es algo que llevaba tiempo rumiando sobre cómo plasmarlo, aunque ha sido ahora cuando por fin he dado el paso.

Siguiendo la primera edición del libro, en la cuarta parte del capítulo V, corta en extensión y con título “Sicodrama en cuatro jornadas del Comité Ejecutivo” (pp. 607-619), aparecen los personajes de lo que fue un momento crítico, si no decisivo, de la historia del PCE. Tras el fracaso electoral de octubre de 1982, coincidiendo a su vez con la victoria arrolladora del PSOE, la reunión del Comité Ejecutivo supuso el fin de la supremacía de Santiago Carrillo al frente del partido después de algo más de dos décadas como secretario general. Su protagonismo fue indudable durante los momentos finales del régimen franquista y el inicio de la Transición. Fue uno de los artífices en el ámbito internacional de la corriente eurocomunista y en España marcó la estrategia política moderada en el proceso de cambio a lo largo de los años 70. Su fracaso precipitó una crisis de gran envergadura en el PCE, que, entre cosas, acabó con la salida del propio Carrillo.  

Quienes participaron en la reunión de ese órgano fueron 24 miembros, de cada cual hace Morán una mención breve relativa a su cargo político, edad y profesión, no faltando en algún caso cierta sorna sobre lo último. Resulta llamativo que sólo hubiera una mujer, en la persona de Eulalia Vintró, miembro del PSUC.

Veamos brevemente, por orden alfabético, qué fue de cada cual a partir de noviembre de 1982. He evitado referirme la forma como con anterioridad se habían posicionado dentro del partido. Teniendo en cuenta lo que vino después con la ruptura del partido, primero, por parte del conocido como sector prosoviético y, después, por el carrillista, amén de las sucesivas salidas individuales, observar todo ello después de  más de tres décadas, puede resultar llamativo, sorprendente y hasta curioso.

Felipe Alcaraz: se ha mantenido en el PCE y especialmente ha trabajado desde Andalucía, donde dirigió el PCA hasta principios  de este siglo.

Leopoldo Alcaraz: carrillista en un primer momento, se pasó desde en 1984 al Partido Comunista de los Pueblos de España, el partido de corte prosoviético.

Julián Ariza: carrillista y dirigente de CCOO, fue expulsado de la dirección del PCE en 1985; formó parte del Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista y acabó integrándose en 1991 en el PSOE.

Jaime Ballesteros: se alejó de la dirección del PCE para formar la Fundación José Díaz e integrarse en 1984 en el PCPE; tras la crisis de este partido, que acabó en 1988 con la vuelta de un sector al PCE, abandonó la militancia; ha participado en la defensa de derechos humanos a través del colectivo SPAAL-Solidaridad.

Santiago Carrillo: expulsado de la dirección del PCE en 1985, dirigió el Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista, que acabó integrándose en el PSOE, aunque él no lo hizo, al parecer por la oposición de Alfonso Guerra; siguió considerándose comunista.

Andreu Claret: de la corriente leninista del PSUC, abandonó el partido en 1986; se dedicó al periodismo, escribió novelas y se vinculó a la Generalitat como director Instituto Catalán del Mediterráneo; catalanista, pero no independentista; en 2017 anunció su voto a la candidatura de Catalunya en Comú Podemos.

Enrique Curiel: se mantuvo en el PCE y llegó a ser elegido diputado por IU en 1986; en 1988 renunció al PCE e IU, pasando desde 1991 a tener cargos de representación por el PSOE: concejal, diputado y senador; se dice que en el momento de su muerte, en 2011, pidió ser enterrado con la bandera del PCE.

Francisco Frutos: de la corriente leninista del PSUC, apoyó a Gerardo Iglesias, primero, y Julio Anguita, después, al que sustituyó en 1998 en la secretaría general del PCE; fracasó en su intento por ser coordinador federal de IU en 2000;  muy crítico con el independentismo catalán, ha participado en 2017 en movilizaciones unionistas.

José Galán: carrillista y proveniente de la organización del País Valenciano, fue expulsado de la dirección del PCE en 1985; se integró en el PTE-UC.

Ignacio Gallego: líder del sector prosoviético, fue fundador en  1984 del PCPE, que participó a su vez en 1986 en la formación de IU; en 1988 volvió al PCE.

José María González Jerez: vinculado al Partido Comunista de Euskadi, en 1989 regresó a Cuba, donde había vivido exiliado durante el franquismo.

Ángel/Anxó Guerreiro: dirigente del Partido Comunista de Galicia, fue un activo dirigente de Esquerda Unida, la sección gallega de IU; tras su intento en 1997 de una coalición con el PSG-PSOE, formó Esquerda Galega; fue elegido diputado, pero no consiguió revalidar el pacto con el PSOE en 2001.

Antonio Gutiérrez Díaz: del sector eurocomunista del PSUC, del que era secretario general, participó en la formación de la coalición Iniciativa per Catalunya; fue diputado en el Parlament y eurodiputado por IU-IC.

Anselmo Hoyos: carrillista, fue expulsado de la dirección del PCE en 1985.

Gerardo Iglesias: fue elegido secretario general del PCE en noviembre de 1982, a propuesta de Carrillo; participó en la formación de Izquierda Unida, de la que fue coordinador federal; en 1988 fue sustituido por Julio Anguita al frente del PCE y un año después, de IU; acabó desligándose de la política, si bien recientemente se ha vinculado a Podemos.

Ignacio Latierro: carrilista y del Partido Comunista de Euskadi, fue expulsado de la dirección del PCE en 1985; formó parte del el Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista y acabó integrándose en el PSE-EE.

Lucio Lobato: se mantuvo en el PCE.

Adolfo Piñedo: carrillista, fue expulsado de la dirección del PCE en 1985; formó parte del Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista y acabó integrándose en el  en el PSOE, del que fue diputado en la Asamblea de Madrid.

Juan Francisco Pla: se ha mantenido en el PCE e IU; ha sido concejal de IU en Madrid.

Francisco Romero Marín: se mantuvo hasta su muerte en el PCE e IU.

Simón Sánchez Montero: estuvo en la dirección del PCE hasta 1991, dimitiendo junto con otros miembros de la tendencia renovadora del partido y de IU; miembro de la Fundación Alternativas, próxima al PSOE; mantuvo siempre su militancia en el PCE.

Nicolás Sartorius: activo promotor de la formación de IU; fue diputado tanto por el PCE como por IU; estuvo en la dirección del partido hasta 1991, dimitiendo junto con otros miembros de la tendencia renovadora del partido y de IU; formó la corriente Nueva Izquierda, que acabó desvinculándose de IU en 1997 y formando el PDNI, que pactó con el PSOE en las distintas elecciones de 1999 y 2000; miembro de la Fundación Alternativas, próxima al PSOE.

Jordi Solé Tura: de la corriente eurocomunista del PSUC, lo abandonó en 1985, ingresando en el PSC-PSOE; fue diputado y senador por este partido entre 1989 y 2004, y ministro de Cultura en el gobierno de Felipe González entre 1991 y 1993.

Eulalia Vintró: dirigente del PSUC, con Iniciativa per Catalunya (inicialmente una coalición de PSUC, PCC y nacionalistas) ha tenido varios cargos de representación autonómica y municipal; apoyó en 1987 la disolución del PSUC; ha estado vinculada hasta el último momento a ICV.