Personas pertenecientes a la comunidad judía en España han denunciado a la revista de humor El Jueves por unas viñetas publicadas en el número 2020 (10-16 de febrero), de las que se dice que tienen un contenido antisemita. Más concretamente se hace alusión a ofensas a la religión y sus fieles que atentan a su dignidad.
La lectura de "DesHechos Históricos. Hermosas historias 100% reales" resulta muy clara a la hora de detectar que lo que intenta su autor (Julio A. Serrano, que firma como Don Julio) es denunciar los planteamientos doctrinales del sionismo, propios del estado de Israel, con una carácter excluyente hacia la población palestina, que lleva sufriendo desde hace décadas prácticas represivas y humillantes.
El texto se presenta de dos formas: una, en amarillo, donde se va haciendo el relato de los hechos históricos y de la actualidad sobre la religión judía, el funcionamiento del estado de Israel, el atropello de los derechos del pueblo palestino...; y la otra, mediante bocadillos en blanco, que junto con los dibujos ilustran el relato, donde la sátira y el sarcasmo están presentes, teniendo en cuenta que es una revista de humor.
Es cierto que aparecen dos expresiones ("una Tora forrada con la piel de mis cojones" y "control de circuncisión, por favor, asome lentamente el pene por la ventanilla") y una imagen (un soldado israelí orinando sobre un palestino) que pueden resultar incómodas, pero están tratadas con humor y contextualizadas en un relato real y coherente. Se alude, así mismo, al uso de estereotipos sobre la población judía, como la nariz alargada o los dientes afilados, algo que ya hizo el nazismo.
Para el autor de las viñetas (véase, por ejemplo, El Mundo del día 11) no hay una crítica al judaísmo, sino al gobierno de Israel. Niega que el empleo de la nariz alargada tenga un carácter antisemita, sino sólo de recurso para identificar a un colectivo (pone el ejemplo de los ojos rasgados de los chinos o la chistera y el puro de los banqueros). Y en cuanto a los dientes afilados, dice que en todos sus dibujos emplea los dientes de vampiro.
Volvemos de nuevo al problema de la libertad de expresión y, dentro de ella, de su relación con la sátira política. Es frecuente acusar a quienes la utilizan de ofender los sentimientos y/o creencias de la gente y también que quienes son objeto de las sátiras busquen la forma de eludir sus responsabilidades por lo que hacen. Y en el caso que nos ocupa, lo que están llevando a cabo las autoridades de Israel desde su fundación como estado es un verdadero atropello, de naturaleza genocida, contra el pueblo palestino. Perder esta perspectiva, es desviarse de la realidad.