domingo, 4 de septiembre de 2016

Corrupción, enchufes, puertas giratorias...

Lo último ha sido lo de José Manuel Soria, ministro de Industria que se vio obligado a dimitir después que se hiciera público su relación con los paraísos fiscales y las mentiras continuadas que fue dando para negarlo. Este verano saltó la noticia del coste de 775.000 euros del arreglo de los jardines y de la oficina de la Embajada en la OCDE, situada en París y ocupada por José Ignacio Wert, anterior ministro de Educación. Ahora Soria ha sido designado para un cargo relevante en el Banco Mundial. El gobierno, en funciones, sigue pagando favores. A un corrupto y mentiroso, y a un inepto y ministro peor valorado desde 1977. El partido que quiere seguir gobernando. Y que le siguen votando millones de personas.