
La
reivindicación del SAT-SOC se inscribe en la trayectoria histórica de
la lucha por la tierra en Andalucía, basada en el reparto de los latifundios
improductivos. La lucha jornalera recobró importancia en los momentos finales
del franquismo y en la
Transición , a través especialmente del SOC, y se ha mantenido
hasta nuestros días. Una lucha muy digna y encomiosa, pero cargada de
situaciones difíciles ante la permanente represión que sufren sus protagonistas.
Desde una
perspectiva ética y de los derechos humanos, viola flagrantemente el derecho al
trabajo y una vida digan de las personas, superior a cualquier interpretación
de la ley que pueda proteger el derecho de propiedad. Viola también el principio
de que la ley se cebe contra el eslabón más débil, el de las personas que
tienen muy poco y de quienes se solidarizan con ellas. No ha tenido en cuenta
tampoco un hecho, como la aprobación en 2010 por el Senado de una iniciativa,
precisamente del PP, por la que se pedía al Ministerio de Defensa que cediera
la finca para su uso agrícola.
Independientemente
de que se presente un recurso ante el Tribunal Supremo, la sentencia
del Tribunal Superior de Andalucía expresa una clara
injusticia. Una vez más.
(publicado el 21-11-2013)