sábado, 24 de septiembre de 2016

Será colosal, de Joseba Sarrionandia, una coartada genial
















































Será colosal
 es un relato de Joseba Sarrionandia, publicado por 
Txalaparta hace trece años en euskera y ahora, en castellano. La historia transcurre en un periodo de cuatro años, el que pasa desde los días previos al golpe de estado de julio de 1936 hasta el momento de la ocupación alemana de Francia. Se desarrolla en el microcosmos de Calaportu, un pueblo ficticio de la costa cantábrica, donde vive el protagonista sin nombre, un niño preadolescente de once años que observa lo que va ocurriendo en su casa y en el pueblo. Es hijo de un "guardaespaldas solo no, recadero también" del cacique del lugar, don Juan Manuel Garaicoa, carlista de abolengo y, a su decir, "un hombre de categoría". La Amá es un ama de casa republicana, que soporta las humillaciones continuas del marido mientras espera el nacimiento de un nuevo vástago. El protagonista rivaliza con Juanmanuel, hijo de don Juan Manuel, pero no deja de sufrir desprecios e insultos, como el de "ignorante". 


Cuando se produce el golpe de estado Aitá se va, como es de prever, al frente, alistándose a las tropas sublevadas, mientras don Juan Manuel y su hijo desaparecen. Comienza un nuevo periodo donde todo cambia. Hasta la escuela se torna distinta y la maestra, doña Irene, le hace reflexionar sobre la guerra y deja que se hable en su lengua. Ve nacer a su hermano. Y con su amigo Josemari, hijo de un gudari, va descubriendo muchas cosas. Se sorprenden de Esteban, el joven comunista que trabaja en Éibar, cuando toma un fusil para defender la república y grita lo de uhachepé. Se dejan convencer por el cura para comer hostias antes que sean profanadas, pero a cambio de poder beber vino. Palpan los pies fríos del cadáver del sargento de la guardia civil fusilado tras fracasar su intento de tomar el pueblo. Sienten la presencia de la gente detenida, separada apenas por un tabique en la escuela. Oyen lo que dice el alcalde nacionalista, Félix, que repite que "esta guerra no es de los vascos". Ven el paso de los aeroplanos alemanes que lanzan bombas y la muerte de uno de esos pilotos. Se hacen amigos de un soldado navarro ateo que les regala chocolate de vez en cuando y les invita a fumar tabaco liado en "papel de la Biblia porque es más fino"... 


Hasta que llegan los otros navarros y con ellos don Juan Manuel Garaicoa, que volverá a ser nombrado alcalde. Y en la escuela aparecerán una bandera nueva y un crucifijo. Y tendrán que rezar cada día. Y volverán los desprecios e insultos de Juanmanuel, ahora jefe de los flechasypelayos. Y acabará llegando el Aitá, pero mutilado de piernas, sin que haya olvidado humillar a la Amá y se dedique ahora a planear represalias porque "¡Esto aún no ha terminado!". Y Josemari, mientras tanto, pensará en su padre, "preso en Santoña" y condenado a muerte. Con el tiempo aprenderán a sobrevivir en la nueva situación. Y como se vigila continuamente lo que habla la gente, prepararán una coartada genial: la llegada de un circo alemán, el Kronen, del que dicen que "será colosal".